Esta
es una recopilación de algunas fuentes consultadas para conocer un poco acerca
del origen de la gaita zuliana.
Es
un género musical original del estado Zulia en Venezuela, declarado Bien
Patrimonial de Interés Cultural y Artístico de Venezuela. Es una composición
que tiene el arte de combinar el contenido de un tema que tiene una estructura
formal de estrofa-estribillo, el cual el primero es entonado por un solista y
el segundo por el coro; en las estrofas se utilizan cuatro versos y en el
estribillo de 4, 6 u 8 versos, ambos de métrica octosílaba, aunque pueden
utilizarse combinaciones de versos. La base rítmica es de 6 X 8, 6 X 12, 6 X
14, 8 X 16, también de métrica regular e irregular, rima asonante o consonante.
Es decir, que en estructura, métrica, rima y cadencia pueda ser interpretada
por un conjunto gaitero atendiendo la forma tradicional en su interpretación.
Hoy en día es un
género que se relaciona con la Navidad en toda Venezuela y en las comunidades
de venezolanos alrededor del mundo en versiones de sus idiomas (por ejemplo español,
inglés,
francés,
alemán,
italiano,
portugués
y japonés
entre otros). Como género musical popular se canta en grupo formado por hombres
y mujeres.
Según Joan
Corominas, la palabra "gaita" procede del gótico gaits
(aunque aún no está muy definido), término que también utilizan las lenguas del
oriente europeo (gaida en Hungría, gainda en Creta o gayda
en Yugoslavia), que significa "cabra", ya que de la piel de este
animal se realiza la membrana de "furro" o "furruco",
instrumento emblemático de la gaita. Los temas que tratan
los intérpretes de este género van desde cantos al amor y figuras religiosas
hasta temas jocosos y de denuncia. El elemento político también es protagonista
de mucho
En las primeras
formas de gaita se conjugaron los cánticos de misa que enseñaban los misioneros
católicos, la percusión de las tamboras, el característico sonido cultural del
furro (un derivado de la zambomba), las maracas y la charrasca. El cuatro, derivado
de la guitarra, junto a los cánticos españoles, representaba el aporte ibérico.
La ejecución de los nativos aportaba el estilo definitivo a esta nueva música.
Los orígenes de la
gaita zuliana no han sido establecidos con precisión, pero se supone que nació
con las inquietudes republicanas del pueblo, tal vez en las primeras décadas
del siglo XIX, como lo demuestran los patrióticos cantos pascuales dedicados a
Ana María Campos, la patricia altagraciana azotada por orden del feroz Morales al
negarse a retirar su frase lapidaria: "O capitula o monda".
Según Rafael Molina
Vílchez, “La gaita zuliana, como muchas otras manifestaciones del costumbrismo
latinoamericano, es mestiza. Tiene un mosaico genético poliétnico, pero su raíz
es hispana, aunque la hispanidad se conserve en progresiones muy diferentes a
la gaita maracaibera (llamada también gaita de furro), canto de criollos
urbanos, en quienes sobrevive con fuerza, en comparación con la gaita de
tambora y la perijanera, en las cuales la negritud deja una marca más intensa”.
Este estudioso del
folklore señala que la gaita es española, pero que con el tiempo surgieron dos
tendencias divergentes: La gaita maracaibera y las gaitas negras. Esta opinión
ha generado polémicas, sin embargo es bastante compartida, ya que el término
"gaita" es de raíz galaico-portuguesa: viene del gótico
"gaits" que significa “cabra”, porque el fuelle de la gaita gallega
se hace con el cuero del caprino.
De España a través
de los Países árabes africanos llegó hasta Turquía, en cuya lengua se traduce
como “flauta del pastor”, lo que estaría de acuerdo con el dibujo que encontró
Agustín Pérez Piñango con la gaita Glorioso San Sebastián, que data de 1668,
según documento localizado en el antiguo Colegio Nacional de Maracaibo, que
trae la letra y la música en caracteres gregorianos. Sería la gaita más antigua
que se conoce.
Sin embargo, otros
estudiosos, entre ellos Juan de Dios Martínez sostiene que la gaita se inició
con los esclavos negros en las haciendas del Sur del Lago, como protesta y
evocando sus fiestas de las zonas africanas de donde provenían.
Algunos
afirman que es producto del legado africano, y para otros es el resultado de la
influencia española. No obstante, la opinión más popular es que se trata de la
fusión de estas culturas con la indígena. Los más entendidos en la materia
señalan que la gaita zuliana es descendiente de la gaita gallega, y que los
primeros pobladores del Zulia organizaban parrandas donde cantaban décimas,
aguinaldos, villancicos y fandangos, siguiendo el ejemplo de los colonizadores.
Tradicionalmente
la gaita ha estado vinculada a la devoción decembrina por Santa Lucía en el
barrio El Empedrado, y en este sentido se recuerda que cuando el Padre José
Tomás Urdaneta tuvo a su cargo la parroquia, sacó del templo a los bulliciosos
gaiteros. Puede decirse que desde entonces la gaita perdió el carácter
religioso de que estuvo impregnada durante muchos años en la barriada
empedradera, para convertirse definitivamente en instrumento de sano júbilo
pascual y en el más eficaz medio de crítica y protesta de la gente humilde.
Pese
a la carencia de documentación formal y oficial sobre la gaita en siglos
pasados, la maraña se entreteje de opinión en opinión; pero quizás una de las
más acertadas opiniones sobre su permanencia, difusión y arraigo la refiere
Humberto Rodríguez en la revista: Onda Gaitera No. 1 - 1993 y es aquella en la
cual se omite la indagación de su centro de origen y se describe que: “la gaita
vino a definirse en lo que podemos llamar su verdadera esencia y propósito,
cuando se hizo profana, cuando se fue quedando en las casas, cuando fue
utilizada como vehículo de la Sátira Popular”. Allí, la fuerza de la familia
apostada en los patios o solares enlosaos cobra energías para apoderarse de la
gaita, la jarana, la fiesta. Los abuelos así lo recuerdan.
Maracaibo,
por su condición comercial, geográfica y eje capital del estado ha visto cómo
la gaita se ha arraigado en su seno. La difusión de la misma, ocurrió
notablemente a principios de la segunda mitad del siglo XX por medio de la
radio en su época dorada, por presentar entre otras atracciones: talento vivo.
De la tecnología y la novedad del medio se sirvió indirectamente la gaita, así
como otros géneros y sus autores lo hicieron: la danza, la contradanza, el
bambuco y los valses. Pese a esto, debe volver a aclararse que esta situación
no traduce que la gaita se originó en esta ciudad.
Para
hacerlo más difícil desde la perspectiva investigativa, pero más pintoresco en
el ámbito humano y anecdótico, los pobladores de los barrios “El Saladillo” y
“El Empedrao” se disputan su autoría intelectual, su creación. Las casas de
estas comarcas son bien características arquitectónicamente, pero también en el
plano amistoso y de convivencia entre vecinos. “Empedraeros” y “Saladilleros”
han mantenido, para bien de la gaita, esta lucha sobre su propiedad y origen.
Muchos han sido los versos que se han inspirado y basado en el ritmo de la
gaita; seducidos sus autores por el color y brillantez que esta reviste.
Dos
personas muy importantes y versadas en el tema, el reconocido poeta Antonio
Acevedo y el maestro compositor Saúl Sulbarán, dicen que: “los conjuntos
gaiteros como los que hoy conocemos no existían”... “habían familias gaiteras
que se identificaban y se hacían conocer por sus apellidos, tales como: los
Arrieta, los Robles, los Ocando, los Masyrubi”; entre otros. Los gaiteros eran
“la pandilla” o “la cuerdita del barrio”. Sin embargo, el argumento de los
nombres es rebatible en la medida que dichas agrupaciones que como tales no
funcionaban constantemente. No se tenía la preocupación de asignarle un nombre
determinado al conjunto. Para identificarlos en años posteriores, la gente los
recordaba relacionándolos con algún establecimiento comercial o un sitio
pintoresco del vecindario donde vivieran los componentes del parrandón.
Bien
entrados los años 50 y empezados los 60 del siglo XX, se hablaba entonces de la
parranda de la “Cuerda Gavilanera; es decir de la pandilla de tienda “El
Gavilán”, que estuvo situada en la Calle Páez de la ciudad de Maracaibo. Se
habló también de la “Cuerda Pilonera”, cuyos integrantes residían en el
“Empedrao” donde había una casa a la que iban algunas mujeres -comadres- a
pilar maíz. Ciertamente, en 1965 “El Monumental” Ricardo Aguirre entrega a “Los
Sabrosos” una gaita que le había hecho y dedicado a la “Cuerda Pilonera”.
Hay
hechos muy pintorescos que certifican el carácter popular de la gaita zuliana.
Lo certifica Don Antonio Acevedo en su ensayo sobre “¿Cuándo y dónde nació la
gaita zuliana?” de la revista Onda Gaitera No.2- 1995: “... Al organizar la
cuerda o grupo gaitero se elegía a una de las personas más estimadas del lugar,
para dedicarle la gaita. El primer paso era colocar una bandera blanca en la
ventana de la residencia seleccionada, la noche anterior al día elegido para formar
la parranda. Esto se hacía con la finalidad de avisar al dueño de la casa para
que alistara lo necesario en estos casos. Si el agasajado optaba por dejar la
bandera puesta, era señal que estaba dispuesto a recibir a los gaiteros;
quienes llegada la noche, no se hacían esperar e irrumpían llenos de alborozo a
la puerta de la residencia escogida; allí mismo cantaban las primeras coplas,
que eran como una introducción a la parranda que se avecinaba.
Hoy
día, se ha establecido una clasificación de los tipos de gaita zuliana a través
de la historia y se presentan a continuación:
-
Gaita folklórica (desaparecida)
-
Gaita tradicional modernizada
-
Gaita popular
-
Gaita romántica
-
Otras vertientes
La
temática que manejan los intérpretes de este género es infinita y va desde
cantos al amor y a figuras religiosas hasta temas jocosos y de denuncia. En los
últimos años, el elemento político ha sido protagonista de muchos temas; de
esta manera, los gaiteros han denunciado, de una forma particular, lo que
consideran injusticias cometidas contra los habitantes del país.
Tipos de Gaitas
La
gaita ha evolucionado por generaciones, ganando en riqueza y complejidad,
ramificándose en diferentes versiones de sí misma que conforman tipologías
claramente definidas. Básicamente, la gaita se puede dividir en tipos, según su
estructura musical y origen, y según su contenido literario, o
"letra".
Según estructura y origen
La Gaita de Furro
Es
la más conocida y difundida a nivel nacional y solía tener como temporada los
meses de noviembre y diciembre. Se bajaban los furros el 18 de noviembre, día
de la Virgen de Chiquinquirá, y se subían el 2 de febrero, fiesta de la
Candelaria. Durante muchos años se utilizó como recurso publicitario de los
comerciantes para promover sus mercancías, pero hoy día la gaita toca cualquier
tópico y se utiliza como medio de protesta o de denuncia social.
Se
llama gaita de furro, porque es el nombre que localmente se le da al furruco y
también se le denomina gaita maracaibera, aunque algunos autores señalan que es
propia de la parte norte de la región y no sólo de Maracaibo. Tradicionalmente
tenía como instrumentos el cuatro, el furro o furruco, la tambora y la
charrasca, pero actualmente la mayoría de los grupos urbanos han incorporado
las congas, teclados y bajo eléctrico.
Tiene
una estructura formal de estrofa-estribillo, el primero entonado por un solista
y el segundo por el coro. En las estrofas se utilizan 4 versos y en el
estribillo de 4 a 6 versos, ambos con métrica octosílaba, aunque puede
utilizarse combinaciones versos. La base rítmica es de 6 x 8, aunque abundan
versiones antiguas de 2 x 4.
La Gaita de Tambora
Es
una tradición afro-venezolana de los pueblos de la Costa del Sur del Lago de
Maracaibo, que consta de un estribillo fijo que da nombre a la pieza, en
cuartetas o sextetas con distintas combinaciones silábicas. Se entona por un
coro y se alterna con los versos del solista. Se acompaña con dos tambores que
se llaman tambora y tamborito, el primero de mayor tamaño y más grave, y el
segundo de menores dimensiones y más agudo. A ello se suma una maraca de gran
tamaño que marca los compases. Por lo tanto la gaita no tiene soporte armónico
para el canto y muchas veces se incorpora un clarinete que realiza interludios
llamados revoleos. Se suelen tocar en diciembre y enero, en las casas de
familia o en las calles.
La Gaita Perijanera
Este
ritmo de gaita ya no se toca en la actualidad. Se tocaba en las fiestas
populares tradicionales de los municipios perijaneros, en diciembre y en enero,
en honor a San Benito, para bailarla en las casas de familias devotas como pago
del cumplimiento de una promesa. No se reduce a un tipo de pieza musical sino
que es una suite con cuatro secciones diferentes: gaita, sambe, guacharaca y
chimbanguele. La gaita es de métrica binaria y con estrofas sucesivas, donde el
solista va cantando los versos de una cuarta de dos en dos con repetición por
parte del coro de cada uno para cantado. Sigue el sambe que es instrumental, la
métrica cambia a 6x8. La guacharaca consta de un estribillo fijo que canta el
coro y que se alterna con las estrofas del solista, con métrica de 6x8 y está
en modo mayor pero con otra progresión armónica. Por último, el chimbanguele,
que difiere de la tradición de los tambores afro-venezolanos del mismo nombre,
está en ritmo binario y el canto es exclusivamente coral en modo mayor. Esta
tradición se acompaña de cuatro, maracas, charrasca, tamboras y furros
La Gaita de Santa Lucia
Es
una pieza musical de motivación religiosa en torno al culto a Santa Lucía y el
día central para interpretarla es el 13 de diciembre. Tiene una estructura
musical preestablecida sobre la cual intervienen los cantadores.
Las
estrofas son cuartetas de ocho sílabas y se entonan en alusión a la Santa y al
entorno festivo, en forma improvisada. Se acompaña el canto con el cuatro y las
maracas, pero se pueden sumar una tambora y un furro. Según Rafael Molina
Vílchez este último tipo de gaita no es diferente en esencia a las gaitas
negras y llegó a Santa Lucía desde el Sur del Lago, en las piraguas.
Tipos según Contenido
Literario
La Gaita Costumbrista
Esta
gaita le canta al pasado, a los personajes y costumbres que le dieron la
identidad regional al zuliano, y que son estampas de un Maracaibo que sólo vive
en memorias
La Gaita Protesta
A
través de este tipo de gaita, se expresa la molestia y sentimiento de
insatisfacción del ciudadano común ante los desmanes de un gobernante.
La Gaita Chiquinquireña
Dedicada
a alabar a la patrona de los zulianos, la Virgen de Chiquinquirá (La Chinita).
Según la tradición la Virgen llegó a las costas maracaiberas en un pequeño
cuadro que recogió una humilde lavandera (cuando las aguas del Lago eran dulces
y limpias) y la llevó a su casa en el barrio “El Saladillo” y allí se iluminó,
se produjo el milagro. Su día es el 18 de noviembre pero los gaiteros
acostumbran a cantarle toda la noche del 17, lo que se denomina el amanecer de
feria de la chinita.
La Gaita Parranda
Es
la gaita festiva, de alegría y celebración. Son rápidas, de letras picarescas y
motivos fiesteros. Suele ser tocada al final de las presentaciones para llevar
la alegría y emoción al máximo
La Gaita Romántica
Nacida
en los años 70, la gaita romántica es una forma de serenata zuliana.
Generalmente está compuesta, como los otros tipos de gaita, por un estribillo
con tres versos octosílabos, excepto algunas composiciones libres de autores
como Luis Ferrer o Neguito Borjas. Suele orientarse a la conquista de la mujer
soñada a través del verso gaitero, aunque muchos ortodoxos de la gaita no la
consideran como tal.
La Gaita Tamborera
Musicalmente
es diferente: rompe en compás 2/4 con trecillos, se mide a 4/4 y cambia su
síncopa. Se parece más a la salsa, son cubano o chimbangle, que a la
tradicional gaita de furro. Tiene su origen en la población negra de la costa
oriental del Lago de Maracaibo y es producto de la fusión de la gaita de furro
y el chimbangle a San Benito. Buena parte de sus letras están dedicadas al
santo patrón de color que es venerado es Cabimas, Mene Grande, Palmarito,
Bobures y el sur del Lago
Es
una tradición afro-venezolana de los pueblos de la Costa del Sur del Lago de
Maracaibo, que consta de un estribillo fijo que da nombre a la pieza, en
cuartetas o sextetas con distintas combinaciones silábicas. Se entona por un
coro y se alterna con los versos del solista. Se acompaña con dos tambores que
se llaman tambora y tamborito, el primero de mayor tamaño y más grave, y el
segundo de menores dimensiones y más agudo. A ello se suma una maraca de gran
tamaño que marca los compases. Por lo tanto la gaita no tiene soporte armónico
para el canto y muchas veces se incorpora un clarinete que realiza interludios
llamados revoleos. Se suelen tocar en diciembre y enero, en las casas de
familia o en las calles.
La Gaita Crónica
Es
la que cuenta los sucesos que Venezuela y el Zulia han vivido. Narra, por
ejemplo, la llegada del hidro-avión al Lago de Maracaibo, o la epopeya de
Alonso de Ojeda.
Instrumentos Gaiteros
Ancestrales
El Furro:
es un membranófono de golpe indirecto, constituye el instrumento líder
en la interpretación de la "Gaita de Furro" o "Gaita
Zuliana"; su introducción al estado Zulia y a Venezuela fué obra de los
conquistadores hispánicos, bajo el nombre de "Zambomba".
El
Furro o Mandullo, como se le llamó hace varios años, es uno de los elementos en
los que se basan, quienes defienden el origen hispánico de la Gaita, ya que es
igual a un instrumento español conocido como "Zambomba", el cual
originalmente no pertenecía a los cantos de la Gaita, sino que fue introducido
por los religiosos, cuando infiltraron la Gaita, los cantos de Villancicos que
se acompañaban con "Zambomba y Almírez".
Para
su construcción en lo que a la Región Zuliana se refiere, cualquier recipiente
y de casi cualquier material era utilizado para ello, desde barrilitos de
madera en los que se envasaba el vino y las tachuelas hasta en los que tenían
los clavos y los sombreros.
El Cuero del Furro:
Se
utilizaba el de varios animales, aunque los más usados eran los de gato, chivo,
cabra, carnero y venado. Este cuero era sometido a un tratamiento previo que
consistía en salarlo y secarlo al sol, luego era sumergido en un envase de agua
de cal para librarlo de los pelos, se le amarraba la "Espiga" de
madera, se ajustaba al aro y este se colocaba en la boca del cilindro o del
Furro, el arco era de madera o un "Bejuco" que reuniera las
condiciones de ser fuerte, resistente y flexible, por este arco se pasaban unas
cuerdas, que se entrelazaban con un arco similar que se colocaba en la parte
baja del Furro.
La Espiga:
Es
una de las partes del Furro, constituida por una especie de espoleta de madera
de "Curarire" o de otra madera aparente, se localiza en el centro del
cuero y va atada fuertemente por dentro del Furro y en ella se encaja la
"Verada".
La Verada:
Es
la estirpe de la flor de una Graminea (Caña Brava), muy liviana con un espesor
característico y una longitud que oscila entre 0.80 y 1.20 mts.
El Portafurro:
No
era otra cosa que una cinta de tela, cuero o mecate, que permitía desplazarse
con el instrumento sin problemas, con este debajo del brazo.
Las Maracas:
Instrumentos
acompañantes por excelencia, presentes en casi todos los grupos musicales y
folklóricos de nuestro país del cual se puede asegurar sin temor a
equivocarnos, que la Maraca es uno de los instrumentos más antiguos que el
hombre haya podido utilizar, ya que en forma de vaina, cuando está seca y las
semillas se libran de la parte carnosa en el interior de la misma, tenemos una
Maraca, ejemplo, la vaina de la mata de Acacia.
La
Maraca es un idiófono de golpe indirecto fabricado con el fruto del árbol
llamado popularmente "Taparo".
Para
transformar el fruto en Maraca, se le sacaba la "Tripa", que no es
más que la masa vegetal en donde se encuentran insertadas las semillas del
Taparo, esto se hacía por dos agujeros, uno en cada extremo, se raspaba y
lijaba cuidadosamente y se pintaban con llamativos colores, en el interior se
le introducían municiones de plomo, perdigones de acero o semillas de
"Capacho", dependiendo del material utilizado determinaba la
intensidad del sonido en el uso del instrumento; por los agujeros ya
mencionados se introducía el palo que servía de mango para tocar el instrumento
y como toque final en la parte sobresaliente del palo y en la parte posterior
del mismo, se le agregaban lazos y pequeñas cintas multicolores.
El Cuatro:
Este
cordófono compuesto, es uno de los instrumentos que con preferencia es
utilizado en los ritmos folklóricos y populares en todo el territorio nacional.
El
Cuatro, es el instrumento musical líder en la interpretación de la Gaita
Zuliana. Es una especie de Guitarra pequeña de cuatro cuerdas, traído por los
españoles a nuestra América y a España llevado por los árabes, construido de
madera y que técnicamente se afina así: LA, RE, FA sostenido, SI.
La Charrasca:
Es
un idiófono de frotación, es un instrumento acompañante, es sin lugar a dudas
una modificación o transformación del instrumento original indígena a otro de
similar forma y características, logrando con ese cambio un instrumento más
consistente y duradero y con un sonido metálico más alegre y sonoro.
Las
más antiguas Charrascas de metal que tengamos conocimiento, consistían en un
tubo de bronce, con un diámetro de pulgada y media aproximadamente y unos 20
centímetros de largo, una abertura longitudinal con ranuras que cruzan esta
abertura, éstas ranuras encierran entre sí, una prominencia o aristas metálicas
que al ser frotadas por el clavo o varilla de metal, produce el sonido
característico de este instrumento el cual varía en intensidad de acuerdo a la
forma en que se coloquen los dedos en el instrumento, generalmente era tocada
por los hombres. En la actualidad son fabricadas en acero inoxidable y su
tamaño es hasta de 40 centímetros de largo y un diámetro de dos pulgadas.
La Tambora:
Es
un membranófono de acción directa y de reciente inclusión como instrumento
básico en la interpretación de la Gaita de Furro. Antes del año 1960 sólo
esporádicamente se sumaba a la instrumentación tradicional, el Tambor, como se
le llamaba en otros lugares del País y de América Latina, es si se quiere, el
instrumento folklórico más ampliamente difundido por todo el continente y su
presencia es imprescindible en cualquiera de sus variadas formas y concepciones
en casi todas las agrupaciones populares y orquestadas de que se tengan
conocimiento.
El ejecutante gaitero de la Tambora, efectúa con dos palitos redondos de madera dura, un rápido toque sincronizado en la zona del cuero del instrumento y en el aro de madera, antiguamente sólo se golpeaba en el cuero, con lo que se obtenía una atractiva combinación de sonido, de estimulante y cordial efecto.
El ejecutante gaitero de la Tambora, efectúa con dos palitos redondos de madera dura, un rápido toque sincronizado en la zona del cuero del instrumento y en el aro de madera, antiguamente sólo se golpeaba en el cuero, con lo que se obtenía una atractiva combinación de sonido, de estimulante y cordial efecto.
Los Instrumentos Gaiteros
Tradicionales
El Furro:
Es
un membranófono de golpe indirecto. Constituye el instrumento líder en la
interpretación de la gaita y es descendiente directo de la zambomba española.
Consiste en una especie de tambor hecho con cuero de animales con una espiga
localizada en el centro del cuero y atada fuertemente por dentro del furro. En
ella se encaja la "verada", estirpe de flor de gramínea muy liviana y
con un espesor característico y una longitud que oscila entre 0.80 y 1.20 mts.
Las Maracas:
Instrumentos
acompañantes por excelencia, presentes en casi todos los grupos musicales y
folklóricos de Venezuela. Es uno de los instrumentos más antiguos que el hombre
haya podido utilizar. Es un idiófono de golpe indirecto fabricado con el fruto
del árbol llamado popularmente "Taparo".
El Cuatro:
Este
instrumento de cuerdas es utilizado en los ritmos folclóricos y populares en
todo el territorio nacional. El cuatro es el instrumento musical líder en la
interpretación de la gaita zuliana. Es una especie de guitarra pequeña de
cuatro cuerdas, traído por los españoles a América y a España por los árabes.
La Charrasca:
Es
un idiófono de frotación acompañante, es sin lugar a dudas una modificación o
transformación del instrumento original indígena a otro de similar forma y
características, logrando con ese cambio un instrumento más consistente y
duradero y con un sonido metálico más alegre y sonoro. En la actualidad son
fabricadas en acero inoxidable y su tamaño es hasta de 40 centímetros de largo
y un diámetro de dos pulgadas.
La Tambora:
Es
un membranófono de acción directa y de reciente inclusión como instrumento
básico en la interpretación de la gaita. Antes de 1960, su uso era esporádico.
El ejecutante gaitero de la tambora, efectúa con dos palitos redondos de madera
dura, un rápido toque sincronizado en la zona del cuero del instrumento y en el
aro de madera, con lo que se obtiene una atractiva combinación de sonido de
estimulante y cordial efecto.
Entre
los precursores de este género musical destaca principalmente Ricardo Aguirre,
conocido como El Monumental. Aguirre marca la historia de la Gaita en un antes
y un después. Entre sus muchas colaboraciones destaca el que es considerado por
muchos como el himno del género: La Grey Zuliana, además de varias canciones
que marcaron un hito en la gaita zuliana como: Ronda Antañona, Tiempo Gaitero, Maracaibo
Marginada, La Pica Pica, La Bullanguera, La Sandunguera, La Parrandera, La
Vivarachera, La Gaita del 65, La Centralización, Decreto Papal, Dos Madres
Antañonas, entre otras.
Otras
figuras que han destacado en la interpretación de la gaita zuliana son Abdénago «Neguito» Borjas,
voz líder de la agrupación gaitera Gran
Coquivacoa agrupación que ha evolucionado incorporando nuevos
instrumentos como trompetas, saxofón, trombón y otros que adornan la gaita y la
han hecho más bailable y exportable, entre los temas impuestos por este
intérprete destaca Sin Rencor, tema que trata del tema de la separación de
parejas. Otro que destaca es la Gaita Onomatopéyica que carece de letra, aun
cuando es cantado.
Capítulo
aparte merece el cultor popular Astolfo
Romero, cantante, compositor, director musical, actor, historiador
gaitero, uno de los grandes defensores de la gaita tradicional. Estuvo en
varios conjuntos gaiteros entre los que destacan: Gaiteros de Pillopo, Cardenales del Éxito, Maragaita y Gran
Coquivacoa; antes de fallecer dejó grabada una gaita a dueto con Betulio Medina llamada Ave
Cantora, con el conjunto “Los Chiquinquireños”, es una oración a la Virgen de Chiquinquirá, pieza compuesta
originalmente para ser cantada por Betulio Medina, la cual
dejó grabada en maqueta momentos antes de su fallecimiento. Sin embargo, la
calidad tan perfecta de la grabación permitió luego la edición de una copia
dejando su voz original para deleite de los coleccionistas y amantes de la
gaita.
El
amor no queda por fuera, siendo sus grandes exponentes desde el mismísimo
Ricardo Aguirre, Enrrique Gotera, Fernando Rincón, Chavín, Lenín Pulgar,
Argenis Sánchez, entre otros, apalancados con grupos como el más romántico de
todos Amor y Gaita de la mano de su guía y compositor Lenín Pulgar, El Grupo
Rincón Morales con el Negro Rincón, El Gran Coquivacoa con Neguito Borjas. Se
recuerdan algunas de ellas como: y
tuve que amarte en silencio, la
dulce esperanza mía, nunca es
tarde para amar, eternamente
tuyo, sin rencor, entre
otras destacadas por su pluma y musa inspiradora.
Fuentes consultadas a las cuales reconocerle crédito:
Historia de la gaita zuliana
Wikipedia
lagaitadelzulia.blogspot.com/p/zulianidad.HTML
gaitasenlavereda.com/ahistoriag.htm