lunes, 24 de abril de 2017

LOS SOFISMAS

Dadas las circunstancias por las que atravesamos en estos momentos de la Venezuela de los tiempos revueltos, las dobles caras, la descalificación y la burla, no solos al adversario sino al pueblo que clama libertad y cambio, considero importante dar un repaso al criterio y concepción de los sofismas y los sofistas.
El sofisma etimológicamente proviene de la palabra “sofista” y esta a su vez del griego “sophía” que significa “sabiduría” y “sophos” que expresa “sabios” y generalmente es considerado como el argumento o raciocinio falso, formulado con la finalidad de inducir en el error al adversario. Es la falacia intencional, en que el individuo enuncia una inferencia errónea, no válida, con la cual sabe que está engañando a otra.
Tomado de Wikipedia: El sofisma es un método de enseñanza. En la antigua Grecia, los sofistas eran una categoría de maestros que se especializaban en el uso de las técnicas de la filosofía y la retórica con el propósito de enseñar la "excelencia" o "virtud" -predominantemente a los jóvenes estadistas y la nobleza. La práctica de cobrar dinero por la educación y proporcionar sabiduría sólo a los que podían pagar llevó a las condenas hechas por Sócrates (como él es retratado por Platón en sus diálogos), así como Memorabilia de Xenofonte. A través de obras como éstas, los sofistas fueron retratados como "engañosos" o "engañosos", de ahí el significado moderno del término.
El término se originó del griego σόφισμα, sophisma, de σοφίζω, sophizo "Soy sabio"; Conferir σοφιστής, sophistēs, que significa "sabio, que hace sabiduría", y σοφός, sophós significa "hombre sabio".
Los sofistas podían describirse tanto como profesores como como filósofos, habiendo viajado por Grecia enseñando a sus estudiantes diversas habilidades para la vida, particularmente la retórica y la oratoria. Éstas eran cualidades útiles de la época, durante las cuales la habilidad persuasiva tenía una gran influencia en el poder político y en la riqueza económica. Atenas se convirtió en el centro de la actividad de los sofistas, debido a la libertad de expresión de la ciudad para los ciudadanos no esclavos y la riqueza de los recursos. Hubo numerosas diferencias entre las enseñanzas de los sofistas y dieron conferencias sobre temas tan diversos como la semántica y la retórica, hasta la ontología y  la epistemología. Los sofistas enseñaban sus creencias a un precio considerable.
Lo que distingue a los sofistas de otros maestros en la antigua Grecia fue su considerable riqueza de conocimientos y dialectos en lo que respecta a la retórica. Estos hombres celebraron sesiones pequeñas para enseñar a otros. Los sofistas tenían a menudo una mala reputación porque nunca demandaron enseñar virtud y fueron alejados eventualmente por filósofos tales como Aristóteles y Sócrates que estaban contra los sofistas.
Los sofistas se hicieron populares tras el desarrollo del pensamiento y la sociedad en Atenas, en el siglo V AC. Ofrecían educación práctica con enseñanzas que incluían especulaciones sobre la naturaleza del universo, así como sobre el arte de la vida y la política. Creían que la ley era un acuerdo entre las personas y que la justicia no existía. Entre los sofistas, Protágoras, Gorgias, Prodicus, Hippias, Thrasymachus, Callicles, Lycophron, Antífona, y Cratylus son los más conocidos.
Los primeros sofistas eran muy respetados pero pronto se hicieron impopulares y estaban sujetos a mucha oposición y controversia debido a sus altos honorarios y sus desafíos radicales a la convención. Los únicos ciudadanos que tenían el dinero para aprender de los sofistas venían de la clase aristocrática, lo que significaba que muchos ciudadanos eran incapaces de aprender de ellos. Se creía que los sofistas enseñaban a estos aristócratas cómo manipular al público atendiendo a la opinión popular, en lugar de preocuparse por la verdad.
En la actualidad, muchos autores utilizan falacia y sofismas como iguales o sinónimos y se abre la discusión debido a la aproximación práctica de ambos términos. Cada concepto es independiente con su propia clasificación, siendo que la falacia proviene del latín fallacĭa,  una falacia es una mentira o engaño con que se pretende dañar a una persona. En tanto la palabra Sofisma proviene del griego sofisma que significa sabio, se define como tomar el argumento aparente de lo que es falso. Este sentido el filósofo Platón, define a los sofistas con una postura del “No Ser”, pues aparentaba ser filósofos sin serlo.
Desde un punto de vista epistémico, existe una gran diferencia, pero desde el pragmatismo, los fines son los mismos, de allí la importancia que cada quién tenga sus ideas claras y asuma su propia decisión al respecto.
Nasif Nahle establece que un sofisma es cualquier declaración falsa que aparenta haber sido obtenida mediante una metodología sistemática o cualquier argumentación adulterada que se usa para defender una falacia y una falacia es una declaración, noción, creencia, razonamiento o argumento basado en una deducción falsa, errónea o inválida.
Para Joise Morillo: la retórica sofista influyó en la cultura latina post imperial romana, muchos de sus líderes republicanos utilizaban el discurso sofista como herramienta de convicción. La idea de (Argumentum ad populum) comprendía la creencia popular de que su gobernador o gobernadores cedían autoridad al pueblo mediante la participación plebiscita, en cambio, la otra cara de la moneda era: el resultado de la conspiración del gobierno infiltrado en el pueblo para votar por lo que supuestamente el pueblo quería, mientras era manejado por el mismo gobierno. Tanto la exhortación a la participación de votar, como el resultado,  eran producto de la estrategia de sus miembros. De ahí que el discurso se convertía en una  falsa intuición respecto al  pueblo y la  autoridad. Este método todavía existe en nuestros tiempos los gobiernos de índole autoritaria manejan con mucha eficacia sus fórmulas.
Los sofismas se crean para convencer a la gente que hay un problema y un proyecto para acabarlo. Aunque la vivencia sea falsa o verdadera y no tenga ningún fundamento lógico (es decir, aunque sea un disparate) puede tener un gran poder y efecto psicológico debido al sesgo cognitivo basados en fórmulas de proceder. La falacia no reside en la historia misma, la cual, podría llegar a ser cierta, sino en el efecto de gran distorsión probabilística o sesgo que se produce en el receptor en relación al alcance, importancia y relevancia con la decisión a tomar.
Algunos comerciales de televisión y la práctica de ciertos  tipos de gobernantes de crear situaciones temibles, generan  un efecto sicológico de dependencia y miedo, es un mecanismo poderoso producido por la preferencia colectiva de obtener  riesgos cero, aversión a perder cosas. Causada por el miedo a tales situaciones. Por ejemplo mantener la creencia de un bloque económico o las continuas insinuaciones de posibles guerras, por tanto, sofisma es cualquier argumentación adulterada que se usa para defender una falacia.
Tomado de: https://filosofiacomunicacion.wordpress.com/tag/sofisma/ la apariencia de verdad y de corrección puede obtenerse de buena o de mala fe. Cuando se actúa de mala fe, tenemos los llamados sofismas. Cuando el error o la incorrección se cuelan sin advertencia tenemos los paralogismos. En ambos casos la Lógica se encarga de determinar el error o la incorreción de esas argumentaciones. El sofisma conviene con el paralogismo en ser una argumentación viciosa aunque en apariencia válida.
Pero mientras la primera supone  la intención de engañar, el paralogismo no. Un paralogismo es un argumento o razonamiento inválido, que se plantea sin una voluntad de engaño. Saber rechazar los errores comunes, los sofismas que circulan el ambiente y que se imponen a veces por la autoridad de un personaje famoso, es una de las ventajas propias del aprendizaje de la Lógica.
Los sofismas se pueden dividir en dos grandes grupos: sofismas de palabras y sofismas de ideas. Los primeros fallan por el lenguaje utilizado; los segundos adolecen de alguna incorrección en la idea o en la estructura del raciocinio.
SOFISMAS DE PALABRAS: el lenguaje se presta a muchos errores. Cada palabra es susceptible de admitir varios significados. Si no se ha definido antes una palabra básica en la argumentación, puede caerse en una ambigüedad en su significación o un doble sentido. En ambos casos, las metáforas usadas dan también origen al error y pues se toman literalmente o se amplía demasiado la comparación que expresa. A esta clase de sofismas se les conoce también como lingüísticos o de dicción.
A.   EQUÍVOCO: Es el sofisma que se comete cuando una palabra tiene dos significados dentro de una argumentación o que consiste en usar en doble sentido una palabra equívoca en una misma argumentación: “La americana es una prenda, esta mujer es americana, luego es una prenda de vestir.
El trabajo es una obligación humana. La obra de arte es un trabajo, luego, la obra de arte es una obligación humana.
Los términos son la expresión oral de los conceptos. Pueden ser unívocos los que se aplican a varias cosas en un sentido completamente idéntico: caballo dicho en andaluz, árabe o equívocos los que se aplican a varias cosas en un sentido completamente diverso. Por ejemplo gato.
Un término es unívoco cuando expresa una sola realidad y sólo a ella está referido. Ejemplo: el término “candado” expresa sólo una realidad inconfundible. El término unívoco tiene un solo significado.
Un término es equívoco cuando bajo una misma palabra caben diversas significaciones, por ejemplo: cuando hablamos de “banco” nos podemos referir a: banco de la plaza, el Banco del Estado o a un banco de arena.
El término es análogo cuando se refiere a dos realidades en un sentido parcialmente igual y parcialmente distinto. Por ejemplo “arteria” es análogo, pues lo podemos entender como calle o como conducto del organismo humano; ambos permiten la circulación. Si decimos que un futbolista es un león en la defensa, no queremos significar con eso que este señor lo sea en un sentido literal, sino que por su bravura y “garra” nosotros lo llamamos león, en este caso el término león es análogo.
B.   ANFIBOLOGÍA: es una ambigüedad sintáctica. Aquí no se trata de un doble sentido de una palabra, sino de toda la frase debido a una sintaxis inadecuada. El orden en que se colocan ciertos términos puede dar lugar a una imprecisión en el significado. Por ejemplo: un señor, preocupado, llama a su esposa, pues no la encontró en la casa ni a ella ni a sus hijos. Ella le contesta y le dice: “Fuimos a la heladería y luego a la feria, te dejamos una nota en la mesa, que decía que nos alcanzaras allá.” Esto es una anfibología porque puede tomarse de dos formas, que la señora le haya dicho a su esposo que los alcance en la heladería, o que los alcance en la feria.
C.   El sofisma llamado METÁFORA consiste en ampliar demasiado una comparación o usarla al pie de la letra. Por ejemplo: Heráclito afirmó metafóricamente que “nadie se mete dos veces en el mismo río”. Con esto pretendió concluir que todo está en continuo devenir y que no hay nada fijo y estable. El sofisma fue rechazado por Aristóteles quien sostuvo que, a pesar del movimiento, hay algo estable. Si no hay un sujeto del movimiento, hasta el mismo movimiento desaparece.
SOFISMAS DE IDEAS: Los sofismas de Ideas se pueden dividir en dos grupos: los sofismas en la deducción y los sofismas en la inducción.
Los principales sofismas en la deducción son los siguientes:
A.   PETICIÓN DE PRINCIPIO: consiste en tomar como premisa de una demostración justamente lo que se va a demostrar. Dicho de otro modo; cuando se supone demostrado lo que se debe probar, u otra proposición equivalente: el planeta Marte gira sobre su eje, porque todos los planetas tienen ese movimiento (lo tendrán todos si se prueba que Marte lo tiene). Pretender demostrar que el pensamiento es material porque es producto del cerebro (Habría que demostrar primeramente que todo lo que surge a partir de un instrumento material también debe ser material por fuerza)
B.   CÍRCULO VICIOSO Cuando se demuestran o declaran dos cosas, una por la otra. Tal sería probar el movimiento de la Tierra por la fijeza del sol, y la fijeza del sol por el movimiento de la Tierra
C.   IGNORANCIA DEL ASUNTO Consiste en argüir en contra de una doctrina o tesis sin conocerla en su significación precisa. Es clásico el sofisma de quienes rechazan la inefabilidad del Papa porque todo hombre se equivoca: todo hombre se equivoca, el Papa es hombre, luego, el Papa se equivoca, y no es infalible (la doctrina católica al respecto, jamás defenderá la inefabilidad del Papa aduciendo a que nunca se equivoca. Esa inefabilidad sólo tiene lugar cuando habla ex cáthedra)
Para cerrar, en esta Venezuela de los tiempos revueltos, como lo indiqué al principio, hay personas tratando de pescar con base a la utilización de los sofismas y tratando de convertir ideas falsas en verdades absolutas para lograr mantener las prebendas que se derivan del poder obtenido por las posiciones y/o cargos que ejercen, de allí, que se quiera contribuir a esclarecer las ideas y refrescar conceptos necesarios, para entender el verbo encendido de algunos personeros y la necesidad de luchar por una educación de calidad, ya que solo a través de ella, alcanzaremos la libertad.