sábado, 28 de mayo de 2011

EL PENSAMIENTO ADMINISTRATIVO

En la búsqueda de material para la finalización del trabajo doctoral, me topo con un escrito de Francisco Velásquez Vásquez, desarrollado para la Universidad ICESI, en Cali, Colombia y del cual, por considerarlo de suma importancia para los estudios administrativos y más específicamente, de las Ciencias Gerenciales, me permitiré publicar una síntesis, elaborada desde mi propia perspectiva.
El siglo XX nos dejó como legado, el estudio de las organizaciones como objeto de estudio científico, pero el siglo XXI, nos encuentra inmersos, en repetir en los estudios de las ciencias gerenciales, la teoría clásica de la administración, sin entender el fenómeno social, desde los distintos contextos que como interdisciplina y transdisciplina, ha venido tejiendo el pensamiento administrativo.
Generalmente encontramos como referencia en la mayoría de los textos, a tres escuelas del pensamiento administrativo: la Escuela Clásica, la Escuela de las Relaciones Humanas y el Comportamiento y la Escuela Holística. Cada una de ellas caracterizada por su propio paradigma, visto este, como el conjunto de supuestos, creencias y valores sobre los cuales la comunidad científica, busca acuerdos y da soluciones a determinados problemas, según lo expresado en su oportunidad por Thomas Kuhn. Sin embargo Joel Barker, expresa que un paradigma es un conjunto de reglas y disposiciones que hace dos cosas: 1.- establecer o definir límites, 2.- indica cómo comportarse dentro de los límites para tener éxito.
De allí que debamos entender que, en tiempos de turbulencias como las que actualmente vivimos, resulta muy recomendable para la gerencia, desarrollar y practicar la flexibilidad paradigmática, a la vez que deben identificarse los momentos que darán origen a los cambios paradigmáticos, por tanto, lo recomendable es, dar apertura a las nuevas ideas y las personas generadoras de nuevas posturas o visiones, que permitan cristalizar esas nuevas ideas, ya que aún hay mucho por descubrir, por conocer y por tanto, por aprender y aprehender.
Como una especie de comodín, se toma a la Teoría General de los Sistemas, esa de Von Bertalanffy, por su carácter interdisciplinario que permite demostrar el isomorfismo de las diversas ciencias para lograr una mayor aproximación entre sus fronteras y llenar, en consecuencia, los espacios vacíos que quedan entre ellas. Por eso, Ackoff, considera que un sistema es un conjunto de dos o más elementos que satisfacen tres condiciones: 1.- la conducta de cada elemento, tiene efectos sobre la conducta del todo, 2.- la conducta de los elementos y sus efectos sobre el todo, son interdependientes y 3.- sin importar como se formen los subgrupos de elementos, cada uno tiene un efecto sobre la conducta del todo y ninguno tiene un efecto interdependiente sobre él.
Debido a los cambios paradigmáticos y sobre la base de la experiencia de Hawthorne, la teoría general de sistemas de la administración, experimentó una gradual y creciente ampliación de su enfoque estructuralista con énfasis en el contexto, propiciando el cambio de la escuela clásica a la escuela de las relaciones humanas y el comportamiento, que a su vez, sienta las bases para el cambio de la escuela humanista a la escuela holísta.
La escuela clásica, estuvo influenciada por tres principios intelectuales dominantes para la época: 1.- el reduccionismo, basado en la creencia que todas las cosas pueden ser descompuestas y reducidas a sus elementos fundamentales simples. 2.- el pensamiento analítico, que le sirvió al reduccionismo para explicar las cosas o intentar una mejor comprensión de las mismas, descomponiendo el todo en partes más simples, independientes e indivisibles, pero que solo permitían explicaciones parciales que luego se integrarían en una explicación del todo, como resultado de soluciones parciales. 3.- El mecanicismo, basado en una relación simple de causa – efecto entre dos fenómenos, dónde uno es la causa del otro, partiendo del hecho que, como la causa es suficiente para lograr un efecto, solo esta, se tendrá en cuenta para su estudio y explicación.
Hofer y Dan Schendel expresan que, solo los seres vivos y las organizaciones incluyendo los negocios, pueden planificar y llevar a cabo cambios en su carácter y estructuras fundamentales, es decir, son morfogénicas, aún cuando es claro que no todas lo hacen y por ello se colocan en peligro de desaparecer, ya que generalmente, esos cambios son de dos tipos: 1.- los que afectan las relaciones entre las organizaciones y su entorno y 2.- los que afectan la estructura interna y las actividades operativas de la organización.
Por lo expresado anteriormente, en la teoría general de los sistemas, se define eficacia como, el grado en que el producto real del sistema, se corresponde con el producto deseado y la eficiencia, como: la razón de los productos reales, respecto a los insumos reales.
Ya que en la actualidad se entiende a la Organización como un sistema abierto y en constante interacción con su entorno, entonces, se hace indispensable aplicar el enfoque de sistemas para su estudio, comprensión y adecuación o adaptación a las demandas de la sociedad del futuro y por tanto, deben estudiarse sus diferentes subsistemas:
·         Estratégico, ya que se toman muchos de los valores del entorno sociocultural y como un subsistema de la sociedad, debe cumplir con los objetivos que le son exigidos por el sistema social
·         Humano cultural, que se refiere a la interacción entre los individuos y los grupos y que por tanto, está afectado de manera directa, por los valores, actitudes, expectativas y aspiraciones de la gente que labora en las organizaciones.
·         Estructural, ya que abarca a la organización en su totalidad, relacionándola con el entorno, definiendo objetivos, desarrollando planes estratégicos, diseñando la estructura y estableciendo procesos de control.
·         Tecnológico, que se refiere a los requerimientos para la realización de las tareas, incluyendo las técnicas utilizadas para transformar las entradas en salidas.
·         Gerencial, ya que se debe planificar, procurar, organizar, operar, gestionar y controlar la institución y sus interrelaciones.
·         Entorno, ya que la organización se ve afectada por la interrelación con los distintos enfoques y realidades y estas afectan directa o indirectamente, las distintas variables que se conjugan en la operación y operatividad institucional.
La teoría neoclásica, colocada en el modelo de empresa de hoy, se apoya en un eclecticismo que aprovecha las ventajas y contribución de las demás teorías administrativas y amparada en el resurgimiento propiciado por Peter Drucker como su principal exponente y teniendo como características fundamentales:
1.      Énfasis en la práctica administrativa
2.      Reafirmación relativa de los postulados clásicos, propiciando nuevas dimensiones y reestructurando de acuerdo con las contingencias de la época.
3.      Énfasis en los principios generales de la administración.
4.      Énfasis en los objetivos y en los resultados.
5.      El eclecticismo de la teoría neoclásica,
6.      La administración como técnica social.
A manera de conclusión puede decirse que, la escuela holista, mediante la concepción de la organización como sistema abierto y flexible, depende de los cambios del entorno y de la tecnología para dar respuesta a los problemas de productividad, eficiencia y eficacia organizacional a la vez que alinearse con los criterios ecologicistas para el cuido del hogar global. En esta escuela, se ve claramente la contribución o aportes de otras disciplinas como la filosofía, la psicología, la sociología y sobre todo la generación del conocimiento, para lograr el enfoque transdisciplinario.
Y para finalizar, al concatenar este escrito con el trabajo doctoral, puedo asegurar, que el enfoque adoptado para el desarrollo del mismo, queda validado en esta triangulación hermenéutica, que por destinos del azar y de la sistemática búsqueda de información realizada, he logrado ubicar para enriquecer el ya mencionado trabajo, que refirma que el reto es grande y fuerte y por tanto debemos prepararnos, para seguir preparando en las aulas el Talento Humano, que con tanta premura se requiere en la subregión de la cuenca latinoamericana y caribeña.