sábado, 28 de mayo de 2016

LA CRISIS DEL VENEZOLANO

La palabra crisis nos representa una connotación negativa o de negatividad, sobre todo en este 2016 plagado de situaciones adversas que han  generado situaciones de impacto psicológico adverso en muchas personas, producto de la violencia, los excesos, informaciones encontradas y contradictorias, escasez, hambre, desabastecimiento, hiperinflación, devaluación, falta de seguridad y otros tantos factores que hacen a la cotidianeidad un campo de guerra diaria que nos obliga en términos de supervivencia.

Sin embargo para ilustrarnos un poco, vamos primeramente a revisar el origen etimológico de la palabra crisis: “crisis” viene del griego, donde encontramos exactamente el mismo término (“κρίσις”): con el significado de “separación”, “distinción”, “elección”, “discernimiento”, “disputa”, “decisión”, “juicio”, “resolución”, “sentencia”.

En principio, esta palabra no tiene un significado negativo. La crisis es el momento en que la rutina ha dejado de servirnos como guía y necesitamos optar por un camino y renunciar a otro. Naturalmente, esta decisión ha de hacerse de un modo prudente, teniendo en cuenta las consecuencias de cada alternativa. Por eso es necesario elegir con criterio, otra palabra griega que aparece en este contexto (“κριτήριον”, “criterion”) con el significado de “tribunal de justicia”. Como es obvio ningún tribunal debe dictaminar al buen tuntún y aquel capaz de juzgar con conocimiento y criterio, el que sabe tomar la decisión correcta, es el crítico (“κριτικός”, “capaz de juzgar”).

Etimológicamente al menos, crisis es todo lo contrario a aceptar un destino inevitable. El tiempo de la crisis es el de la decisión, la inteligencia y la valentía. Ante una crisis social o política, la decisión sobre el camino a tomar depende de quien tenga el poder y la capacidad de convencer a los demás. (tomado de: https://patiodefilosofos.wordpress.com)

Para Wikipedia: es una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de una realidad organizada pero inestable, sujeta a evolución; especialmente, la crisis de una estructura. Los cambios críticos, aunque previsibles, tienen siempre algún grado de incertidumbre en cuanto a su reversibilidad o grado de profundidad, pues si no serían meras reacciones automáticas como las físico-químicas. Si los cambios son profundos, súbitos y violentos, y sobre todo traen consecuencias trascendentales, van más allá de una crisis y se pueden denominar revolución.

Las crisis pueden designar un cambio traumático en la vida o salud de una persona o una situación social inestable y peligrosa en lo político, económico, militar, etc. También puede ser la definición de un hecho medioambiental de gran escala, especialmente los que implican un cambio abrupto. De una manera menos propia, se refieren con el nombre de crisis las emergencias o las épocas de dificultades de la crisis.

Para http://definicion.de/crisis/#ixzz49xr6cBUQ, desde un punto de vista psicológico, las crisis son tan comunes como necesarias para el desarrollo de una persona, y no siempre se trata de cuestiones negativas o tan evidentes como las expuestas en los párrafos anteriores. Cualquier obstáculo que se nos presente en la vida, por pequeño e insignificante que parezca a simple vista, representa un desafío que, de ser resuelto y superado, nos llevará a una nueva etapa en el espiral de nuestro crecimiento.

Frank Pittman habla de Cuatro Categorías de Crisis, las cuales están basadas en la naturaleza de la tensión, se presentan 3 de ellas:
1.  Crisis Circunstanciales: Son accidentales, desgracias inesperadas, apoyadas en un factor ambiental. Presentan un estrés manifiesto, imprevisible y surge de fuerzas externas, ajenas al individuo y a la familia. Slaikeu hace la siguiente lista de categorías de crisis circunstanciales
Enfermedades físicas y lesiones:
Cirugía, pérdida de un miembro del cuerpo, enfermedad que amenaza la vida, incapacidad física
Muerte inesperada:
Accidentes fatales, enfermedades mortales, homicidio, suicidio
Crímenes:
Asalto (robo, violación); violencia doméstica (niño y/o cónyuge maltratado/abuso; encarcelamiento/libertad de delincuentes
Desastres naturales y provocados por el hombre
Incendio, inundación, tornado, huracán, accidente nuclear, desastre aéreo
Guerra y hechos relacionados:
Invasión u otra acción militar, toma de rehenes, prisioneros de guerra, [terrorismo]
Familia y economía
Contrariedades económicas (inflación, desempleo), migración/reubicación, separación, divorcio 
2.  Crisis de Desarrollo: Pueden surgir a raíz de factores biológicos y sociales, más que de la estructura familiar. Los eventos precipitantes de este tipo de crisis tienen que ver con los procesos de maduración.  Por lo tanto, tienen el potencial de trasladar al individuo y a la familia a otro nivel de madurez y funcionamiento.  Evolucionar como familia es natural, y también es natural que haya resistencia a adaptarse a las nuevas etapas.  Son normales, universales y por ende, previsibles. Las crisis de desarrollo habituales abarcan el matrimonio, el nacimiento de hijos, el comienzo de la edad escolar, la pubertad, la independencia de los hijos y su posterior abandono del hogar, el envejecimiento, la jubilación, la decadencia y la muerte de los padres.
3.  Crisis Estructurales: Son aquellas crisis concurrentes en las que se exacerban de manera regular determinadas fuerzas, Brotan de las tensiones ocultas que no se han resuelto y que están subyacentes. Se producen como un intento para evitar el cambio.  La crisis sería como esos terremotos que surgen periódicamente, producto de fuerzas internas profundas.

Otros tipos de crisis:
·       Crisis económica o Crisis financiera: Es la fase más depresiva de la evolución de un proceso económico recesivo. Por recesión se entiende el movimiento cíclico descendente. La crisis económica afecta en mayor o menor grado a todas las personas, incluyendo a las personas que inicialmente tienen una buena posición económica. Con la crisis económica muchas personas se quedan desempleadas, debido a que los empresarios no soportan el pago de los insumos conjuntamente con el pago de los salarios a los trabajadores de toda la plantilla.
·       Crisis política: se designa como una coyuntura compleja en el marco del proceso político. Como tal, una crisis política es un proceso donde se altera o rompe el normal funcionamiento del sistema político y de las relaciones entre los actores políticos y sociales que lo componen, produciendo, durante un determinado periodo de tiempo, momentos de incertidumbre e inestabilidad institucional, hasta producirse el reacomodo del sistema a las nuevas condiciones. Una crisis política es básicamente una crisis de legitimidad, siendo que la política es la institución de representatividad por excelencia de una sociedad, donde se ven reflejados sus valores e intereses. El descontento, la desconfianza, la desaprobación o el desconocimiento de los representantes políticos, así como las tensiones, disfunciones y contradicciones que en el seno de la sociedad se han ido acumulando, son algunos de los primeros indicios que una crisis política se avecina.
·       Crisis sanitaria: Una crisis sanitaria o de salud pública es una situación de alarma o complicada del sistema sanitario que afecta a una o varias zonas geográficas, desde una localidad concreta hasta abarcar a todo el planeta. Suelen originar pérdidas en salud, vidas y dinero, pero a veces, se aprovechan maliciosamente con beneficios políticos o industriales. Su gravedad se suele medir por el número de personas afectadas, por su extensión geográfica, o por la morbilidad o mortalidad del proceso patógeno que lo origina
·       Crisis social: La crisis social tiene que ver directamente con la existencia de la gente cada día más pobre, cada día con menos esperanzas. Gente que no consigue comida, ni trabajo, ni vivienda, ni salud, ni transporte, ni educación, ni recreación, ni jubilación. El principio básico de igualdad de oportunidades sobre las que debe fundarse una sociedad democrática y de justicia no puede materializarse si el estado no actúa para ayudar y proteger para que la gente, con su propio esfuerzo, pueda salir de la pobreza de forma definitiva, porque solo así se logra promover y respetar la dignidad de cada persona.
·       Crisis emocional: es un estado temporal de trastorno y desorganización emocional, caracterizado por la incapacidad del individuo para enfrentar una situación particular y obtener un resultado positivo o dar alguna solución al problema. Los sucesos precipitantes son universalmente impactantes, de modo que casi siempre son capaces de precipitar una crisis: desde la muerte del cónyuge, la separación marital, la muerte súbita de un familiar cercano, lesiones personales o una enfermedad grave, un fracaso económico, un secuestro; hasta la jubilación, un embarazo, cambio de trabajo o de residencia, pueden generar situaciones de crisis.

La angustia sicológica producida por circunstancias que impactan la cotidianidad del ciudadano, tales como:
Ø  La alarmante disminución del poder adquisitivo del salario, derivado de la incontrolada inflación.
Ø  El desabastecimiento de alimentos y otros artículos de primera necesidad, aunado a la excesiva cantidad de horas dedicadas a hacer colas para intentar conseguirlos.
Ø  El deterioro del sistema de salud y la grave escasez de medicinas e insumos médicos necesarios para atender las enfermedades y sus emergencias.
Ø  La agudización de la polarización y el daño a la convivencia.
Ø  El aumento de la criminalidad, la violencia social, judicial y policial; la corrupción y la impunidad;
Ø  El ambiente de constante crispación en la confrontación política y la escalada de los discursos violentos, y
Ø  La censura en sus diferentes expresiones, la delación, la persecución y criminalización de ciudadanos y organizaciones cuando, apegados a la Constitución, ejercen su derecho a la protesta pacífica.
Está incidiendo directa y negativamente en la salud física y psicológica de los ciudadanos, generando angustia, miedo, ansiedad, depresión, indignación, enfermedades psicosomáticas, inseguridad ante el futuro, agresividad, desesperanza, apatía, repliegue individual y reducción de actividades en espacios compartidos. Estas son algunas de las expresiones individuales, familiares y colectivas de la población venezolana ante la incertidumbre y anomia generadas por una crisis socio-económica y política que sigue agravándose, en un ambiente de inestabilidad y conflictividad crecientes.

La Federación de Psicólogos de Venezuela (FPV) con la finalidad de contribuir en el manejo de la actual situación país por parte de los habitantes de Venezuela, ha colocado a disposición de todos el: “Decálogo de recomendaciones para los tiempos que vivimos”, preparado por la Red de Apoyo Psicólogico de la Universidad Central de Venezuela y la Federación de Psicólogos de Venezuela. Es un material gremial al que he llamado en este post: “10 conductas positivas para contrarrestar la crisis en Venezuela”, con el fin de hacerlo más accesible:
1.      Evite seguir el juego a políticos o líderes que acepten, utilicen o aprueben lenguaje o actos violentos. Ejerza su derecho a expresarse sin causar daño a otros, ni a la planta física, ni al ambiente.
2.      Reduzca su exposición a programas de TV, prensa o mensajes electrónicos que contribuyan a la confrontación violenta, o la propicien en contenido o intención.
3.      Privilegie los aspectos positivos que caracterizan nuestra identidad como venezolanos, en las relaciones con las otras personas: la solidaridad, el respeto, la hospitalidad, el buen humor, la generosidad, la tolerancia, entre otros.
4.      Preserve o rescate sus espacios de intercambio más cercanos: familia, amigos, compañeros de estudio o trabajo, vecinos. No permita que las diferencias políticas lesionen sus vínculos o quebranten sus afectos.
5.      Rescate la reflexión crítica como individuo y no se permita solidaridades automáticas, emocionales, u obedientes no deliberantes.
6.      Respete la diversidad, la opinión de los otros, la pluralidad, y acepte que siendo distintos podemos funcionar en convivencia. Ser tolerante no implica estar de acuerdo ni ser débiles, sino permitirnos convivir en respeto aunque no siempre pensemos o sintamos igual.
7.      Impida hacer de la política su único o principal tema de conversación. No la descalifique, pero no la privilegie.
8.      Renuncie a los odios y discrimine la información que recibe.
9.      Proteja de esta confrontación a las próximas generaciones. Procúrese espacios y momentos libres de temas políticos por el bien de los suyos y de Usted mismo.
10.  Sea cuidadoso con los temas que conversa con otros adultos, en presencia de niños; no menosprecie su capacidad de compresión. En general, trate de mantener a los niños fuera de la diatriba política.