miércoles, 19 de diciembre de 2012

REFLEXIONES


Cuantas cosas para aprender nos ha dejado este 2012 que ya se acerca a su fin para dar paso a otro año, el cual desde ya, se visualiza plagado de incertidumbre, de preguntas sin respuesta y de nuevos desafíos. Desde el 7 de octubre tenemos un nuevo país, pero con el criterio gatopardiano, todo cambia para que todo siga igual, que contradicción, dividido en 2 grandes bandos, el triunfador y el que sigue luchando desesperadamente por la victoria, aun cuando sigue cosechando derrotas, de las cuales debe aprender y debe hacerlo sobre la marcha, no hay tiempo para el lamento ni para la desilusión.

Fueron muchos los hechos noticiosos que nos obligan a la reflexión, al estudio, a los nuevos aprendizajes, al forjamiento de ideas innovadoras para ser transmitidas a las nuevas generaciones, ya que es nuestra obligación ayudarles a transitar esta senda de cambios, intempestivos muchos de ellos, en la búsqueda del país que todos soñamos y nos merecemos, la Venezuela sin exclusiones ni perseguidos, donde cabemos todos, con  nuestras ideas y nuestras diferencias pero las cuales podemos discutir, en ocasiones al calor de un buen café y en otras, estimulados por alguna espirituosa bebida que nos permite la libre expresión de las ideas, sin temores y para el análisis.

La reflexión debe pasearnos por temas como: el país, su economía, el futuro, las mentiras sobre la salud del presidente y las pérdidas que esto genera, la educación, la familia y los amigos.

Más de 8 y medio millones de venezolanos apostaron el pasado 7 de octubre al continuismo de un modelo político, económico, educativo, de salud y seguridad, viable para ellos, pero totalmente insostenible para los otros 6 y medio de millones que sufragaron contra este modelo. Los controles excesivos, como mecanismo para mostrar logros artificiales, comienzan a estrangular la economía del país, esa que ya venía asfixiada desde hace años, con signos claros de estanflación. Esos venezolanos, unos de manera consciente y otros como consecuencia de su ignorancia en estos temas, pero llevados por el carisma de su “líder supremo”, apostaron al pobre país rico.

Sabemos que en los últimos años ha ingresado a las arcas de la nación, la mayor cantidad de dólares que por concepto de renta petrolera se conozca, pero  en desarrollo, salud, seguridad, educación e infraestructura no ha sido invertida. El deseo del liderazgo continental, se llevó buena parte de esos ingresos y no se trata de criticar, sino de analizar cómo hemos de afrontar el venidero 2013, en medio de la pobreza de uno de los países más ricos del mundo. Este tema debe ser desarrollado en todos los escenarios, para preparar estrategias de cara a la crisis que deberemos sortear más temprano que tarde.

Los anaqueles de los mercados, el precio del dólar paralelo, la falta de inversión, el precio de la canasta alimentaria, la escasez de medicamentos, la imposibilidad de conseguir repuestos automotrices e industriales, el número de víctimas del hampa, la cantidad de protestas realizadas por ciudadanos adeptos al gobierno o no y el movimiento creciente en nuestros cementerios, así nos lo demanda.

Por otro lado, siempre he sostenido que no opinar es una forma de opinar y esto tiene su máxima expresión en la alta abstención mostrada en los últimos comicios y frente a esa abultada cifra debemos preguntarnos: ¿esto es entreguismo o conversión a las filas del oficialismo?, ¿14 años de desgaste y de agotamiento del modelo impuesto más de manera autoritaria que democrática no obligan a esos ciudadanos a reflexionar?, ¿será que el agotamiento que alcanzó a finales del siglo pasado a los partidos políticos, alcanzó también a quienes hoy lideran las filas de la oposición?, ¿será que debe reclamársele a quienes decidieron abstenerse y si es así porqué?, ¿por hacer uso de su derecho y privilegio?, ¿la alta abstención contendrá implícita en sí misma algún metamensaje o forma parte del facilismo de muchos compatriotas?, ¿los resultados obtenidos son sinónimo de castigo o de hastío hacia un sistema electoral que no es más que una simple entelequia?, ¿será que VENEZUELA no significa para ellos lo que otros creemos que debe ser para cada venezolano?, ¿será que realmente necesitamos al gendarme necesario y por ello ir hacia un militarismo disfrazado por la vía electoral?

Como puede verse son muchas las interrogantes a las que hay que darles respuesta y para ello, debemos realizar, sin pasiones pero con mucha racionalidad el análisis correspondiente a este año próximo a finalizar.

Por otro lado y con el mayor de los respetos hacia el Ciudadano Presidente Constitucional de la República, debemos preguntarnos si no fue un fraude el habernos engañado en lo relativo a su salud, al afirmar que estaba totalmente curado de sus dolencias, para que luego de recién finalizadas las más costosas elecciones de la historia, nos enteremos por su propia boca que era mentira, que no estuvo curado y que nos mintió a consciencia de lo que estaba en juego.

¿Cuánto dinero se perdió si ahora debemos repetir esas elecciones y no por razones del azar sino por una mentira premeditada?, ¿quién es responsable por la pérdida de este dinero?, ¿acaso no se le solicitó al CNE la realización de exámenes médicos a los aspirantes a presidente y este, de manera olímpica lo desestimó?

Pero más nos interesa en este momento de incertidumbre darle respuesta a la obligada pregunta: ¿y qué va a pasar ahora, hacia dónde vamos?

El país necesita que el Presidente electo tome posesión el 10 de enero como está previsto, pero la madre naturaleza hasta el día de hoy (19/12) parece oponerse a ello, hacemos votos porque no sea así por el bien del país y de su pueblo. Debe acabarse con la especulación sobre la salud del presidente ya que esto no le hace bien ni al país ni a los procesos que deben desarrollarse en la cotidianeidad natural del accionar de las actividades propias del cada quién como hecho socio productivo de los estados naciones.

El análisis correspondiente a la familia venezolana, pasa por la inseguridad que ha ensombrecido al país y enlutado miles de hogares, produciéndose la naturalización de estos hechos que de manera preocupante pasan a formar parte de la familiarización de esos pequeños seres que comienzan a forjar sus vidas con valores trastocados y que conforman la generación de relevo que guiará al país dentro de pocos años. Pregunta obligada: ¿Dios mío estaremos conscientes del daño que le estamos haciendo al país y a las nuevas generaciones?

Hemos visto la lucha emprendida desde distintos sectores del gobierno por el respeto a los derechos humanos de los privados de libertad (eufemismo utilizado para referirse a los presos de nuestras cárceles) y eso debe aplaudirse y apoyarse, ya que son seres humanos que en ocasiones viven en los depósitos de un inframundo construido en otra época y bajo otros criterios.

Una vez más debemos preguntarnos: ¿Quién vela por los derechos humanos de las viudas, huérfanos, madres desamparadas y demás familiares de las víctimas de la inseguridad?, ¿Quién vela por los derechos humanos de los presos políticos que no de políticos presos sometidos al escarnio público y pareciera que a una lenta y sufrida muerte en las mazmorras de algunas instituciones?

En lo relativo a le educación vista como un solo sistema, necesario este para lograr el desarrollo pleno del país y por tanto, responsable por los niveles de calidad de vida, debemos analizar sus logros y sus tropiezos, revisar que está pasando con la matrícula que en determinado momento aumentó a niveles que hacían presagiar la Venezuela anhelada, pero de pronto, comenzó de nuevo a disminuir a niveles preocupantes.

¿Qué está pasando con las misiones?, ¿están cumpliendo su cometido?, ¿Por qué se mantienen como un proceso paralelo al sistema formal y no son incluidas dentro de este?, ¿Qué está pasando en y con nuestras universidades?, ¿estamos formando los profesionales y la mano de obra que se necesita para echar a andar este país?

El proceso globalizador obliga a la integración de los saberes y de las instituciones, entonces, ¿Por qué algunos personeros dentro de la educación y de instituciones gubernamentales siguen empeñados en desconocer estudios reconocidos por universidades extranjeras?, ¿Qué pasa con los estudios en línea?, ¿Por qué en plena era tecnológica esos personeros siguen descalificando esos medios para la educación y formación con criterios globales?, ¿Cuál es el miedo?, ¿la calidad educativa?, ¿Qué pasa con los títulos otorgados aquí en el país por algunas universidades extranjeras que si son bien vistas por esos personeros pero sin cumplir con la normativa legal vigente?, ¿Por qué la discriminación en esta materia?, ¿Qué se está haciendo para evitar la obsolescencia prematura del talento humano?, ¿las muertes por mala praxis no obligan al proceso de certificación y recertificación de competencias profesionales?

Frente a todas estas interrogantes, cabe unas cuantas más, ¿Qué hemos hecho nosotros?, ¿Cuál ha sido nuestro papel?, ¿estamos sumando o solo dividiendo y restando?, ¿Cuáles son nuestros aportes?

Cada uno debe responderlas y asumir su responsabilidad para con el país, con la familia y las nuevas generaciones. Creo que el 2013 debe ser para sumar, aportar y contribuir. Debemos demostrarnos que si somos capaces de unirnos a la lucha por el sueño de la Venezuela posible, la de la inclusión y esfuerzo mancomunado, muchos lo agradecerán.

Para cerrar estas reflexiones, en el plano personal debo referirme a aquellas personas que de una u otra manera han intervenido activamente o pasivamente para el logro de los objetivos propuestos, entre ellos los facilitadores a quienes me honro en coordinar, algunos de ellos los puedo considerar dentro del grupo de las amistades que deben ser reforzadas, otros en el grupo de las amistades que deben ser cultivadas, pero todos colaboradores y con ideas innovadoras, gracias a la sumatoria del esfuerzo de todos, el objetivo pudo ser logrado.

Mención especial merece la familia, pilar fundamental en este transitar de vida agitada y sin tiempo para el agradecimiento, el solaz y el compartir, muchas veces abandonada, relegada a segundos y terceros planos, pero siempre leales y allí para cuando la necesitemos, sin reclamos ni exigencias, solo el apoyo y la fuerza que en ocasiones necesitamos nos inyecten, comprendiendo las ausencias, en ocasiones cortas, en ocasiones prolongadas, incluyendo los fines de semana cuando nos esperan y las circunstancias nos impiden llegar o el cansancio nos impide el compartir.

Finalmente quedan las amistades.  Nuevas amistades aparecieron, el creador nos permitió esa fortuna, alguna otras se reforzaron y lamentablemente otras desaparecieron como consecuencia de la vorágine de la sociedad pos, posmoderna, la distancia, la tecnología y el olvido, y ¿por qué no?, producto acaso de la sumatoria de los factores anteriores o del hastío. Quizás y ojalá la esperanza no perezca en el intento, podamos recuperarlas en el futuro mediato, y si no es así, nos quedarán los recuerdos y los buenos ratos con el buen tinto y el café y con ellos construiremos gracias a la imaginación y la creatividad, nuevas realidades que nos permitan eternizarlos en nuestra memoria.

Para todos ellos mis parabienes, así como para todos los compañeros de trabajo y la directiva, gente valiosa y colaboradora con quienes vale la pena pasar la jornada de trabajo o las largas esperas en las carreteras o aeropuertos, la soledad de los hoteles y de las comidas fuera del calor hogareño.

A todos mis gracias y felices fiestas!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!