martes, 27 de junio de 2017

ONTOLOGÍA

Es una parte o rama de la filosofía que estudia la naturaleza del ser, la existencia y la realidad, tratando de determinar las categorías fundamentales y las relaciones del ser visto como ser. Esta palabra se forma a través de los términos griegos οντοςontos, que significa ser, ente, y λóγοςlogos, que significa estudio, discurso, ciencia, teoría.
Engloba algunas cuestiones abstractas como la existencia o no de determinadas entidades, lo que se puede decir que existe y lo que no, cuál es el significado del ser, etc.
Los filósofos de la Grecia Antigua, Platón y Aristóteles estudiaron este concepto que muchas veces se confunde con la metafísica. De hecho, la ontología es un aspecto de la metafísica que busca categorizar lo que es esencial y fundamental en una determinada entidad. (www.significados.com)
La Filosofía Primera de Aristóteles, posteriormente denominada Metafísica, tenía por objeto el estudio del ser en cuanto ser y el del Motor Inmóvil (los seres divinos) y es la distinción entre los dos objetos de estudio lo que da lugar al surgimiento del término ontología, aplicado al primer objeto de estudio (el ser en cuanto ser), para diferenciarla de la metafísica, que consideraría como objeto primario de sus reflexiones el segundo (el Motor Inmóvil). (http://www.webdianoia.com/)
Puede decirse entonces, que la ontología es la investigación del ser en general, más allá de cualquier otra cosa en particular. Así mismo, también se puede decir que es el estudio de los seres en la medida en que existen y no en la medida en que hechos particulares obtienen de ellos una serie de propiedades particulares.
La ontología nos dice que de las entidades que existen, que forzosamente han de pertenecer a una de dos categorías dadas: Entidades concretas o entidades abstractas. Por ejemplo, los conceptos, conjuntos o números, a menudo son interpretados como entidades abstractas, mientras que astros, ríos, montañas o personas son interpretados como entidades concretas. Y aunque esto nos pueda parecer una de esas verdades de Perogrullo en realidad la única manera – por llamarlo de algún modo – para separar las unas de las otras es mediante el uso de la intuición. Luego esto vendrá acompañado de la lógica (con lo falso, lo falaz y lo verdadero) y una serie de cosas en las que prefiero no meterme, pero en esencia es la intuición quien discrimina las unas de las otras. (http://www.filosofia.mx)
El ser aparece así como el concepto más abstracto que el hombre se puede formar a partir de los entes concretos; el ser es la noción abstracta del ente.  Esta característica de la noción de ser (que tiene una sola característica) se constituye en el primer obstáculo para llegar a una definición de esa noción. Vemos claramente que una noción que sólo tenga una característica es la más general posible y por tanto, indefinible lógica­mente hablando.  
LOS ASPECTOS DEL SER.
Hessen distingue entre dos aspectos que "constituyen la naturaleza del ser": el ser ahí y el ser así. Entiende Hessen que el ser ahí, significa que un ente es, que algo es el ahí; mientras que el ser así, sería el correlato lógico del ser ahí. Esta distinción es similar, aunque no idéntica a la diferencia que establecían los escolásticos entre esencia y existencia, refiriéndose la primera al contenido del ser, mientras la segunda se refería a la presencia real del ser.
La primera pregunta que se presenta cuando investigamos la naturaleza de las formas del ser, es la de si hay un ser general. Hessen responde que en la esfera de lo ideal se presentan a la consideración racional de naturaleza general, como el ser lógico, el matemático, el valor ético, por ejemplo, pero, se da cuenta también, que en la esfera de lo real, todos los seres se presentan como individuales, esto es, como singulares, únicos e indivisibles.
Obviamente, esta constatación al nivel de lo real, nos lleva a un problema, pues nosotros, al comprender los seres, lo hacemos bajo conceptos ge­nerales, como los de género y especie. Para llegar a los conceptos generales, debemos partir de algo en la realidad en las cosas que fundamente la formación de esos con­ceptos la inteligencia, Hessen considera que ese fundamento está en las característi­cas comunes del ser.
La ontología en la edad media así como en las demás disciplinas filosóficas se va a caracterizar por el pensamiento teocéntrico mientras en la metafísica antigua observamos el predominio de una búsqueda de repuestas en torno al mundo de la realidad y también al mundo inteligible.
La filosofía contemporánea al igual que la ontología, supone una ruptura conceptual con la filosofía moderna derivada de la crisis de los valores y las premisas del pensamiento ilustrado, el resultado fue un amplio abanico de corrientes filosóficas.
Según Husserl la ontología es una ciencia de las esencias que puede ser formal o material. La primera se dedica a las esencias formales, es decir, a las propiedades de todas las esencias. Las ontologías materiales tratan de esencias materiales y se restringen según los modos de sus objetos. Por tanto, son llamadas también “ontologías regionales”. Obviamente la ontología formal abarca todas las materiales e incluso las del ser.
Heidegger afirma que existe una ontología fundamental que es llamada “metafísica de la existencia” que se encarga de descubrir “la constitución del ser de la existencia”. La ontología se refiere entonces a las condiciones de posibilidad de las existencias o al ser mismo en su apertura originaria.
Además, insiste en diferenciar la metafísica de la ontología, alegando que son radicalmente distintas, pues la primera confunde ser con ente; mientras que la segunda, parte precisamente del hecho de que son diferentes.
Partiendo de una crítica de la noción de ontología como metafísica y con ella de toda la escolástica, Hartmann afirma que la ontología es en realidad la crítica que permite descubrir los límites de la metafísica y qué contenidos pueden ser considerados racionales o inteligibles. (cecampos61)
Tomado de filosofia.mx, a partir de una concepción estratificada de la realidad basada en un materialismo pluralista y emergente, aparece el problema de la concepción de una ontología que dé cuenta del ser social. Este ámbito de la realidad abarca el Espíritu (Hegel) en sus aspectos subjetivo, objetivo (histórico y social) y absoluto (cultural). La subjetividad humana solo tiene sentido en el seno de una sociedad y en relación con ella. La ontología del ser social está relacionada con la ontología del ser natural y están en continua interrelación.
La ontología tiene aparejada una ética que desarrolla sus implicaciones en el campo de la acción humana. Reivindica la centralidad y la independencia frente a la Teoría del conocimiento; reivindica la intentio recta que va directamente a las cosas, frente a la intentio oblicua propia de la teoría del conocimiento; defiende la irreducibilidad del plan de la existencia respecto al plano de la conciencia. Se opone al neokantismo, el positivismo y la fenomenología, a través de un método ontológico-genético.
El objeto de la ontología es lo realmente existente, y su tarea es examinar lo existente frente a su ser y encontrar las diversas fases y transiciones dentro de lo existente; no existe el ser en sentido estricto.
El punto de partida de la ontología, es el análisis de la vida cotidiana y de las objetivaciones que se separan de ella llevado a cabo en la estética. El reflejo científico y el reflejo estético se constituyen a partir de las necesidades de la vida cotidiana; este reflejo es una prefiguración compleja de la realidad por parte de los dos sujetos cognoscentes que aportan sus peculiaridades a dicho reflejo.
La visión marxista subordina la gnoseología a la ontología, considerando al ser como una totalidad dinámica, como una unidad de complejidad y procesualidad. La prioridad del ser social sobre el natural se debe a que mientras que puede haber ser natural sin ser social, lo inverso es imposible.
La concepción ontológica de Marx y Lukácks no son deterministas en sentido estricto, se basan en la categoría de posibilidad objetiva. La objetivación (alineación) del individuo produce efectos externos que se independizan de esta actuación y se le enfrentan como algo ajeno (aquí reside la dualidad humana).
En la actualidad el término ontología se ha alejado de los aspectos puristas de la filosofía y la metafísica, buscando un criterio más pragmático que de momento desconcierta al lector y sobre todo a los estudiantes de los aspectos esenciales de la ontología y los lleva a un mundo más aplicativo, dónde tiene una multiplicidad de acepciones y gran importancia para las ciencias, de allí que pueda considerarse a la ontología como:
«Una jerarquía de conceptos con atributos y relaciones, que define una terminología consensuada para definir redes semánticas de unidades de información interrelacionadas. Proporciona un vocabulario de clases y relaciones para describir un dominio, poniendo el acento en la compartición del conocimiento y en el consenso en la representación de éste». Pablo Castells (2003)
Un grupo multidisciplinar de investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid ha publicado un informe que analiza la abundancia de estudios científicos sobre ontologías y que destaca el potencial que demuestran estos recursos para la mejora de la Web.
El concepto actual de ontología surgió dentro de la Inteligencia Artificial para almacenar el conocimiento e imitar la mente humana, pero se ha usado en multitud de estudios en los que términos como “tesauro” o “taxonomía” se sustituían por “ontología” para facilitar la publicación del artículo, con la consiguiente confusión. “La necesidad que los investigadores tienen de publicar les puede haber llevado a convertirse en publicistas de su propia investigación, eligiendo palabras más impactantes que precisas”, explica uno de los investigadores, José Antonio Moreiro, del departamento de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M). 

La comunidad científica no se pone de acuerdo sobre qué es una ontología porque las definiciones que se proponen son muy genéricas y engloban otros conceptos o recursos ya existentes. Los autores del estudio entienden que “una ontología es una organización cognitiva que conforma un sistema de organización del conocimiento, donde el grado de representación semántica y la finalidad que se requiera plasmar condicionan los modelos y lenguajes formales que se pueden utilizar” y afirman que este concepto es fundamental para el futuro de las tecnologías.
La importancia de la ontología en la ciencia en general estriba en su capacidad de almacenar el conocimiento humano de forma que pueda llegar a ser utilizado por las aplicaciones informáticas. “Cuanto mayor sea la cantidad de conocimiento almacenado y más aplicaciones informáticas puedan entender ese conocimiento, mayor potencial tendrán las aplicaciones y más próximos estaremos a una verdadera inteligencia artificial”, afirma el profesor Jorge Morato, del departamento de Informática de la UC3M.