sábado, 19 de diciembre de 2015

LA GAITA ZULIANA


Esta es una recopilación de algunas fuentes consultadas para conocer un poco acerca del origen de la gaita zuliana.

Es un género musical original del estado Zulia en Venezuela, declarado Bien Patrimonial de Interés Cultural y Artístico de Venezuela. Es una composición que tiene el arte de combinar el contenido de un tema que tiene una estructura formal de estrofa-estribillo, el cual el primero es entonado por un solista y el segundo por el coro; en las estrofas se utilizan cuatro versos y en el estribillo de 4, 6 u 8 versos, ambos de métrica octosílaba, aunque pueden utilizarse combinaciones de versos. La base rítmica es de 6 X 8, 6 X 12, 6 X 14, 8 X 16, también de métrica regular e irregular, rima asonante o consonante. Es decir, que en estructura, métrica, rima y cadencia pueda ser interpretada por un conjunto gaitero atendiendo la forma tradicional en su interpretación.

Hoy en día es un género que se relaciona con la Navidad en toda Venezuela y en las comunidades de venezolanos alrededor del mundo en versiones de sus idiomas (por ejemplo español, inglés, francés, alemán, italiano, portugués y japonés entre otros). Como género musical popular se canta en grupo formado por hombres y mujeres.

Según Joan Corominas, la palabra "gaita" procede del gótico gaits (aunque aún no está muy definido), término que también utilizan las lenguas del oriente europeo (gaida en Hungría, gainda en Creta o gayda en Yugoslavia), que significa "cabra", ya que de la piel de este animal se realiza la membrana de "furro" o "furruco", instrumento emblemático de la gaita. Los temas que tratan los intérpretes de este género van desde cantos al amor y figuras religiosas hasta temas jocosos y de denuncia. El elemento político también es protagonista de mucho

En las primeras formas de gaita se conjugaron los cánticos de misa que enseñaban los misioneros católicos, la percusión de las tamboras, el característico sonido cultural del furro (un derivado de la zambomba), las maracas y la charrasca. El cuatro, derivado de la guitarra, junto a los cánticos españoles, representaba el aporte ibérico. La ejecución de los nativos aportaba el estilo definitivo a esta nueva música.

Los orígenes de la gaita zuliana no han sido establecidos con precisión, pero se supone que nació con las inquietudes republicanas del pueblo, tal vez en las primeras décadas del siglo XIX, como lo demuestran los patrióticos cantos pascuales dedicados a Ana María Campos, la patricia altagraciana azotada por orden del feroz Morales al negarse a retirar su frase lapidaria: "O capitula o monda".

Según Rafael Molina Vílchez, “La gaita zuliana, como muchas otras manifestaciones del costumbrismo latinoamericano, es mestiza. Tiene un mosaico genético poliétnico, pero su raíz es hispana, aunque la hispanidad se conserve en progresiones muy diferentes a la gaita maracaibera (llamada también gaita de furro), canto de criollos urbanos, en quienes sobrevive con fuerza, en comparación con la gaita de tambora y la perijanera, en las cuales la negritud deja una marca más intensa”.

Este estudioso del folklore señala que la gaita es española, pero que con el tiempo surgieron dos tendencias divergentes: La gaita maracaibera y las gaitas negras. Esta opinión ha generado polémicas, sin embargo es bastante compartida, ya que el término "gaita" es de raíz galaico-portuguesa: viene del gótico "gaits" que significa “cabra”, porque el fuelle de la gaita gallega se hace con el cuero del caprino.

De España a través de los Países árabes africanos llegó hasta Turquía, en cuya lengua se traduce como “flauta del pastor”, lo que estaría de acuerdo con el dibujo que encontró Agustín Pérez Piñango con la gaita Glorioso San Sebastián, que data de 1668, según documento localizado en el antiguo Colegio Nacional de Maracaibo, que trae la letra y la música en caracteres gregorianos. Sería la gaita más antigua que se conoce.

Sin embargo, otros estudiosos, entre ellos Juan de Dios Martínez sostiene que la gaita se inició con los esclavos negros en las haciendas del Sur del Lago, como protesta y evocando sus fiestas de las zonas africanas de donde provenían.

Algunos afirman que es producto del legado africano, y para otros es el resultado de la influencia española. No obstante, la opinión más popular es que se trata de la fusión de estas culturas con la indígena. Los más entendidos en la materia señalan que la gaita zuliana es descendiente de la gaita gallega, y que los primeros pobladores del Zulia organizaban parrandas donde cantaban décimas, aguinaldos, villancicos y fandangos, siguiendo el ejemplo de los colonizadores.

Tradicionalmente la gaita ha estado vinculada a la devoción decembrina por Santa Lucía en el barrio El Empedrado, y en este sentido se recuerda que cuando el Padre José Tomás Urdaneta tuvo a su cargo la parroquia, sacó del templo a los bulliciosos gaiteros. Puede decirse que desde entonces la gaita perdió el carácter religioso de que estuvo impregnada durante muchos años en la barriada empedradera, para convertirse definitivamente en instrumento de sano júbilo pascual y en el más eficaz medio de crítica y protesta de la gente humilde.

Pese a la carencia de documentación formal y oficial sobre la gaita en siglos pasados, la maraña se entreteje de opinión en opinión; pero quizás una de las más acertadas opiniones sobre su permanencia, difusión y arraigo la refiere Humberto Rodríguez en la revista: Onda Gaitera No. 1 - 1993 y es aquella en la cual se omite la indagación de su centro de origen y se describe que: “la gaita vino a definirse en lo que podemos llamar su verdadera esencia y propósito, cuando se hizo profana, cuando se fue quedando en las casas, cuando fue utilizada como vehículo de la Sátira Popular”. Allí, la fuerza de la familia apostada en los patios o solares enlosaos cobra energías para apoderarse de la gaita, la jarana, la fiesta. Los abuelos así lo recuerdan.

Maracaibo, por su condición comercial, geográfica y eje capital del estado ha visto cómo la gaita se ha arraigado en su seno. La difusión de la misma, ocurrió notablemente a principios de la segunda mitad del siglo XX por medio de la radio en su época dorada, por presentar entre otras atracciones: talento vivo. De la tecnología y la novedad del medio se sirvió indirectamente la gaita, así como otros géneros y sus autores lo hicieron: la danza, la contradanza, el bambuco y los valses. Pese a esto, debe volver a aclararse que esta situación no traduce que la gaita se originó en esta ciudad.

Para hacerlo más difícil desde la perspectiva investigativa, pero más pintoresco en el ámbito humano y anecdótico, los pobladores de los barrios “El Saladillo” y “El Empedrao” se disputan su autoría intelectual, su creación. Las casas de estas comarcas son bien características arquitectónicamente, pero también en el plano amistoso y de convivencia entre vecinos. “Empedraeros” y “Saladilleros” han mantenido, para bien de la gaita, esta lucha sobre su propiedad y origen. Muchos han sido los versos que se han inspirado y basado en el ritmo de la gaita; seducidos sus autores por el color y brillantez que esta reviste.

Dos personas muy importantes y versadas en el tema, el reconocido poeta Antonio Acevedo y el maestro compositor Saúl Sulbarán, dicen que: “los conjuntos gaiteros como los que hoy conocemos no existían”... “habían familias gaiteras que se identificaban y se hacían conocer por sus apellidos, tales como: los Arrieta, los Robles, los Ocando, los Masyrubi”; entre otros. Los gaiteros eran “la pandilla” o “la cuerdita del barrio”. Sin embargo, el argumento de los nombres es rebatible en la medida que dichas agrupaciones que como tales no funcionaban constantemente. No se tenía la preocupación de asignarle un nombre determinado al conjunto. Para identificarlos en años posteriores, la gente los recordaba relacionándolos con algún establecimiento comercial o un sitio pintoresco del vecindario donde vivieran los componentes del parrandón.

Bien entrados los años 50 y empezados los 60 del siglo XX, se hablaba entonces de la parranda de la “Cuerda Gavilanera; es decir de la pandilla de tienda “El Gavilán”, que estuvo situada en la Calle Páez de la ciudad de Maracaibo. Se habló también de la “Cuerda Pilonera”, cuyos integrantes residían en el “Empedrao” donde había una casa a la que iban algunas mujeres -comadres- a pilar maíz. Ciertamente, en 1965 “El Monumental” Ricardo Aguirre entrega a “Los Sabrosos” una gaita que le había hecho y dedicado a la “Cuerda Pilonera”.

Hay hechos muy pintorescos que certifican el carácter popular de la gaita zuliana. Lo certifica Don Antonio Acevedo en su ensayo sobre “¿Cuándo y dónde nació la gaita zuliana?” de la revista Onda Gaitera No.2- 1995: “... Al organizar la cuerda o grupo gaitero se elegía a una de las personas más estimadas del lugar, para dedicarle la gaita. El primer paso era colocar una bandera blanca en la ventana de la residencia seleccionada, la noche anterior al día elegido para formar la parranda. Esto se hacía con la finalidad de avisar al dueño de la casa para que alistara lo necesario en estos casos. Si el agasajado optaba por dejar la bandera puesta, era señal que estaba dispuesto a recibir a los gaiteros; quienes llegada la noche, no se hacían esperar e irrumpían llenos de alborozo a la puerta de la residencia escogida; allí mismo cantaban las primeras coplas, que eran como una introducción a la parranda que se avecinaba.

Hoy día, se ha establecido una clasificación de los tipos de gaita zuliana a través de la historia y se presentan a continuación:

- Gaita folklórica (desaparecida)

- Gaita tradicional modernizada

- Gaita popular

- Gaita romántica

- Otras vertientes

La temática que manejan los intérpretes de este género es infinita y va desde cantos al amor y a figuras religiosas hasta temas jocosos y de denuncia. En los últimos años, el elemento político ha sido protagonista de muchos temas; de esta manera, los gaiteros han denunciado, de una forma particular, lo que consideran injusticias cometidas contra los habitantes del país.

Tipos de Gaitas

La gaita ha evolucionado por generaciones, ganando en riqueza y complejidad, ramificándose en diferentes versiones de sí misma que conforman tipologías claramente definidas. Básicamente, la gaita se puede dividir en tipos, según su estructura musical y origen, y según su contenido literario, o "letra".

Según estructura y origen

La Gaita de Furro

Es la más conocida y difundida a nivel nacional y solía tener como temporada los meses de noviembre y diciembre. Se bajaban los furros el 18 de noviembre, día de la Virgen de Chiquinquirá, y se subían el 2 de febrero, fiesta de la Candelaria. Durante muchos años se utilizó como recurso publicitario de los comerciantes para promover sus mercancías, pero hoy día la gaita toca cualquier tópico y se utiliza como medio de protesta o de denuncia social.

Se llama gaita de furro, porque es el nombre que localmente se le da al furruco y también se le denomina gaita maracaibera, aunque algunos autores señalan que es propia de la parte norte de la región y no sólo de Maracaibo. Tradicionalmente tenía como instrumentos el cuatro, el furro o furruco, la tambora y la charrasca, pero actualmente la mayoría de los grupos urbanos han incorporado las congas, teclados y bajo eléctrico.

Tiene una estructura formal de estrofa-estribillo, el primero entonado por un solista y el segundo por el coro. En las estrofas se utilizan 4 versos y en el estribillo de 4 a 6 versos, ambos con métrica octosílaba, aunque puede utilizarse combinaciones versos. La base rítmica es de 6 x 8, aunque abundan versiones antiguas de 2 x 4.

La Gaita de Tambora

Es una tradición afro-venezolana de los pueblos de la Costa del Sur del Lago de Maracaibo, que consta de un estribillo fijo que da nombre a la pieza, en cuartetas o sextetas con distintas combinaciones silábicas. Se entona por un coro y se alterna con los versos del solista. Se acompaña con dos tambores que se llaman tambora y tamborito, el primero de mayor tamaño y más grave, y el segundo de menores dimensiones y más agudo. A ello se suma una maraca de gran tamaño que marca los compases. Por lo tanto la gaita no tiene soporte armónico para el canto y muchas veces se incorpora un clarinete que realiza interludios llamados revoleos. Se suelen tocar en diciembre y enero, en las casas de familia o en las calles.

La Gaita Perijanera

Este ritmo de gaita ya no se toca en la actualidad. Se tocaba en las fiestas populares tradicionales de los municipios perijaneros, en diciembre y en enero, en honor a San Benito, para bailarla en las casas de familias devotas como pago del cumplimiento de una promesa. No se reduce a un tipo de pieza musical sino que es una suite con cuatro secciones diferentes: gaita, sambe, guacharaca y chimbanguele. La gaita es de métrica binaria y con estrofas sucesivas, donde el solista va cantando los versos de una cuarta de dos en dos con repetición por parte del coro de cada uno para cantado. Sigue el sambe que es instrumental, la métrica cambia a 6x8. La guacharaca consta de un estribillo fijo que canta el coro y que se alterna con las estrofas del solista, con métrica de 6x8 y está en modo mayor pero con otra progresión armónica. Por último, el chimbanguele, que difiere de la tradición de los tambores afro-venezolanos del mismo nombre, está en ritmo binario y el canto es exclusivamente coral en modo mayor. Esta tradición se acompaña de cuatro, maracas, charrasca, tamboras y furros

La Gaita de Santa Lucia

Es una pieza musical de motivación religiosa en torno al culto a Santa Lucía y el día central para interpretarla es el 13 de diciembre. Tiene una estructura musical preestablecida sobre la cual intervienen los cantadores.

Las estrofas son cuartetas de ocho sílabas y se entonan en alusión a la Santa y al entorno festivo, en forma improvisada. Se acompaña el canto con el cuatro y las maracas, pero se pueden sumar una tambora y un furro. Según Rafael Molina Vílchez este último tipo de gaita no es diferente en esencia a las gaitas negras y llegó a Santa Lucía desde el Sur del Lago, en las piraguas.

Tipos según Contenido Literario

La Gaita Costumbrista

Esta gaita le canta al pasado, a los personajes y costumbres que le dieron la identidad regional al zuliano, y que son estampas de un Maracaibo que sólo vive en memorias

La Gaita Protesta

A través de este tipo de gaita, se expresa la molestia y sentimiento de insatisfacción del ciudadano común ante los desmanes de un gobernante.

La Gaita Chiquinquireña

Dedicada a alabar a la patrona de los zulianos, la Virgen de Chiquinquirá (La Chinita). Según la tradición la Virgen llegó a las costas maracaiberas en un pequeño cuadro que recogió una humilde lavandera (cuando las aguas del Lago eran dulces y limpias) y la llevó a su casa en el barrio “El Saladillo” y allí se iluminó, se produjo el milagro. Su día es el 18 de noviembre pero los gaiteros acostumbran a cantarle toda la noche del 17, lo que se denomina el amanecer de feria de la chinita.

La Gaita Parranda

Es la gaita festiva, de alegría y celebración. Son rápidas, de letras picarescas y motivos fiesteros. Suele ser tocada al final de las presentaciones para llevar la alegría y emoción al máximo

La Gaita Romántica

Nacida en los años 70, la gaita romántica es una forma de serenata zuliana. Generalmente está compuesta, como los otros tipos de gaita, por un estribillo con tres versos octosílabos, excepto algunas composiciones libres de autores como Luis Ferrer o Neguito Borjas. Suele orientarse a la conquista de la mujer soñada a través del verso gaitero, aunque muchos ortodoxos de la gaita no la consideran como tal.

La Gaita Tamborera

Musicalmente es diferente: rompe en compás 2/4 con trecillos, se mide a 4/4 y cambia su síncopa. Se parece más a la salsa, son cubano o chimbangle, que a la tradicional gaita de furro. Tiene su origen en la población negra de la costa oriental del Lago de Maracaibo y es producto de la fusión de la gaita de furro y el chimbangle a San Benito. Buena parte de sus letras están dedicadas al santo patrón de color que es venerado es Cabimas, Mene Grande, Palmarito, Bobures y el sur del Lago

Es una tradición afro-venezolana de los pueblos de la Costa del Sur del Lago de Maracaibo, que consta de un estribillo fijo que da nombre a la pieza, en cuartetas o sextetas con distintas combinaciones silábicas. Se entona por un coro y se alterna con los versos del solista. Se acompaña con dos tambores que se llaman tambora y tamborito, el primero de mayor tamaño y más grave, y el segundo de menores dimensiones y más agudo. A ello se suma una maraca de gran tamaño que marca los compases. Por lo tanto la gaita no tiene soporte armónico para el canto y muchas veces se incorpora un clarinete que realiza interludios llamados revoleos. Se suelen tocar en diciembre y enero, en las casas de familia o en las calles.

La Gaita Crónica

Es la que cuenta los sucesos que Venezuela y el Zulia han vivido. Narra, por ejemplo, la llegada del hidro-avión al Lago de Maracaibo, o la epopeya de Alonso de Ojeda.

Instrumentos Gaiteros Ancestrales

El Furro: es un membranófono de golpe indirecto, constituye el instrumento líder en la interpretación de la "Gaita de Furro" o "Gaita Zuliana"; su introducción al estado Zulia y a Venezuela fué obra de los conquistadores hispánicos, bajo el nombre de "Zambomba".

El Furro o Mandullo, como se le llamó hace varios años, es uno de los elementos en los que se basan, quienes defienden el origen hispánico de la Gaita, ya que es igual a un instrumento español conocido como "Zambomba", el cual originalmente no pertenecía a los cantos de la Gaita, sino que fue introducido por los religiosos, cuando infiltraron la Gaita, los cantos de Villancicos que se acompañaban con "Zambomba y Almírez".

Para su construcción en lo que a la Región Zuliana se refiere, cualquier recipiente y de casi cualquier material era utilizado para ello, desde barrilitos de madera en los que se envasaba el vino y las tachuelas hasta en los que tenían los clavos y los sombreros.

El Cuero del Furro:

Se utilizaba el de varios animales, aunque los más usados eran los de gato, chivo, cabra, carnero y venado. Este cuero era sometido a un tratamiento previo que consistía en salarlo y secarlo al sol, luego era sumergido en un envase de agua de cal para librarlo de los pelos, se le amarraba la "Espiga" de madera, se ajustaba al aro y este se colocaba en la boca del cilindro o del Furro, el arco era de madera o un "Bejuco" que reuniera las condiciones de ser fuerte, resistente y flexible, por este arco se pasaban unas cuerdas, que se entrelazaban con un arco similar que se colocaba en la parte baja del Furro.

La Espiga:

Es una de las partes del Furro, constituida por una especie de espoleta de madera de "Curarire" o de otra madera aparente, se localiza en el centro del cuero y va atada fuertemente por dentro del Furro y en ella se encaja la "Verada".

La Verada:

Es la estirpe de la flor de una Graminea (Caña Brava), muy liviana con un espesor característico y una longitud que oscila entre 0.80 y 1.20 mts.

El Portafurro:

No era otra cosa que una cinta de tela, cuero o mecate, que permitía desplazarse con el instrumento sin problemas, con este debajo del brazo.

Las Maracas:

Instrumentos acompañantes por excelencia, presentes en casi todos los grupos musicales y folklóricos de nuestro país del cual se puede asegurar sin temor a equivocarnos, que la Maraca es uno de los instrumentos más antiguos que el hombre haya podido utilizar, ya que en forma de vaina, cuando está seca y las semillas se libran de la parte carnosa en el interior de la misma, tenemos una Maraca, ejemplo, la vaina de la mata de Acacia.

La Maraca es un idiófono de golpe indirecto fabricado con el fruto del árbol llamado popularmente "Taparo".

Para transformar el fruto en Maraca, se le sacaba la "Tripa", que no es más que la masa vegetal en donde se encuentran insertadas las semillas del Taparo, esto se hacía por dos agujeros, uno en cada extremo, se raspaba y lijaba cuidadosamente y se pintaban con llamativos colores, en el interior se le introducían municiones de plomo, perdigones de acero o semillas de "Capacho", dependiendo del material utilizado determinaba la intensidad del sonido en el uso del instrumento; por los agujeros ya mencionados se introducía el palo que servía de mango para tocar el instrumento y como toque final en la parte sobresaliente del palo y en la parte posterior del mismo, se le agregaban lazos y pequeñas cintas multicolores.

El Cuatro:

Este cordófono compuesto, es uno de los instrumentos que con preferencia es utilizado en los ritmos folklóricos y populares en todo el territorio nacional.

El Cuatro, es el instrumento musical líder en la interpretación de la Gaita Zuliana. Es una especie de Guitarra pequeña de cuatro cuerdas, traído por los españoles a nuestra América y a España llevado por los árabes, construido de madera y que técnicamente se afina así: LA, RE, FA sostenido, SI.

La Charrasca:

Es un idiófono de frotación, es un instrumento acompañante, es sin lugar a dudas una modificación o transformación del instrumento original indígena a otro de similar forma y características, logrando con ese cambio un instrumento más consistente y duradero y con un sonido metálico más alegre y sonoro.

Las más antiguas Charrascas de metal que tengamos conocimiento, consistían en un tubo de bronce, con un diámetro de pulgada y media aproximadamente y unos 20 centímetros de largo, una abertura longitudinal con ranuras que cruzan esta abertura, éstas ranuras encierran entre sí, una prominencia o aristas metálicas que al ser frotadas por el clavo o varilla de metal, produce el sonido característico de este instrumento el cual varía en intensidad de acuerdo a la forma en que se coloquen los dedos en el instrumento, generalmente era tocada por los hombres. En la actualidad son fabricadas en acero inoxidable y su tamaño es hasta de 40 centímetros de largo y un diámetro de dos pulgadas.

La Tambora:

Es un membranófono de acción directa y de reciente inclusión como instrumento básico en la interpretación de la Gaita de Furro. Antes del año 1960 sólo esporádicamente se sumaba a la instrumentación tradicional, el Tambor, como se le llamaba en otros lugares del País y de América Latina, es si se quiere, el instrumento folklórico más ampliamente difundido por todo el continente y su presencia es imprescindible en cualquiera de sus variadas formas y concepciones en casi todas las agrupaciones populares y orquestadas de que se tengan conocimiento.
El ejecutante gaitero de la Tambora, efectúa con dos palitos redondos de madera dura, un rápido toque sincronizado en la zona del cuero del instrumento y en el aro de madera, antiguamente sólo se golpeaba en el cuero, con lo que se obtenía una atractiva combinación de sonido, de estimulante y cordial efecto.

Los Instrumentos Gaiteros Tradicionales

El Furro:

Es un membranófono de golpe indirecto. Constituye el instrumento líder en la interpretación de la gaita y es descendiente directo de la zambomba española. Consiste en una especie de tambor hecho con cuero de animales con una espiga localizada en el centro del cuero y atada fuertemente por dentro del furro. En ella se encaja la "verada", estirpe de flor de gramínea muy liviana y con un espesor característico y una longitud que oscila entre 0.80 y 1.20 mts.

Las Maracas:

Instrumentos acompañantes por excelencia, presentes en casi todos los grupos musicales y folklóricos de Venezuela. Es uno de los instrumentos más antiguos que el hombre haya podido utilizar. Es un idiófono de golpe indirecto fabricado con el fruto del árbol llamado popularmente "Taparo".

El Cuatro:

Este instrumento de cuerdas es utilizado en los ritmos folclóricos y populares en todo el territorio nacional. El cuatro es el instrumento musical líder en la interpretación de la gaita zuliana. Es una especie de guitarra pequeña de cuatro cuerdas, traído por los españoles a América y a España por los árabes.

La Charrasca:

Es un idiófono de frotación acompañante, es sin lugar a dudas una modificación o transformación del instrumento original indígena a otro de similar forma y características, logrando con ese cambio un instrumento más consistente y duradero y con un sonido metálico más alegre y sonoro. En la actualidad son fabricadas en acero inoxidable y su tamaño es hasta de 40 centímetros de largo y un diámetro de dos pulgadas.

La Tambora:

Es un membranófono de acción directa y de reciente inclusión como instrumento básico en la interpretación de la gaita. Antes de 1960, su uso era esporádico. El ejecutante gaitero de la tambora, efectúa con dos palitos redondos de madera dura, un rápido toque sincronizado en la zona del cuero del instrumento y en el aro de madera, con lo que se obtiene una atractiva combinación de sonido de estimulante y cordial efecto.

Entre los precursores de este género musical destaca principalmente Ricardo Aguirre, conocido como El Monumental. Aguirre marca la historia de la Gaita en un antes y un después. Entre sus muchas colaboraciones destaca el que es considerado por muchos como el himno del género: La Grey Zuliana, además de varias canciones que marcaron un hito en la gaita zuliana como: Ronda Antañona, Tiempo Gaitero, Maracaibo Marginada, La Pica Pica, La Bullanguera, La Sandunguera, La Parrandera, La Vivarachera, La Gaita del 65, La Centralización, Decreto Papal, Dos Madres Antañonas, entre otras.

Otras figuras que han destacado en la interpretación de la gaita zuliana son Abdénago «Neguito» Borjas, voz líder de la agrupación gaitera Gran Coquivacoa agrupación que ha evolucionado incorporando nuevos instrumentos como trompetas, saxofón, trombón y otros que adornan la gaita y la han hecho más bailable y exportable, entre los temas impuestos por este intérprete destaca Sin Rencor, tema que trata del tema de la separación de parejas. Otro que destaca es la Gaita Onomatopéyica que carece de letra, aun cuando es cantado.

Capítulo aparte merece el cultor popular Astolfo Romero, cantante, compositor, director musical, actor, historiador gaitero, uno de los grandes defensores de la gaita tradicional. Estuvo en varios conjuntos gaiteros entre los que destacan: Gaiteros de Pillopo, Cardenales del Éxito, Maragaita y Gran Coquivacoa; antes de fallecer dejó grabada una gaita a dueto con Betulio Medina llamada Ave Cantora, con el conjunto “Los Chiquinquireños”, es una oración a la Virgen de Chiquinquirá, pieza compuesta originalmente para ser cantada por Betulio Medina, la cual dejó grabada en maqueta momentos antes de su fallecimiento. Sin embargo, la calidad tan perfecta de la grabación permitió luego la edición de una copia dejando su voz original para deleite de los coleccionistas y amantes de la gaita.

El amor no queda por fuera, siendo sus grandes exponentes desde el mismísimo Ricardo Aguirre, Enrrique Gotera, Fernando Rincón, Chavín, Lenín Pulgar, Argenis Sánchez, entre otros, apalancados con grupos como el más romántico de todos Amor y Gaita de la mano de su guía y compositor Lenín Pulgar, El Grupo Rincón Morales con el Negro Rincón, El Gran Coquivacoa con Neguito Borjas. Se recuerdan algunas de ellas como: y tuve que amarte en silencio, la dulce esperanza mía, nunca es tarde para amar, eternamente tuyo, sin rencor, entre otras destacadas por su pluma y musa inspiradora.

Fuentes consultadas a las cuales reconocerle crédito:
Historia de la gaita zuliana
Wikipedia
lagaitadelzulia.blogspot.com/p/zulianidad.HTML
gaitasenlavereda.com/ahistoriag.htm
 

lunes, 23 de noviembre de 2015

EL CHISME COMO PARTE DEL MODELO COMUNICACIONAL

A lo largo de la historia y desde que el hombre se conoce sobre la faz de la tierra, ha buscado comunicarse con sus semejantes y dejar plasmada su historia, de allí, que entonces haya inventado diferentes formas y modelos comunicacionales y uno de ellos, deformante la mas de las veces es el chisme. Este puede ser considerado como: un rumor novedoso que con malicia y picardía se da a conocer, y genera malos entendidos, habladurías y comentarios insidiosos.
Es considerado por algunos autores como una actividad narrativa de la conversación a la cual se dedican por igual hombres y mujeres. Si bien parece inofensivo, los chismosos no pueden mantener un secreto, les gusta contar y saber intimidades ajenas, son entrometidos, y buscan protagonismo haciendo comentarios sobre la vida de terceros, por lo cual son personas que deberían cambiar esta actitud que es un defecto, y puede ocasionar problemas sociales.
El origen etimológico de la palabra chisme no es preciso. Para Joan Coromidas parece proceder del latín “cimex” = “chinche; en el sentido de cosa poco importante. Para Mateos Muños y Malkiel deriva del latín “schisma” en el sentido de división, pues con los chismes se intentan propagar informaciones verdaderas o falsas, que el protagonista del chisme quiere mantener en secreto.
Nuestros diccionarios relacionan el término chisme con la palabra latina schisma –división, separación – (DRAE, 1984), o con cimex: chinche (DRAE, 2002). En cualquier caso, no hay nada positivo en su definición: Noticia verdadera o falsa, o comentario con que generalmente se pretende indisponer a unas personas con otras o se murmura de alguna.
Según Dunbar, 2004; Davis & McLeod, 2003, el lenguaje se desarrolló en íntima relación con la cháchara y el parloteo que son el nicho natural del chisme. La palabra chisme ostenta un uso frecuente en nuestro idioma y es el término que empleamos mayormente para referirnos a aquella murmuración o cuento que existe alrededor de alguna cuestión o de alguien. Cabe destacarse que puede tratarse de una información verdadera, es decir, comentar algo que es absolutamente cierto, o en su defecto, el chisme puede tener la intención de promover una noticia falsa con la clara misión de afectar a alguien o a algo, según corresponda. (Tomado de ABC http://www.definicionabc.com/general/chisme.php)
Chismear se asocia al brollo, a enredar, intrigar, calumniar, murmurar y enmarañar y de acuerdo a la Biblia "el que chismea revela secretos" en el sentido de contar situaciones o hacer del conocimiento público circunstancias que pueden dañar a las personas involucradas.
Cuando se "mete un chisme" usualmente es para hablar de algo no convencional o prohibido en lo que ha incurrido alguien. Así se habla que tal o cual cónyuge le fue infiel a su pareja, o de las supuestas fallas de un compañero de trabajo o de la vida íntima de artistas, personalidades, jefes o autoridades.
Los chismes pueden causar verdaderas catástrofes, causar confusión, malos entendidos, destruir vidas, separar parejas, familias y amigos; son causa de peleas, odios, rencores y resentimientos; sin embargo, algunas personas se recrean diseminado chismes, conscientes o no del mal que pueden provocar.
Sin importar lo malsano y dañino que resulte, a la gran mayoría le gusta escuchar como hipnotizado las noticias escandalosas de los programas de chismosos que pululan en televisión, gente que se regodea y se burla de los indecorosos que exponen su privacidad sin pensar que se convierten en el blanco de todos ellos, por el sólo hecho de adquirir notoriedad, salir en la primera plana de las revistas y hacerse famoso a cualquier costo.
El chisme se propaga rápidamente pero su origen es incierto y muchas veces es falso, creado para obtener un propósito generalmente espurio. Al diseminarse también sufre una transformación y se vuelve más sucio y escabroso, porque es como el agua que corre por terreno pantanoso, se contamina, se vuelve turbia y más oscura.
La forma mas tradicional de conocer chismes es escuchando conversaciones ajenas, de allí que podamos entonces considerar al chisme como un comentario infundado generalmente constituido por una serie de mentiras que tal vez llegarán a perjudicar a uno o varios individuos, dependiendo de la intención de quien, o quienes, lo genera.
La estructura del chisme la conforman: el chismoso, el receptor de la habladuría  y la víctima de quien se habla de forma negativa y sin fundamentos. El chismoso, quien lo genera, suele saber poco acerca de la victima y puede experimentar sentimientos de venganza y en algunas ocasiones, de envidia. La víctima generalmente desconoce la actuación del chismoso y por ello es sorprendida en su buena fe por la información revelada. Lo sorprendente es que acerca de esta actividad tan humana, no existe una postura oficial de la psiquiatría o de la sociología aún cuando estamos conscientes que se ha convertido en una patología excesivamente dañina.
La gente que inventa un chisme proyecta inseguridad, ve como rivales a todos los que lo rodean, por lo que tiene serios problemas de integración social o moral y esto es sinónimo de carencia de valores y principios. De cualquier manera, el chisme es una forma de comunicación que está vigente, y que puede ir desde una simple crítica hasta la invención de toda una historia en torno a un sujeto determinado. Es decir, se juega también a intentar cambiar la realidad.
El chismoso o la chismosa es una persona que padece gran angustia e inseguridad, lo cual la impulsa a agredir, ya que en su mente se forman sinnúmero de fantasías destructivas: “Todos están en tu contra porque no vales nada”, “daña antes de que te dañen”, “no merece lo que tiene, tú deberías tener ese cargo” y “¿si no eres feliz, porqué los demás si deben serlo?”.
Por estas razones permanentemente se encuentra en estado de alerta, maquinando e inventado nuevos chismes, pues manifiesta temor a que los ataques que ha lanzado le sean devueltos.
El objetivo del chismoso es reproducir la noticia, regarla como pólvora y formar parte del “teléfono descompuesto”, ya que cada receptor le agrega datos y transforma según sus intereses y luego la vuelve a emitir.  Para esto, a los chismosos no les importa si el individuo perjudicado sufre, si le causa algún problema, ya que sólo le interesa formar parte de un cable que tiene la capacidad de transmitir algo.
Por tanto, convivir con una persona con estas características es realmente difícil, pues en primer lugar se muestra como amiga (o), por lo que no siempre se sabe por dónde ni en qué momento va a “bombardear” con sus chismes.
Para algunos, el chisme, en sus orígenes paleolíticos, se utilizaba como cháchara destinada a mantener la paz entre los miembros de la tribu, que se entretenían arrojando palabras malsanas en lugar de las lanzas injuriosas.
Como sucede con el rumor o con el chisme, vistos estos como conceptos intercambiables, cualquier comunicación puede ser compendiada de seis maneras: por su fuente, por su contenido, por su proceso de difusión, por el medio a través del que se difunde, por el tema y por la naturaleza de sus efectos.
En sus orígenes, la palabra chisme (ragot), guardaba una referencia con la fuente y con el efecto de una comunicación: un ragot es un gruñido emitido por un jabalí. Los chismes son historias de baja estofa, que lindan con la calumnia y la difamación.
El problema de los chismosos es que no saben ni pueden contenerse ante las ansias de manejar el poder de la información, la cual, la mas de las veces es errónea o no ha sido validada ni confirmada, pero la necesidad malsana de impactar, haciendo ver que son poderosos por el manejo de la información, ya sea en la empresa o en el ámbito socio familiar que le rodea, les lleva a afirmar cosas o situaciones que generalmente comprometen a otra persona, sin tener en cuenta el daño moral que acarrean con su accionar.
Nicholson (2001) sostiene que el chisme va más allá del habla ociosa, que es la manera en cómo organizamos el mundo en tanto animales sociales. Dice también el autor que la necesidad del chisme y el rumor es un instinto que el hombre moderno ha heredado desde la Edad de Piedra. En esa época –dice el autor – era vital recoger información sobre dónde se encontraba el alimento, quién era el jefe de la caza etc. Hoy en día no es diferente: “La gente crea rumores cuando no está segura y necesita rellenar ciertos vacíos de información... La gente chismea para crear una red social e incluirse a sí mismos en ese círculo, para adjudicarse a sí mismos la ventaja de estar en el “grupo correcto”
Para Víctor Hugo Manzanilla, las organizaciones son imperfectas, sin importar si es una pequeña empresa, una iglesia, un grupo sin fines de lucro o una multinacional, todas las organizaciones están formadas por personas y las personas somos imperfectas.
Ahora bien, existen ciertas actividades que pueden dañar una organización profundamente y como tal, deben tratarse con la importancia que el caso merece. En su opinión, existe una actividad que es muy satisfactoria pero a la vez inmensamente negativa y esta actividad es el chisme.
El chisme es simplemente el hecho de hablar de la situación de otra persona con alguien que no tiene ninguna forma de influir para mejorar dicha situación.
Las consecuencias que trae el chisme son profundamente negativas:
1 – Baja la moral de la organización: Las personas en vez de hablar sobre la visión y metas de la organización teniendo una mirada en el futuro, tienen la mirada en el chisme.
2 – Aleja el talento: Los grandes líderes no son chismosos. ¿Quieres alejar el buen liderazgo de tu organización? Fomenta el chisme.
3 – Hace a las personas improductivas: El chisme es parecido a las drogas. Las personas se hacen adictas e invierten innumerables horas productivas en el mismo.
Todo esto se traduce en la disminución del potencial de tu organización. Si tu organización es con fines de lucro, el chisme te cuesta dinero.
Existen organizaciones que se toman el aspecto del chisme muy en serio. Por ejemplo, Dave Ramsey, el presentador de radio que lidera una gran  organización dedicada a ayudar a las personas a tener control de sus finanzas, comenta que en su empresa si te escuchan promoviendo el chisme estás automáticamente fuera de la organización. Sin importar lo talentoso que puedas ser. Él es celoso de la cultura de su organización y no puede arriesgar a perder lo que con tanto esfuerzo ha construido.
El chismoso dentro de la organización. Esto se ha convertido en un clásico, esta persona se dedica a revelar información, en la mayoría de los casos irrelevante pero dañina, sobre otros compañeros. Suele ser el candidato ideal a convertirse en el 'espía oficioso' de los jefes o supervisores que creen necesitar de esta figura. ¿Cómo se debe actuar con él? Reuniéndose con él en privado y cuestionándole directamente sobre si mantiene esa actitud para hacer daño a los compañeros. Instándole también a que realice esos comentarios a la persona criticada.
Para muchos los chismes de oficina son parte de un tipo de violencia en el ambiente de trabajo, algo así como “violencia laboral”. Aunque para muchos este apelativo sea demasiado drástico, lo cierto es que este tipo de comportamiento no hace otra cosa más que destruir vidas, carreras y personas en muchas formas.
En la mayoría de las empresas se deja muy en claro a los empleados lo indeseable de este comportamiento ¿Por qué? Porque lo que para muchos puede ser un “comentario” para otros puede ser un ataque y para el ambiente laboral una agresión fatal, pues genera desconfianza entre los colegas, lo cual merma la productividad y moral del equipo. Son pocas las personas que se mantienen “ajenas” a las habladurías del resto, pero quienes lo logran por lo general no se detienen en estupideces y salen adelante sin detenerse o empantanarse desprestigiando a los demás.
El chismoso es una persona que constantemente habla mal de absolutamente todo el mundo que lo rodea también hará lo mismo contigo, no eres la excepción, por eso las personas chismosas que siempre encuentran el lado negativo de cada situación y la usan para crear rumores son de mucho cuidado, y con ellos NO DEBES compartir información muy personal, delicada o que no pueda ser divulgada, pues en este caso los estragos pueden ser mayores.
La personalidad del chismoso es extraña, siempre se muestra risueño, quizás es parte de su arma de convencimiento, y por otro lado debe ser por el deleite que le produce la murmuración y conocedor de su maldad, se cuida mucho que hablen de él, ya que vive con el temor que se repita con él, lo que hace con los demás delante de ellos y quien le ha prestado oído, después haga lo mismo de él.
Para Becky Krinsky, las personas entrometidas le quitan luz al mundo. Son seres cobardes que hablan a espaldas de las personas por lo que ellas ni siquiera se pueden defender y en muchos casos, no se llegan a enterar por qué y para qué se han metido a hablar de ellos. De hecho, son un riesgo y un peligro, tanto para su propia comunidad como para las personas de las cuales hablan y a quienes lastiman.
No hay palabras que puedan describir el daño y el dolor que estas personas causan. De hecho, una persona metiche o chismosa se puede comparar con una víbora venenosa que ataca a su víctima – la envenena sólo para dejarla morir sola. Lo peor es que la serpiente sólo impregna su veneno, sin ella obtener benéfico de su acción.
Es fácil reconocer a una persona chismosa y metiche. Estas son personas que les gusta hablar de todo lo que conocen, escuchan o inventan. Dan su opinión, juzgan, critican y sobretodo, se concentran en los defectos y en todos los aspectos obscuros de las acciones, convirtiendo en charlas negativas, situaciones que no tenían nada de malo. Tornan los comentarios naturales en declaraciones comprometedoras y las sazonan con un toque de maldad y un poco de morbosidad.
Estas personas disfrutan al degradar a sus víctimas. Es casi como si al hablar mal de otros, ellos se pudiesen colocar en una mejor posición emocional, logrando sentirse mejor de sí mismos. Un consuelo temporal, irreal y perverso.
A pesar que los hombres siempre se quejan de la lengua viperina de las mujeres, también gustan del chisme, pues no es necesario quebrarse la cabeza para saber de qué hablan con los amigos, por ejemplo: “Ya tuve relaciones con ella”, “me dijo que soy el mejor en la cama”, “se nota que ha tenido muchos amantes”, “no me la puedo quitar de encima” y lo que pasa es que generalmente emiten este tipo de opiniones cuando han sido rechazados y en venganza quieren desacreditar a la mujer que los “desairó” o al hombre que le es competencia.
Así podemos ver que el chisme no tiene género ni predilección en cuanto a la persona que lo emite. Todos estamos a merced del chisme ya sea como emisores del mismo o como perjudicados por su efecto. Es algo propio e innato de los humanos y desde que bajamos de las ramas y nos enderezamos forma parte del modelo comunicacional. Ha sido imposible a lo largo de la historia erradicarlo del día a día. No se logró ni por el hecho de haber sido condenado a través de la Biblia y por tanto se ha enraizado en todas las generaciones, de allí que debemos prepararnos y preparar a las nuevas generaciones para convivir con él y no morir en el intento de salir bien librados de la batalla entre el bien y el mal que generalmente representan el chisme y el chismoso.
A modo de conclusión y como una de muchas formas que tenemos para defendernos de los chismosos, presento la prueba del triple filtro que según las escrituras le ha sido atribuida al gran filósofo griego Sócrates de Atenas.
Sócrates fue famoso por su sabiduría y por el gran respeto que profesaba a todos. Un día un conocido se encontró con el gran filósofo y le dijo:
¿Sabes Sócrates lo que acabo de escuchar sobre uno de tus discípulos?
Espera un minuto -replicó Sócrates-. Antes de decirme nada quisiera que pasaras un pequeño examen, yo lo llamo la prueba del triple filtro.
¿Triple filtro?
Correcto -continuó Sócrates-. Antes que me hables sobre mi discípulo, puede ser una buena idea filtrar tres veces lo que vas a decirme, es por eso que lo llamo la prueba del triple filtro.
El primer filtro es la verdad
¿Estás absolutamente seguro que lo que vas a decirme es cierto?
No -dijo el hombre-, realmente solo escuché sobre eso y…
Está bien -dijo Sócrates-. Entonces realmente no sabes si es cierto o no.
El segundo filtro, es el filtro de la bondad
¿Es algo bueno lo que vas a decirme de mi amigo?
No, por el contrario…
Entonces, deseas decirme algo malo sobre él, pero no estás seguro que sea cierto.
El tercer filtro es el de la utilidad
¿Me servirá de algo saber lo que vas a decirme de mi amigo?
No, la verdad es que no.

Bien -concluyó Sócrates-, si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno, ni útil, entonces ¿para qué querría saberlo?

sábado, 17 de octubre de 2015

EDUCACIÓN PARA EL FUTURO

Hablar de saberes es dar apertura a la polémica enriquecedora y a fijar posturas ante las demandas de la sociedad. Las últimas cinco décadas del siglo pasado y los primeros tres lustros del presente siglo nos han presentado ideas, modelos, posturas y revoluciones en materia educativa. Hemos escuchado desde conceptos como la sociedad del conocimiento hasta el siglo del saber y todos ellos tienes sus defensores y sus detractores. Lo que si queda claro es que cualquiera sea la denominación aceptada o de nuestra preferencia, todas ellas están basadas en la racionalidad científica y tecnológica.
El saber cambia el mundo y nuestro mundo está en cambio constante regido por la  velocidad de los nuevos saberes. Hablamos de posmodernidad y post, postmodernidad en cultura, educación, geopolítica entre otros aspectos. La tecnología nos ha acercado a las revoluciones y nos ha alejado de las costumbres y patrones socio familiares, generándose un nuevo costumbrismo que obliga a las generaciones anteriores a igualarse a las nuevas generaciones para reducir la brecha comunicacional y con ello los desniveles de convivencia, tanto en las aulas como en los demás entornos educativos y sociales.
Al decir de Cardona Ossa, la aldea global mundializó todo, las relaciones entre los países, el comercio, las comunicaciones y el conocimiento. La aldea global es una aldea sin fronteras. Ella significa el cambio del concepto tradicional de la geografía, (se acabo la Geografía) pues rompió los límites territoriales, dejándolos solamente como simples fronteras de soberanía. El mundo se comunica hoy en día y hace negocios sin necesidad de viajes, ni pasaportes. Las telecomunicaciones lo han cambiado todo. Este hecho de trascendencia inconmensurable traspasó la era de la revolución industrial para colocarnos en la era de las telecomunicaciones mucho más allá de la revolución de la información. Las autopistas de la información, con Internet como el hecho histórico del siglo XX, están produciendo cambios en la sociedad no imaginados antes. La sociedad encontró aquí, en esta revolución, una manera diferente y rápida de comunicarse, de transportar información, de adquirir conocimientos, de intercambiar productos y de acceder a las bases de conocimiento disponibles. También está cambiando la manera de trabajar, de viajar, de compartir, de socializar y de aprender.
En la sociedad del conocimiento, la ciencia y la tecnología van conquistando los distintos ámbitos que comprenden la vida diaria, en lo personal, lo profesional y lo organizacional, esto transformará nuestro modo de pensar, de sentir y de actuar como aspectos fundamentales de lo cognitivo, lo axiológico y lo motriz, dimensiones esenciales del hombre de hoy. Cada quién tiene su propia cosmovisión y las razones para sustentarla. Por eso y por los avances tecnológicos es que las profesiones y los oficios en esta sociedad del conocimiento o siglo del saber, cuentan con un creciente componente tecnológico y trae como consecuencia un mayor número de ocupaciones de alta tecnología. Las diferencias en el manejo del instrumental en campos como lo agrícola, la ingeniera, la medicina, la educación por nombrar solo algunos, conllevan al hecho que en la cima de la pirámide ocupacional se encuentre una nueva clase de talentos, dedicados a diseñar soluciones únicas para problemas únicos, son los gerentes del mañana. Cada día las competencias laborales y personales o duras y blandas, que exige la sociedad son mas sofisticadas, ya no es suficiente hablar de una profesión como Ingeniero o Administrador, sino que se exigirán unas competencias adicionales que cambiarán su perfil como, Ingeniero Administrativo de sistemas, Administrador de política de productos y así por el estilo.
Por ello, la educación debe replantear sus objetivos, sus metas, sus pedagogías y sus didácticas si quiere cumplir con su misión en el siglo XXI y satisfacer las necesidades de la sociedad del futuro. Navegar en la aldea global será una tarea que exige muy altos niveles de "inteligencia social" esto es, capacidad organizada del país para adaptarse a un mundo que cambia rápidamente, lo cual supone adquirir y procesar información sumamente compleja, para tomar decisiones que aseguren el aprovechamiento óptimo de cada coyuntura. La nueva realidad conlleva una ética de aceptación de la verdad, de responsabilidad, de autonomía, de compromiso con el bien público por encima de los intereses individuales o sectoriales, de respeto por los valores universales encarnados en los derechos humanos y en la práctica de la justicia para contribuir al logro de la paz.
La educación busca dentro de sus objetivos últimos la formación integral del ser humano, entendido como un ser de necesidades, habilidades y potencialidades. Busca intervenir en las Dimensiones cognitivas (conocimientos), axiológica (valores) y motriz (habilidades y destrezas), para mejorar la calidad de vida.
Hasta ahora la preparación de nuestros educandos se hace con una formación hacia el pasado. Si bien es cierto que debemos conocer nuestra historia como humanidad y saber de donde venimos para fijar el rumbo hacia donde queremos ir, no es menos cierto que lo estamos haciendo en forma errada. Para enseñar a gerenciar a nuestros participantes  nos basamos en la bibliografía más reciente que podamos encontrar, pero esta solo nos narra la forma como se hacía el hecho gerencial en nuestro pasado reciente. Por el solo hecho del manejo de la incertidumbre no podemos saber la receta para gerenciar en los años venideros, entonces surge la cuestión: ¿Cómo formaremos a los gerentes del mañana?, la respuesta nos la da la tecnología.
Con estudios personalizados basados en el uso de dispositivos tecnológicos que permitan la simulación de los hechos de acuerdo a las variables que vayamos manejando y sus condiciones de positividad o negatividad. Para logra eso hacen falta cambios ingentes, desde la dirección estratégica de la educación, vista esta como política de estado, hasta la puesta en práctica del hecho educativo por parte de sus actores primarios, lo cual produce escepticismo sobre el camino a seguir, ya que no se entiende la resistencia de los entes encargados de la supervisión de instituciones educativas y de personeros del mundo académico, quienes aferrados las formas y resultados de ese glorioso pero caduco pasado, obstaculizan los procesos educativos basados en la virtualidad y en el compartir de experiencias con instituciones extranjeras que permiten y apoyan la formación necesaria para la generación de relevo de acuerdo a las necesidades del mundo actual y globalizado.
La globalización implica la inclusión del mayor número posible de entes educativos de otras latitudes a nuestro quehacer educativo, para compartir saberes, experiencias, métodos y producción de conocimientos aplicables al hecho socioproductivo e integrativo actual.
A pesar de hablar de desarrollo e integración, seguimos aferrados al viejo concepto que establece, que los que ya hemos transitado esa senda de producir saberes, somos los que sabemos como se deben seguir produciendo los conocimientos, sin entender que los cambios introducidos en nuestra existencia por la revolución tecnológica que sacude las bases y las entrañas del modelo educativo casado con los cánones del pasado exigen de personas con visión de futuro y entendimiento de la problemática actual para poder realizar las propuestas correspondientes y quién mejor que nuestros niños y jóvenes para cumplir con esa delicada tarea y a la vez aprovechar las sinergias con países e instituciones educativas latinoamericanas y caribeñas.
Para lograr el éxito, debemos incorporar en la dirección del modelo educativo a nuestros niños, adolescentes y jóvenes, que son quienes nos dirán como no aburrirse en las clases magistrales que marcan el actual modelo. Esos niños y jóvenes son los que pueden producir la revolución educativa y aseguro, que esta tendrá su basamento en la tecnología al servicio de la sociedad. Revisemos también sin pruritos ni prejuicios, otras experiencias enriquecedoras de otras latitudes.
La virtualidad del saber no supone un saber distinto, sea este mejor o no. Tampoco supone un saber de segundo o de tercera categoría. Todo lo contrario, supone un saber del más alto nivel. Los niños y jóvenes de la generación nativa no necesitan manuales para navegar por el mundo educativo. Necesitan libertad de acción para producir soluciones ingeniosas a los problemas que enfrentan, por lo que se corresponde con una transformación de los procesos mediante los que se aprende, constata (anota) y explica al mundo, procesos que están en sintonía y dependencia con el nivel de desarrollo de los medios tecnológicos del actual momento histórico.
Con la llegada de Internet, las barreras entre la escuela y el mundo exterior empiezan a colapsar a medida que profesores y alumnos establecen conexiones directas en un foro que oculta sus edades y los presenta como homólogos virtuales, pero esto deja al desnudo la falla en la formación de los formadores, cuando esta no está acorde con esos avances tecnológicos. Lo importante es vencer este temor y contribuir en la formación adecuada de manera inmediata de esos formadores, para que puedan dar respuesta acorde a los cuestionamientos a los que serán sometidos, pero igual de importante tiene que ser la flexibilización del aula y del currículo.
Debemos eliminar lo antes posible todo vestigio de esa deformación educativa, que insisto, tuvo mucho éxito, pero en una época distinta, las necesidades del educando de hoy no son teóricas, toda la teoría y métodos teóricos los consigue en Internet. Sus necesidades son prácticas, de experimentación y producción sin aburrimientos ni charlas tediosas que solo logran el rechazo de la mayoría. Tienen necesidades de socialización, porque debemos prepararlos para combatir el aislamiento que también produce el uso intensivo de la tecnología en todos los aspectos de su cotidianidad. Debemos cambiar las aulas convertidas en celdas y los alumnos privados de libertad (en sentido figurado) por espacios de aprendizaje compartidos por creadores, innovadores y emprendedores.
La cada vez más extendida inquietud en busca de un nuevo paradigma educativo en este siglo XXI no puede ser acometida por el sistema educativo en su conjunto ni tampoco por niveles o modalidades no reglamentadas. La transformación profunda tiene que producirse esta vez de abajo hacia arriba, desde una reconversión total de cada uno de los centros educativos, desde un cambio de actitudes y de planteamientos por parte de educadores y desde el empeño responsable de cada uno de los dicentes o alumnos, es decir, de quienes son los verdaderos “clientes” del proceso de aprendizaje, de acuerdo con el lenguaje y la mentalidad imperantes, inspirados en los principios de la economía libre o social de mercado. La sociedad del siglo XXI seguramente reafirmará que aprender es la más importante fuente de riqueza y bienestar, de capacidad de competir y de cooperar en paz. En consecuencia, cada institución educativa tiene que empezar por aceptar la necesidad de transformarse en una organización competitiva para facilitar el aprendizaje personal y colectivo ante el siglo XXI.
Algunos de los recursos tecnológicos aplicados en la educación ya empiezan a mostrar su eficacia algunos cambios comienzan a ser visibles, entre esos tenemos:
1. Nuevos modelos educativos que certifican el aprendizaje y que ya no privilegian solamente a la enseñanza; en otras palabras, el interés por crear ambientes de aprendizaje, donde el estudiante pueda en forma autodidacta adquirir sus conocimientos.
2. La Transmisión a distancia de videoconferencias ha mostrado que pueden reducirse costos e incrementarse considerablemente el número de personas que reciben los beneficios de una clase o conferencia; sin exagerar en sus beneficios, las videoconferencias permite que interactúen expositor y alumnos, ya no siendo necesario el traslado de ellos al lugar en el que el expositor se encuentra.
3. El uso intensivo de tecnología para buscar información en el mar de datos con el recurso de Internet. De esta manera, el estudiante puede fácilmente conseguir información disponible, con la mayor actualidad, y eliminar la problemática que se tenía con el uso de enciclopedias “caducas”.
4. El almacenamiento masivo de datos ya no en activos de computadora, sino en discos compactos que aseguran el mantenimiento de la información (pero también calidad y nitidez) en el acceso a la información.
5. El uso de tecnología multimedia en materia educativa, considerando que es más frecuente que el educando reciba por diferentes medios los contenidos; hay creciente interés por el uso de paquetes interactivos en ambientes multimedia.
6. El uso de tutoriales, utilizando computadora personal, esto ha permitido que el estudiante pueda aprender por medio de un paquete de cómputo, y ya no necesariamente con el apoyo de un asesor o profesor.
7. El acceso a docentes de todas las áreas del conocimiento sin importar el lugar del mundo en donde se encuentren. 8. La generación de aulas virtuales de aprendizaje AVP a las que alumnos y profesores pueden acceder a información e interactuar con homólogos virtuales del mismo interés educativo.
Le doy crédito a Guillermo Cardona Ossa ya que su escrito TENDENCIAS EDUCATIVAS PARA EL SIGLO XXI EDUCACIÓN VIRTUAL, ONLINE Y @LEARNING ELEMENTOS PARA LA DISCUSIÓN, me ha servido de inspiración para contribuir a la discusión del tema y he tomado del mismo algunos extractos para contextualizar las ideas presentadas.
Recomiendo ver el escrito completo en:                                                            
http://edutec.rediris.es/Revelec2/revelec15/cardona.pdf