domingo, 12 de diciembre de 2010

Naturaleza y Gerencia

Después de ver como la naturaleza ha descargado su furia en distintos lugares del continente y especialmente en algunas áreas del país, produciendo desastres y desolación en la población afectada, además de una cantidad considerable de muertos y personas desaparecidas en conjunto con las pérdidas materiales y económicas que traerán en el futuro inmediato nuevos problemas, como posibles desabastecimientos de bienes y productos, especialmente de rubros alimenticios por las cosechas arrasadas, debemos preguntarnos, ¿Por qué la naturaleza se ha vuelto tan feroz?, ¿Cuál es la causa de este fenómeno?, ¿Hasta dónde somos responsables de esta reacción?, y así podremos hacernos cualquier cantidad de interrogantes, muchas de las cuales quedarán sin respuesta debido a que no hemos sido formados para ello.

La industrialización y desarrollo humano han buscado el confort y la calidad de vida, pero la emisión de gases, la tala indiscriminada, la desaparición de bosques que permiten el asentamiento de nuevas ciudades y de factorías industriales, la necesidad de proveer nuevos empleos, entre otras muchas variables, son causantes del efecto invernadero, del aumento de la temperatura global, del daño a la capa de ozono y estas consecuencias, producen a su vez otros fenómenos consecuencia, como los llamados, “el niño” y la “niña”, no siendo los únicos, pero si los más reputados.

Cuando surgió el movimiento Greenpeace, fue visto como algo utópico, surgido del seno de un grupo de personas catalogadas como rebeldes sin causa, llegando incluso a atacárseles físicamente, a descalificarlos y en algunos casos hasta a ser enjuiciados por sus acciones. Los llamados partidos verdes o ecológicos, han sido vistos en el ámbito político, como movimientos idealistas, más no ideológicos, que conforman parte de la pluralidad, que en este sentido debe existir, pero no como alternativas reales para la conformación de un mundo equilibrado entre la naturaleza y el desarrollo humano.

La gerencia, vista esta, como el hecho que permite la gran toma de decisiones para lograr los objetivos propuestos, hasta ahora, no ha tomado en cuenta de manera seria, las consecuencias de sus acciones y su impacto ambiental, ya que la formación recibida en el pasado reciente, se enfoca en el aprendizaje de las ciencias y las técnicas que le provean al Gerente, las herramientas o los insumos necesarios para cumplir sus tareas de forma eficiente, pero sumido únicamente en su campo de acción, sin percatarse de las consecuencias o el impacto ecológico que su labor tiene para el planeta.

Es por ello que a partir de ahora, cuando aún no es tarde, debemos incorporar en el proceso de formación gerencial, cátedras dedicadas a desarrollar la conciencia ecológica y a su vez, en cada una de las cátedras que ya forman parte de este componente, aspectos de concienciación gerencial sobre las consecuencias que para la naturaleza tiene, cada una de las decisiones tomadas, ya que todas ellas, bien sea en conjunto o de manera individual, van a generar de manera directa o indirecta algún impacto ambiental, el cual generalmente es de índole negativa.

Cuando impulsamos la aceptación de algunos cambios gramaticales, como por ejemplo el uso de palabras como liderar, optimar, concienciar, entre otras, estamos haciendo gerencia ecológica, ya que cada letra suprimida sin cambiar el sentido de la palabra, significa menos tinta, menos papel y como consecuencia menos árboles talados y por tanto, preservación de los bosques y espacios naturales que permiten mantener pulmones vegetales, los cuales a su vez inciden de manera directa y positiva en el cuido del medio ambiente y por tanto en la disminución del daño al planeta.

Pero también, se deben abrir espacios de discusión para tratar desde ópticas distintas, este delicado tema, ya que el problema forma parte de nuestro ciclo existencial y por tanto debe ser considerado un problema de todos, tal como se entiende, cuando utilizamos el criterio de desarrollo sostenible o desarrollo sustentable,
Archivo:Desarrollo sostenible.svg
fuente: Wikipedia

formalizado por primera vez en el documento conocido como Informe Brundtland (1987), de la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo de Naciones Unidas y que expresa: "satisfacer las necesidades de las generaciones presentes sin comprometer las posibilidades de las del futuro para atender sus propias necesidades" y en este sentido el 1er CONGRESO DE ALTA GERENCIA EN EL CARIBE, (considerado como PIONERO), patrocinado por la Caribbean International University y que se llevó a cabo entre el 6 y el 8 12-2010, abrió espacios para esta discusión, en algunas de las ponencias presentadas, en las mesas de trabajo desarrolladas como espacio de discusión y en las tertulias informales llevadas a cabo entre los participantes de tan magno evento. Allí, ya se habló de la necesidad de una gestión educativa que incorpore este criterio, de una gerencia ecológica y del impacto del medio ambiente en la salud.

Sin embargo, creo necesario, que desde nuestros espacios CIDEC - CIU, debemos impulsar algunos encuentros y desarrollar conferencias que permitan el abordaje de este tema de manera crítica y analítica en los distintos niveles, ya que los aspirantes a Bachelor, Master y Doctor se ven afectados por igual por este fenómeno de cambio climático y son estos futuros profesionales y especialistas, los llamados a iniciar este nuevo ciclo de gerencia ecológica que permita en el futuro inmediato comenzar a revertir el daño hecho a la madre naturaleza.

Vaya desde este espacio, mi palabra de aliento y solidaridad para nuestra querida participante y empleada del CIDEC, Belkis Ruiz Tovar, afectada de manera directa por los hechos consecuencia de este fenómeno natural, y el llamado a todos quienes conformamos la comunidad CIDEC – CIU, para prestar nuestra ayuda material, además de la espiritual, a favor de Belkis y de los miles de afectados a lo largo y ancho del territorio nacional. La solidaridad es un valor expreso de quienes hacemos vida académica y administrativa en esta comunidad y por ello uniremos esfuerzos para ayudar a quienes hoy nos necesitan.

lunes, 29 de noviembre de 2010

La tolerancia

Para algunas personas, el término en referencia puede ser considerado como un valor o un principio. La palabra es tan utilizada en estos días, que por momentos, parece perder su valor o importancia ya que la utilizan, Jefes de Estado y figuras políticas que la promueven, grupos religiosos que la practican, educadores en universidades y aulas de todo el mundo que predican su importancia, asociaciones no gubernamentales y de otra índole que la requieren de manera apremiante, sin embargo, hay momentos en el país, en los que parece ser desconocido su significado. Pasamos por situaciones difíciles desde lo social, lo económico, lo político, lo ambiental pero también desde lo educativo, por lo que se hace necesario y ¿por qué no?, hasta urgente, incorporar en las discusiones propias de nuestras cátedras, la necesidad de retomar el eje axiológico como aspecto fundamental de la educación y formación que en el CIDEC – CIU impartimos.

Etimológicamente la palabra proviene del latín tolerare (sostener, soportar), y define el grado de aceptación frente a un elemento contrario a una regla moral y para Wikipedia, es la capacidad de aceptación de una persona a otra que no es capaz de soportar a alguien o a un grupo ante lo que no es similar a sus valores o las normas establecidas por la sociedad. Es el respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias. Es la actitud que una persona tiene respecto a aquello que es diferente de sus valores. Es la capacidad de escuchar y aceptar a los demás, comprendiendo el valor de las distintas formas de entender la vida. Tolerancia no es hacer concesiones, pero tampoco es indiferencia. Para ser tolerante es necesario conocer al otro. Es el respeto mutuo mediante el entendimiento mutuo. Según ciertas teorías el miedo y la ignorancia son las raíces que causan la intolerancia y sus patrones pueden imprimirse en la psique humana desde muy temprana edad.

Pero debemos cuestionarnos, al tolerar algo, ya sea una persona, un grupo o una línea de conducta ¿no estamos asumiendo implícitamente que se trata de algo defectuoso o inaceptable?, y acaso, ¿la calificación de defectuoso o inaceptable no deriva de la medida en que el hecho cuestionado difiere de los valores y creencias que nosotros tenemos del mismo?, ¿la tolerancia fija límites o nos permite nuestra autenticidad y la libre expresión?, ¿puede decirse que al aceptar la tolerancia, aceptamos la desigualdad?

Ciertamente el problema es humano, debido a la naturaleza de nuestras relaciones y condición gregaria, ya que para poder convivir en ambientes tolerantes hemos debido fijar normas y límites para nuestro accionar y la comprensión y respeto a las mismas tiene un origen común, el hogar y la formación que allí recibimos. Sin embargo, la descomposición social que caracteriza algunos sectores, es quizás el aspecto más importante, pero no el único, que interviene de manera negativa en la deformación social del individuo, ese, que luego va a ser un habitante de la ciudad pero no un ciudadano y también va a ser un discente, un participante, un aspirante a que la educación le provea un mejor mundo y por tanto un actor dentro de nuestras aulas.

¿Cuándo los cursantes protestan o solicitan se les cambie un facilitador, no están siendo intolerantes?, ¿Cuándo el docente o facilitador expone la normativa institucional en el aula y exige el cumplimiento de las mismas, no está siendo intolerante?, ¿la norma per se, no induce a la intolerancia?

Con las cuestiones anteriormente expresadas, no pretendo fijar posición, solo abrir un espacio para la discusión, dado lo extenso e importante del tema y la oportunidad, única, que en mi opinión, los estudios doctorales del CIDEC – CIU nos brindan y que no deberíamos desaprovechar, ya que en ese mismo espacio, es donde hemos podido percibir una mayor necesidad de tolerancia, dada la gran dosis de intolerancia demostrada por algunos actores.

Fijar posición no implica imponer criterios, pero la interpretación que de esa posición se haga, puede ser tildada de intolerante y surgirá de nuevo la gran interrogante, ¿quién tiene la razón?, ¿el que se expresa y hace uso de su libertad o el que interpreta y asume una óptica personal distinta?. Lo cierto es, que es un tema bastante difícil y exige de parte de los docentes y directivos una gran capacidad estratégica para manejar las distintas y complicadas situaciones que diariamente se presentan, con satisfacción para las partes y sin menoscabo de sus derechos.

Cuando un docente o facilitador es a su vez discente o participante, ¿cual debe ser la posición a asumir cuando se ventilan asuntos, que por su interpretación, critican de manera negativa a la institución y/o a sus directivos?, ¿al mostrar el sentido de pertenencia, no está siendo visto como intolerante por el resto de sus compañeros discentes o participantes?

Lo emocionante del tema y la posibilidad de contribuir a tener el mundo con el que soñamos y que además nos merecemos, obliga a la profundización del mismo y a impulsar investigaciones que permitan nuevos aportes a la convivencia, en todos los ámbitos de desenvolvimiento del ser, pasando incluso por preguntarnos, ¿Cuándo la investigación está sometida a normas, rígidas en muchos casos, no es intolerante?, ¿no se debería acaso ser más tolerantes con los investigadores para lograr nuevos saberes?

Por cualquier arista que se aborde el tema, va a surgir la polémica y por eso, insisto en abrir la discusión de manera franca, pero buscando lograr ese algo que permita un hombre nuevo para un mundo distinto y ese es nuestro reto.

El Ier. Congreso de Alta Gerencia en el Caribe a celebrarse los días 6, 7 y 8 de diciembre 2010 en las instalaciones de la Caribbean International University en Curazao, la presentación de la revista Cideescribiendo el próximo 1 de diciembre 2010 en las instalaciones del Hotel Villa D´Este y el desarrollo de las líneas de investigación, son solo algunos hechos que permiten ver los avances que vamos obteniendo y son espacios propicios para dar la discusión en este tópico y en muchos otros que habrá que asumir y desarrollar en el futuro inmediato. Desde este espacio, aprovecho la oportunidad para felicitar y hacer llegar mi palabra de aliento, a todos aquellos que han trabajado denodadamente para lograr el éxito de los eventos aquí mencionados. Es egoísta de mi parte no identificarlos, pero corro el riesgo de dejar alguno sin mencionar y por aquello de la tolerancia, prefiero generalizar, sin embargo, estoy seguro que cada uno de ellos sabe que sus nombres están presentes en este escrito.

domingo, 31 de octubre de 2010

Cantiflerismo académico

Con este término algunos personajes del mundo académico han tratado de descalificar o de desvirtuar posiciones asumidas por otros actores de este mismo mundo y en ocasiones con adjetivaciones, que pueden llegar a rayar en lo ofensivo, cuando se afirma que es una forma de mantenerse económicamente activos en la docencia. Vistas estas posiciones y aun cuando el análisis aun no tiene la profundidad deseada, lo cual podría llevarme en un futuro cercano a reconsiderar posiciones, estimo que frente a los rápidos y continuos avances de la sociedad y la tecnología, debemos ahondar en la apertura mental y darle cabida a estas nuevas posiciones a objeto de validarlas con personas de distintas corrientes y/o escuelas de pensamiento.

Se descalifican generalmente los términos construidos con base en el prefijo “trans” y se intenta igualar una nueva realidad con las realidades emergentes que en determinado momento y en contra de las dimensiones de la física, pudieran considerarse “por encima de”, esto, desde el punto de vista metafórico, para identificar un plano mayor, pero no por ello superior.

Para algunas personas, la transdisciplinariedad no existe, sino que la conjunción de varias disciplinas genera una nueva disciplina, sin distingo de las anteriores. Mis respetos y mi reconocimiento para ellos, pero por ahora, voy a mantener mi postura, respecto a la existencia de la transdisciplinariedad, ya que así como el ciberespacio lo imaginamos como un espacio superior al plano de la realidad física dónde nos desenvolvemos, considero que este mismo criterio se conforma en transdisciplinario, por las disciplinas que se conjugan para hacerlo distinto al espacio conocido y por ello aceptarlo como ciberespacio, aún cuando a partir de esta denominación, se utilice el término “ciber” de manera indiscriminada y para denominaciones que pueden considerarse poco apropiadas, como por ejemplo un ciberciudadano.

De igual manera la transcomplejidad, si de por sí, el humano es un ser complejo, ¿Qué pasa cuando integramos un equipo de alto desempeño?, ¿tenemos varias complejidades trabajando juntas en un solo plano complejo o tenemos un nuevo plano complejo que transciende a los planos complejos individuales?

La respuesta no la tengo y no sé si la tendré en la inmediatez del tiempo, ya que me pregunto: ¿si no existe la transdisciplinariedad ni la transcomplejidad, cómo si existe la transrealidad? y ello me obliga a profundizar en la investigación, la reflexión y el análisis, pero la necesidad de fijar posición es impostergable, ya que precisamente por esa inconmensurabilidad de la vida, no puedo siquiera atisbar los designios del creador y por tanto frente a la duda que me carcome, mejor adelantar alguna postura.

Bien es cierto que el arte de escribir, debe consistir en hacer extremadamente fácil lo complejamente difícil, a objeto de lograr que los saberes lleguen a la mayor cantidad de seres humanos para incrementar la calidad de vida del ciudadano, pero no es menos cierto que los escenarios siempre son estratificados y por ello se intenta identificar al lector propio más que al lector universal.

Morín ha hecho su aporte al legarnos los estudios sobre pensamiento complejo y a partir de ellos intentar conocer otras visiones, que en algún momento socio histórico no pudimos ver, pero que ahora pueden permitirnos lograr una reinterpretación de la epistemología para entender o encontrar otros orígenes para el conocimiento y su valoración social.

Cuando algunos teóricos afirmaron que el computador e internet podían considerarse entre los inventos más tontos para la humanidad, otras personas se rasgaron las vestiduras en defensa de tales inventos y comenzó la polémica y la diatriba. Algunos analizaron el trasfondo de tal afirmación y otros vieron la afirmación en su propio contexto, sin embargo cuando analizamos que el computador e internet sin la intervención del humano no tendrían utilidad alguna, podemos ver y entender otra realidad, la cual puede considerarse una transrealidad y frente a ello me cuestiono: ¿no podría ser en realidad una transdisciplina transcompleja?

¿La filosofía rizomática y el pensamiento reflexivo serán entonces también para esos personeros, parte del cantiflerismo académico?

El desarrollo de la humanidad, la revolución industrial, la revolución tecnológica, entre otras realidades de esta hermosa existencialidad, solo fueron posibles venciendo la resistencia de los personeros que en cada época histórica, se han considerado dueños de la verdad y únicos autorizados para establecer criterios del pensamiento universal, y trataron de imponerla por distintas vías, sin embargo cada visionario que luchó contra esas premisas, hizo acopio de saberes y posiciones personales, académicas o teóricas para perseverar y legarnos a los que hoy transitamos la vía de generar nuevos conocimientos, sus teorías o posturas para, a partir de todas ellas, reinventarnos como humanos.

La discusión debe ser abordada de manera prístina y darle cabida a todas las nuevas visiones que puedan ser elaboradas y colocadas en la palestra para contribuir al desarrollo humano, más nunca para descalificar o reforzar posturas respetables y hasta aceptables pero no por ello, únicas o dogmáticas, ya que la realidad y la transrealidad forman parte de una complejidad existencial que no puede ser manejada por una sola disciplina y en ocasiones, tampoco por dos o tres disciplinas conjugadas, sino por la actuación de equipos multidisciplinarios que de manera concertada han debido establecer nuevos patrones disciplinares.

Respeto, como dije anteriormente, las posiciones de esas personas al utilizar el término de cantiflerismo académico, sin embargo, no comparto ni el término ni la postura y por ello mantendré la mía de aceptar la transdisciplinariedad, la transcomplejidad, la transrealidad, la filosofía rizomática y el pensamiento reflexivo entre otros términos, como válidos dentro del mundo académico, para generar nuevas posturas que permitan su transferencia al mundo laboral y personal, como forma de lograr la armonía pérdida en la realidad real y coadyuvar al desarrollo del mundo y el país que nos merecemos.

Respetuoso de las individualidades y de las diferencias, sostengo, que cada uno es dueño de sus espacios, incluidos los espacios mentales dónde construimos nuestras verdades, las cuales nos acompañarán en el diario transitar por este mundo terrenal, totalmente consciente del hecho que lo único permanente para nuestra sociedad es el cambio, y que en la medida que profundicemos en este tema, podremos en el futuro mediato reforzar nuestra postura, ajustarla a las nuevas realidades, producto de nuevas visiones y ¿por qué no?, hasta cambiarla, si el descubrimiento de nuevos saberes así lo amerita, lo contrario nos llevaría a posiciones de rigidez que nos decretarían una muerte mental prematura.

Si estamos vivos, entonces, apostemos a la discusión como forma de contribución al desarrollo humano y a nuestra transcendencia personal y profesional, para entender entonces, por qué son las profundas diferencias de pensamiento lo que más me une a mis compañeros "mochileros académicos" y por qué lo que más nos separa, son las grandes similitudes de nuestro accionar.

jueves, 30 de septiembre de 2010

La importancia de la importancia

En días pasados compartiendo una discusión académica con un antiguo discípulo, hoy en funciones directivas en una renombrada institución universitaria, cruzábamos ideas sobre un trabajo de investigación presentado para optar a un grado académico el cual incluía en su título la palabra importancia y allí surgieron los desacuerdos. Mi otrora discípulo alegaba que si la cosa ya era importante, ¿entonces para que se estudiaba?

Su razonamiento dio pie a iniciar el estudio de la importancia de la importancia, ya que me asaltó la duda, ¿estamos claros de lo que es la importancia?, ¿sabemos priorizar las cosas importantes?, ¿existen varios grados de importancia?, o ¿la importancia es solo una y utilizamos un discurso manipulador para su manejo?. Esas y muchas otras preguntas más bullen en mi mente buscando respuestas y razones y sobre todo porque en la cotidianidad de nuestra vida y de la praxis gerencial nos topamos con este criterio muchas más veces de las que nos gustaría.

Igual sucede cuando administramos la cátedra de Práctica Gerencial y los participantes estudian la importancia de las cosas, por ello lo primero que hice fue revisar la etimología de la importancia y al respecto tenemos que para la RAE, importancia es: 1. f. Cualidad de lo importante, de lo que es muy conveniente o interesante, o de mucha entidad o consecuencia. 2. f. Representación de alguien por su dignidad o cualidades. Hombre de importancia.

Al revisar estos significados podemos observar que se refiere mayormente a personas y por ello la necesidad de triangular y cotejar con otras definiciones y al respecto ABC expresa que: "El término importancia refiere a la trascendencia y al valor que algo o alguien ostentan per se o por las circunstancias que lo rodean". En esta definición puede percibirse con mayor claridad la manifestación genérica del término, pero se observa también la naturaleza subjetiva del mismo, la cual va a implicar juicios de valor por parte de quien asigna la importancia, así como de parte de quién recibe esa asignación.

Ejemplo de lo anterior podemos verlo cuando alguien se refiere en términos de: eso no tiene la más mínima importancia, cuando se quiere desvalorizar a la opinión o posición de otra persona o cuando queremos minimizar nuestros propios errores.

De allí que debamos atender a otra de las dudas planteadas al inicio: ¿existen varios grados de importancia?, sobre todo al relacionarla con los instrumentos de recolección de datos, dónde encontramos criterios como: sumamente importante, muy importante, importante, medianamente importante, poco importante, nada importante, sin importancia y esta cantidad de criterios justifica la duda planteada.

Primero debe abordarse la diferencia entre los grados superlativos de la importancia (si es que existieren), luego como no existe antónimo para superlativo, debe analizarse la relación entre los componentes inferiores de la escala para finalmente poder relacionar los resultados y hacernos una idea clara de la razón de estudiar la importancia de la importancia.

Hasta la saciedad hemos escuchado que todos somos importantes, sin embargo nos encontramos que las personalidades y las celebridades son más importantes que el común de los mortales (VIP), echando por tierra la premisa constitucional de la igualdad, lo cual genera otra discusión (que debe ser abordada en estudio aparte), o somo iguales o aceptamos la entelequia de la igualdad y si eso es así, ¿como estudiar entonces la importancia que nos diferencia?

Para concretar: ¿es importante el estudio de la importancia de las cosas?

En mi criterio particular y dado el hecho que la importancia es un valor subjetivo, asignado de manera subjetiva y entendido de manera subjetiva, se hace necesario que existan o se desarrollen investigaciones o estudios de práctica gerencial que permitan establecer sin lugar a dudas, el grado de importancia que se le asignan a cosas, personas, hechos, procesos, procedimientos, labores, modelos entre otras cosas, en las instituciones y en la sociedad a objeto de poder optimar el desenvolvimiento de las personas y las metodologías laborales que permitan el alcance la eficiencia o efectividad según sea el caso.

La discusión debe continuar a objeto de permitirnos minimizar las dudas y por tanto maximizar los saberes.

jueves, 19 de agosto de 2010

Práctica Gerencial

La implementación del programa de Práctica Gerencial en los programas de Master del convenio CIDEC - CIU, ha sido un logro innobjetable y permite mostrarle al mundo que para darle respuestas a la demandas de la sociedad del futuro, debe innovarse y mantenerse a la par de los avances que signan al mundo post moderno, por lo que las instituciones no pueden convertirse sobre la base de los éxitos alcanzados, en organizaciones estáticas.
Pero esta innovadora y exitosa experiencia produce sentimientos encontrados, por un lado, la satisfacción al ver los trabajos elaborados por los participantes, dónde se plantean optimaciones a la práctica gerencial o soluciones a problemas gerenciales de la cotidianidad y que dejan ver las competencias gerenciales adquiridas a lo largo del programa, pero por otro lado deja un sabor amargo, al percibir la casi imposibilidad de borrar de la mente de estos mismos participantes, la asociación con el Trabajo de Investigación propio de la Universidad tradicional como requisito para alcanzar un grado académico.
A pesar de establecer al inicio de cada curso, procesos de desaprendizaje para poder aprender a aprender y aprehender así los nuevos saberes de la práctica gerencial, se hace cuesta arriba, impedir que los participantes, dentro de una natural resistencia al cambio, comparen el nuevo proceso con un curso de metodología de la investigación y en sus intervenciones, así lo hacen saber, motivo por el cual hay que armarse de valor para perseverar en esta nueva concepción y desarrollar estrategias didácticas innovadoras para ir avanzando progresivamente en el desmontaje de ese mapa mental tan arraigado.
Al comenzar la elaboración del diagnóstico situacional, comienza la comparación con el problema de investigación, lo cual deja al descubierto además, que siempre existe la connotación de negatividad en esa investigación tradicional y por ello, lleva consigo la condición de requisito para aprobar, mas no de instrumento para aportar y demostrar competencias gerenciales.
Con algunos participantes, el proceso de elaboración de la práctica gerencial, fluye con facilidad, pero con otros, que en ocasiones puede considerarse mayoría, la resistencia es mayor, dándose casos aislados, que al llegar al último encuentro para revisar el Informe Técnico elaborado, todavía se expresan en términos del trabajo de investigación.
Sin embargo, en la interrelación que se desarrolla con los participantes, se ha logrado en línea general, hacerles comprender el proceso innovador de estos estudios y aceptar las diferencias sin la necesidad de establecer comparaciones, visualizando a cada uno en su propio escenario y sin criterios excluyentes, sino entendiendo que cada tipo de estudio tiene su propio ámbito y objetivo, lo que ha permitido que finalmente muestren las competencias gerenciales adquiridas y puestas en práctica, así como realizar aportes al hecho gerencial estudiado.
Una vez elaborado el informe técnico de la Práctica Gerencial, este, provee ya la satisfacción del logro y al analizar con cada participante el resultado, se percibe el cambio de actitud y de mentalidad alcanzado, observandose las ventajas que depara y entendiendo el logro que les permite sentir, que realmente se encuentran preparados para el abordaje de nuevas responsabilidades tanto en su campo laboral como en su vida personal. 
La experiencia acumulada hasta ahora, obliga a asumir un mayor compromiso como docente y para la coordinación, ya que habrá que transmitirla a los demás docentes que asumirán la administración de esta cátedra, manteniendo la unificación de criterios en lo relativo a los contenidos del programa para evitar desviaciones o sesgos que frenen el avance alcanzado e impedir que se siga profundizando la asociación con el trabajo de investigación tradicional, permitiendo a la vez, que cada docente haga gala de sus competencias didácticas para el logro del objetivo propuesto por las autoridades de la institución.
Los resultados alcanzados serán el fiel indicador de los avances y de la actualización constante como hecho diferenciador con otras instituciones educativas, por lo que debe intensificarse el proceso de concienciación tanto a los participantes como a los docentes de todas las cátedras del programa de Master, ya que el secreto del éxito reside en entender que la Práctica Gerencial recoge o debe recoger los saberes y competencias desarrolladas en el curso de todas las asignaturas que lo componen y su elaboración comienza el mismo día que comienza el programa.

sábado, 24 de julio de 2010

Las Ntic´s

Ha sido una grata sorpresa dentro del ámbito CIDEC CIU la incorporación del estudio de las nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones, aunque hemos debido luchar contra el fantasma de la informatización, ya que todavía queda gente que cuando se le menciona Ntic´s, automaticamente lo asocia con el mundo informático, por lo que hemos debido implementar el proceso de desaprendizaje a objeto de hacerles entender que estas nuevas tecnologías giran en torno a 4 medios distintos como lo son: la informática, la microelectrónica, las redes y los multimedia, lo cual ha permitido la flexibilidad y aplicabilidad a todos los campos del saber.
La lucha ha sido dura, ya que la mas de las veces hemos debido apoyarnos en el uso de los equipos personales de los participantes, lo cual nos ha permitido poner en práctica las competencias gerenciales adquiridas a lo largo del desarrollo de las actividades académicas y verificar el carácter colaborativo de los cursantes para poder entender la colaboratividad de las Ntic´s.
Se ha logrado que cada participante se familiarice con el uso de la ofimática y que realice cálculos para la obtención de índices o promedios que le permitan practicar su rol gerencial en cuanto a análisis y toma de decisiones se refiere y que se hagan presentaciones públicas de los resultados obtenidos.
También se ha logrado que cada participante construya su propio blog y que publique sus opiniones respecto a la importancia de las Ntic´s para el área del saber en el cual cursa sus estudios. Igualmente se han construidos wikis, en las cuales el administrador designado por el propio curso y de manera autoconducida, crea la wiki y la administra y el resto de los participantes hacen sus aportes colaborativos para el tema escogido, el cual deber estar relacionado con la materia o el área de estudio.
La participación en redes sociales como icono de la WEB 2.0, ha pasado a ser materia de la cotidianidad y la interactividad entre participantes y en ocasiones los docentes, lo que ha permitido el trabajo mancomunado en pos del objetivo trazado.
Sin embargo, en mi criterio, nos estamos alejando un poco del deber ser de la incorporación de la materia en el pensa de estudios gerenciales. Estamos proveyéndole a los participantes un arsenal de herramientas para evitar la obsolescencia prematura del Talento Humano, pero estamos olvidando el conector de estas herramientas con el hecho gerencial del siglo XXI y desde el referente ontológico, no podemos dejar de imbricar este nuevo mundo con los sistemas de información y sobre todo con el SIG o sistema de información gerencial, dónde el participante puede demostrar su capacidad para el proceso y generación de la información para la toma de decisiones a nivel estratégico, sea en condiciones de certeza, incertidumbre o riesgo y como apoyarse en las Ntic´s para la transmisión de esta información, que permita la toma de decisiones desde lugares remotos del planeta dónde se encuentre el gerente estratega.
Debemos correlacionar a las Ntic´s con el diseño, administración y evaluación de proyectos y tratar de formar a nuestros participantes en esta materia, tan importante en la post, post modernidad como la toma de decisiones y el uso de las Ntic´s.
Estas inquietudes, en mi opinión, demuestran el espíritu innovador que prevalece en el CIDEC CIU y el hecho diferenciador con la Universidad tradicional venezolana.
Como dijo el poeta: "caminante no hay camino, se hace camino al andar" y nosotros, gracias a la acción del creador, quien nos ha colocado en este momento histórico, no escribimos la historia, sino que estamos haciendo la historia por lo que cada participante, cada docente, cada directivo, cada una de las personas del personal administrativo y de apoyo del CIDEC CIU, son parte importante en este capítulo de la historia contemporánea.

jueves, 10 de junio de 2010

Evaluación

Hablar de evaluación, es hablar de un tema polémico, ya que existen diversas formas de enfocar este tema y muchas aristas para su análisis. En muchas ocasiones confundimos medir con evaluar y arrastramos a los evaluados con las consecuencias de este error. A lo largo de los años, el modelo evaluativo ha evolucionado a la par de la sociedad y sus demandas, se han intentado diversas formas, técnicas y/o métodos para evaluar, tratando de ajustarse a cada época o momento, sin embargo la mas de las veces se piensa la evaluación desde el punto de vista del evaluador hacia el evaluado, sin tomar en cuenta las consideraciones de este hacia el proceso y el momento evaluativo. Pero como todo en esta vida, llega una vez más el momento de cuestionar y ahora debemos cuestionar varias cosas y buscar solución para estos cuestionamientos.
Está claro que el modelo evaluativo actual no ha respondido a las necesidades sociales y ello puede deberse en gran medida al hecho de no haber incluido o consultado a los diversos actores que confluyen en el proceso educativo. Está claro que este es un hecho multifactorial y todos los actores sociales, económicos y políticos tienen que ver con este proceso, sin embargo es difícil imaginarse al empresariado dando su opinión sobre el modelo evaluativo necesario para contribuir al desarrollo integral de la nación, quizás, porque no son consultados, o porque ellos se preocupan más de sus negocios que del talento humano que permite llevar adelante a sus negocios. A lo mejor no es así, no está claro ni se percibe una vertiente que permita un análisis menos sesgado o más objetivo.
Pero lo cierto es que en medio de estos cuestionamientos, debemos preguntarnos: ¿evaluación cuantitativa o cualitativa?, ¿quizás una mezcla de las dos?, ¿en qué medida? Si observamos los resultados de una evaluación cuantitativa cualquiera, debería asaltarnos de inmediato una gran duda: ¿el evaluado que obtiene una calificación de 17 o 19 puntos está más aprobado que aquel que obtiene una calificación de 10 u 11 puntos?, ¿que representa en realidad el resultado de la escala intermedia de notas?, ¿será que tenemos un país mediocre por que muchos o quizás la mayoría de los egresados de las aulas universitarias y de la educación media han obtenido un promedio intermedio en sus evaluaciones?, ¿el resultado de una evaluación, que lo que más hace es medir y no evaluar, representa en realidad la calidad educativa?, ¿el resultado poco afortunado de un momento histórico para una persona, debe marcar su futuro en la vida personal y profesional?
Son muchos los cuestionamientos que debemos hacer y pocas las respuestas que tenemos para afrontar estas situaciones. Existen muchos "críticos" de oficio pero que nada aportan y poca gente pensando en este tema. ¿Será que llegó el momento de expresar nuestras ideas aun cuando estos "críticos" de oficio intenten descalificarnos y comenzar a hacer propuestas para el análisis y posterior desarrollo de un nuevo modelo evaluativo acorde a nuestros tiempos.
Habrá llegado el momento de abordar este álgido tema desde la óptica cualitativa con solo dos estadios: 1.- aprobado y 2.- en proceso de aprobación.
Si ese fuese el caso, entonces primero debemos revisar el sistema de competencias laborales e incrementar el mínimo requerido para la aprobación a un 70% y a la vez reforzar el proceso educativo en cuanto al tema de valores y principios, para trabajar con mayor profundidad lo relativo a honestidad y que el evaluado entienda que estar en proceso de aprobación, además de ser algo natural, es lo más indicado para no hacerle daño y producir una posterior frustración cuando no pueda mantenerse exitosamente en el campo laboral.
¿Cómo hacer para quitarle el negativismo a la evaluación y que esta no sea utilizada para someter al escarnio público al evaluado que aún no haya alcanzado las competencias mínimas necesarias para abordar un nuevo nivel educativo?
¿Cómo podemos minimizar ese estrés, paralizante en ocasiones, que invade a la persona al momento de ser evaluado?
El tema, por demás apasionante y polémico, exige mucha reflexión y prudencia. No debemos olvidar que a la educación le corresponde el digno oficio de vender sueños e ilusiones, no permitamos que un proceso de medición, que no de verdadera evaluación, le haga daño al país por las frustraciones que puede llegar a producir en un evaluado y en vez de tener mano de obra especializada o un profesional insertos en la economía productiva, tengamos un nuevo delincuente ejerciendo en el país.

lunes, 17 de mayo de 2010

Los estudios doctorales

Crear nuevos conocimientos o nuevos saberes parece ser una tarea fácil cuando no tenemos claro los niveles de complejidad de los seres humanos, quienes normalmente jugamos al doble papel de ser jueces y productores de esos saberes de forma simultánea y dejamos de lado la susceptibilidad humana que perturba la objetividad y trastoca la visión de las cosas haciéndonos ver realidades que a veces no son tales.
Por ello elaborar una tesis doctoral requiere, tiempo, dedicación, paciencia, búsqueda, sistematización, una visión amplia y mentalidad abierta entre otras muchas cosas que deben formar parte del perfil y de las competencias del investigador, de allí que la investigación que actualmente realizamos en la Caribbean International University enfocada hacia la modalidad transcompleja sea una alternativa distinta y válida a la vez, ya que permitirá establecer el enfoque en las necesidades humanas en todas sus dimensiones y generar respuestas que nos permitan afrontar el incierto futuro con mayor seguridad y herramientas tangibles para alcanzar el objetivo propuesto.
Sin embargo debemos estar preparados para la crítica, cualquiera sea su intencionalidad y su proveniencia, debemos afrontar con mucha humildad los errores cometidos y aprender de ellos, ya que esta es una forma de validar nuestras propuestas de cambio y apropiarnos de nuevos saberes para colocarlos a la disposición de nuestros congéneres para mejorar la calidad de vida.
El camino apenas comienza y sabemos que encontraremos flores y espinas a lo largo de él, pero depende de nosotros ver la vida desde el optimismo y la belleza como arma fundamental para derrotar el pesimismo y las fuerzas que se opongan al sueño del país que nos merecemos y que con tesón y perseverancia habremos de conquistar.
Nos corresponde el honor de trazar el rumbo y tenemos aliados para ello, las autoridades académicas, nuestro criterio y modelo innovador y cada uno de nuestros compañeros que dan lo mejor de sí y su aporte y visión para coadyuvar al logro.
Perseveremos para satisfacción de quienes nos rodean y como agradecimiento al país