Estos temas están imbricados y son directamente proporcionales,
difícilmente pueden separarse y corresponden a la cotidianidad del quehacer
humano. Todos los días vamos a transitar por estas sendas y la más de las
veces, lo hacemos desde el inconsciente.
Los teóricos de la resolución de problemas diferencian entre problemas
bien y mal estructurados. Los problemas bien estructurados son aquellos cuyos
pasos que conducen a la solución se pueden establecer de forma explícita y
evidente. Los problemas mal estructurados son aquellos en los cuales es difícil
especificar los pasos necesarios para llegar a la solución. Son muy pocos los
problemas cotidianos de formato estructurado.
En relación a lo anteriormente expresado, debemos revisar primeramente la
conceptualización de problema: para la RAE,
1. m. Cuestión
que se trata de aclarar.
5. m. Planteamiento de una situación cuya respuesta desconocida
debe obtenerse a través de métodos científicos.
Para wikipedia.org,
el problema se puede definir como la contradicción desfavorable de "lo que
es" entre "lo que debe ser". Un problema suele
ser un asunto del que se espera una solución, aunque ésta lista no siempre sea
obvia
Por nuestra parte
podemos decir que un problema es una situación anómala que requiere una
solución. por ello es que decimos que está imbricado con la toma de decisiones
para la resolución del mismo.
Wikipedia.org
igualmente ve la resolución de problemas de esta manera: La resolución de
problemas es la fase que supone la conclusión de un proceso más amplio que
tiene como pasos previos la identificación del problema y su modelado. Por problema se
entiende un asunto del que se espera una solución que dista de ser obvia a
partir del planteamiento inicial. El matemático G.H. Wheatley lo definió de
forma ingeniosa: «La resolución de problemas es lo que haces cuando no sabes
qué hacer».
La resolución de
problemas reside principalmente en dos áreas: la resolución de problemas matemáticos y la resolución de
problemas personales, en los que se presenta algún tipo de obstáculo a su
resolución, mientras que los fundamentos son estudiados en psicología del pensamiento, ciencia
cognitiva y teoría de la decisión.
Para Rosa Viar Pérez,
la resolución del problema es el proceso de ataque de ese problema: aceptar el
desafío, formular preguntas, clarificar el objetivo, definir y ejecutar el plan
de acción y evaluar la solución. Llevará consigo el uso de la heurística, pero
no de una manera predecible, porque si la heurística pudiera ser prescrita de
antemano, entonces ella se convertiría en algoritmo y el problema en ejercicio.
En la resolución de
problemas podemos servirnos de modelos o guías que nos faciliten el camino que
debemos recorrer a lo largo de todo el proceso de resolución. Existen varios
modelos de resolución de problemas pero sólo se va a comentar el de un gran
matemático llamado Miguel de Guzmán. La finalidad de éste modelo consiste en
adquirir unos cuantos hábitos mentales que capaciten para un manejo eficaz de
los problemas. Si dichos hábitos son sanos, la actividad mental será un
ejercicio menos costoso, suave e incluso placentero. Para pensar mejor es
bueno:
· Tener un modelo al que ajustarse
Hacer mucha práctica de pensar, tratando de ajustarla a dicho modelo
Tener una forma de examinar nuestro proceso, pues sucede con frecuencia que sólo interesa el resultado de un problema y no su proceso de resolución.
Hacer mucha práctica de pensar, tratando de ajustarla a dicho modelo
Tener una forma de examinar nuestro proceso, pues sucede con frecuencia que sólo interesa el resultado de un problema y no su proceso de resolución.
En esquema éste
modelo se basa en cuatro fases:
1ª.- Familiarizarse
con el problema
2ª.- Diseño de las estrategias
3ª.- Desarrollo de la
estrategia
4ª.-
Revisión del proceso y obtención de conclusiones. (Realimentación)
En la primera fase
intentaremos sacar todo el mensaje contenido en el enunciado mirando el
problema pausadamente y con tranquilidad para saber claramente cuál es la
situación de partida, cuál la de llegada y lo que hay que lograr.
En la segunda fase,
se debe tratar de acumular distintas formas de ataque del problema. Se trata de
que fluyan de la mente muchas ideas, aunque en principio puedan parecer
descabelladas, en ocasiones las más estrafalarias pueden resultar las mejores.
Para facilitar el flujo de ideas posibles, nos podemos ejercitar en la práctica
de unas cuantas normas generales, que permiten construir diversas estrategias
en la resolución de problemas.
En la tercera fase,
es el momento de juzgar de entre todas las estrategias que han surgido, aquella
o aquellas que tengan más probabilidad de éxito. Después de elegir una la
llevamos adelante con decisión y si no nos condujera a buen puerto volveríamos
a la fase anterior de búsqueda de estrategias hasta conseguir dar con la o las
adecuadas que nos conduzcan a la solución.
En la cuarta fase,
ya se ha decidido finalizar el trabajo sobre la resolución del problema que nos
ocupa, no importa mucho que se haya resuelto o no; a veces se aprende más de
los problemas intentados con interés y tesón... y no resueltos, que de los que
se resuelven casi a primera vista.
El objetivo que se
pretende, que es tratar de mejorar los procesos de pensamiento en la resolución
de problemas, puede quedar perfectamente realizado tanto en un caso como en el
otro. Lo que sí es muy importante para conseguir el objetivo, es la reflexión
profunda sobre la marcha que se ha seguido. Esta fase del proceso puede ser la
más provechosa de todas... y la que con más frecuencia olvidamos de realizar.
Las estrategias nos
permiten transformar el problema en una situación más sencilla y que sepamos
resolver. Es conveniente y necesario a la hora de resolver problemas, conocer
las posibles estrategias o herramientas heurísticas que existen. Estas son:
1.- ANALOGÍA O
SEMEJANZA: Consiste en la búsqueda de semejanzas (parecidos, relaciones,
similitudes) en el “archivo” de la experiencia, con casos, problemas, juegos
etc. que ya se hayan resuelto.
2.- SIMPLIFICAR,
PARTICULARIZAR: Consiste en pasar de la consideración de un conjunto de objetos
dado a considerar un conjunto más pequeño (o incluso un solo objeto) contenido
en el conjunto dado. Particularizar, significa simplificar el problema
haciéndolo más concreto y específico, hasta que sea posible hacer algún
progreso.
3.- ORGANIZACIÓN,
CODIFICACIÓN: La organización, en general, consiste en adoptar un enfoque
sistemático del problema. Suele ser de gran ayuda enfocar el problema en
términos de tres componentes fundamentales: antecedentes (origen y datos), el
objetivo y las operaciones que pueden realizarse en el ámbito del problema. -Técnicas asociadas: Esquema, Notación,
Lenguaje, Figura, Diagrama, Gráfico, Modelos manipulativos
4.- ENSAYO Y ERROR: Consiste
en realizar los siguientes pasos: 1.-Elegir un valor posible. 2.-Llevar a cabo
con éste valor las condiciones indicadas por el problema. 3.-Probar si hemos
alcanzado el objetivo buscado.
5.-REALIMENTAR O CONSIDERAR
EL PROBLEMA RESUELTO:
Una vez trabajado y comprendido el problema, viene la toma de decisiones
para la resolución del mismo.
TOMA DE DECISIONES
Este es uno de los procesos más difíciles a los que se enfrenta el ser
humano. Hay que tener en cuenta que cada persona afronta la resolución de problemas
de una forma diferente, basada en su experiencia y su historia de
reforzamiento.
Para wikipedia.org, La toma de decisiones es el proceso
mediante el cual se realiza una elección entre las opciones o formas para
resolver diferentes situaciones de la vida en diferentes contextos: a nivel
laboral, familiar, personal, sentimental o empresarial (utilizando metodologías
cuantitativas que brinda la administración). La toma de decisiones consiste,
básicamente, en elegir una opción entre las disponibles, a los efectos de
resolver un problema actual o potencial (aún cuando no se evidencie un conflicto latente).
En términos básicos según Hellriegel, y Slocum (2004) es el “proceso de
definición de problemas, recopilación de datos, generación de alternativas y
selección de un curso de acción”.
Por su parte, Stoner, (2003) define la toma de
decisiones como “el proceso para identificar y solucionar un curso de acción
para resolver un problema específico”.
La toma de decisiones a nivel individual se caracteriza por el hecho que
una persona haga uso de su razonamiento y pensamiento para
elegir una solución a un problema que se le presente en la vida; es decir, si
una persona tiene un problema, deberá ser capaz de resolverlo individualmente
tomando decisiones con ese específico motivo.
En la toma de decisiones importa la elección de un camino a seguir, por
lo que en un estado anterior deben evaluarse alternativas de acción. Si estas
últimas no están presentes, no existirá decisión. Para tomar una decisión,
cualquiera que sea su naturaleza, es necesario conocer, comprender, analizar un
problema, para así poder darle solución. En algunos casos, por ser tan simples
y cotidianos, este proceso se realiza de forma implícita y se soluciona muy
rápidamente, pero existen otros casos en los cuales las consecuencias de una
mala o buena elección pueden tener repercusiones en la vida y si es en un
contexto laboral en el éxito o fracaso de la organización, para los cuales es
necesario realizar un proceso más estructurado que puede dar más seguridad e
información para resolver el problema.
Debemos incorporar el tema de la indecisión como parte del proceso de la
toma de decisiones: Se puede considerar a la indecisión como falta de
autonomía, que impide a un individuo tomar una decisión, elegir algún camino
entre varios, o resolver alguna problemática. La ‘’indecisión’’ provoca hacer
juicios prematuros sin tener la suficiente información requerida para procesarlo
y agregando un valor ético y moral, muchas veces son inconscientes. Al
preocuparse de problemas que no están a nuestro alcance o que no podemos
resolver, solo podemos observar nuestra falta de capacidades, por lo cual
entramos en bloqueos emocionales y conflictos para toma de decisiones. Teniendo
en cuenta que lo más común para llegar a un bloqueo, son los miedos.
La indecisión se define como una falta de determinación ante una
situación, es inseguridad, falta de carácter o valor. es un trastorno que
destruye la seguridad y que se vuelve un problema a la hora de decidir, es la
incapacidad de elegir entre dos o más opciones, como; decidir que ropa usar,
que menú escoger en un restaurante o simplemente decir no a lo que no se quiere
hacer, todo ello por la falta de confianza en sí mismo.
Volviendo a la toma de decisiones, tenemos que: En las organizaciones en
general y en las empresas en particular suele existir una jerarquía que
determina el tipo de acciones que se realizan dentro de ella y, en
consecuencia, el tipo de decisiones que se deben tomar, la Ciencia administrativa divide a la
empresa en 3 niveles jerárquicos:
Nivel estratégico.- Alta dirección;
planificación global de toda la empresa.
Nivel táctico.- Planificación de
los subsistemas empresariales.
Nivel operativo.- Desarrollo de operaciones cotidianas (diarias/rutinarias).
Conforme se sube en la jerarquía de una organización, la capacidad para
tomar decisiones no programadas o no estructuradas adquiere más importancia, ya
que son este tipo de decisiones las que atañen a esos niveles. Por tanto, la
mayor parte de los programas para el desarrollo de gerentes pretenden mejorar
sus habilidades para tomar decisiones no programadas, por regla general
enseñándoles a analizar los problemas en forma sistemática y a tomar decisiones
lógicas.
A medida que se baja en esta jerarquía, las tareas que se desempeñan son
cada vez más rutinarias, por lo que las decisiones en estos niveles serán más
estructuradas (programadas).
DEFINICIONES
CLÁSICAS DE LOS PROCESOS DE TOMA DE DECISIONES.
Se presentan a continuación algunas definiciones clásicas de los procesos
que se dan en la toma de decisiones y que pueden aclarar de forma importante
Dentro de este proceso se dan una serie de conductas que necesitan definición y
en tal sentido, Hastie, (2001) plantea las siguientes, las cuáles sirven
perfectamente para aclarar el proceso de toma de decisiones, como una parte de
la resolución de problemas:
1. Decisiones. Son combinaciones de situaciones y conductas que
pueden ser descritas en términos de tres componentes esenciales: acciones
alternativas, consecuencias y sucesos inciertos.
2. Resultado. Son situaciones descriptibles públicamente que ocurrirían
si se llevasen a cabo las conductas alternativas que se han generado en el
proceso de toma de decisiones. Como todas las situaciones son dinámicas, según
avanza y continúa la acción el resultado puede variar.
3. Consecuencias. Son las reacciones
evaluativas subjetivas, medidas en términos de bueno o malo, ganancias o
pérdidas, asociadas con cada resultado.
4. Incertidumbre. Se refiere a los
juicios de quien toma la decisión de la propensión de cada suceso de ocurrir.
Se describe con medidas que incluyen probabilidad, confianza, y posibilidad.
5. Preferencias. Son conductas expresivas de elegir, o intenciones
de elegir, un curso de acción sobre otros.
6. Tomar una decisión se refiere al
proceso entero de elegir un curso de acción.
7. Juicio. Son los componentes del proceso de decisión que se
refieren a valorar, estimar, inferir que sucesos ocurrirán y cuáles serán las
reacciones evaluativas del que toma la decisión en los resultados que obtenga.
Generalmente las decisiones deben ser tomadas en 3 contextos o ambientes:
Decisiones en
condiciones de certeza
En este contexto se tiene conocimiento total sobre el problema
(información exacta, medible y confiable acerca del resultado de cada una de
las alternativas consideradas), y las opciones de solución que se planteen van
a causar siempre resultados conocidos e invariables. Al tomar la decisión sólo
se debe pensar en la opción que genere mayor beneficio. Ante un ambiente de
certeza o certidumbre, los individuos poseen plena información sobre el
problema, las soluciones alternativas son obvias y los posibles resultados de
cada decisión son claros. En estas condiciones, los individuos pueden prever e
incluso controlar los hechos y resultados al disponer de un adecuado
conocimiento y una clara definición tanto del problema como de las soluciones
alternativas. En este contexto, la toma de decisiones es relativamente fácil.
El responsable de la toma de decisión elige la solución que aporte el mejor
resultado potencial. No obstante, no hay que olvidar que un problema puede
tener muchas posibles soluciones, y calcular los resultados esperados de todas
ellas puede ser extremadamente lento y costoso.
Decisiones en
condiciones de incertidumbre
Se posee información deficiente para tomar la decisión, no se tiene
ningún control sobre la situación, no se conoce como puede variar o la
interacción de la variables del problema, se pueden plantear diferentes
opciones de solución pero no se le puede asignar probabilidad a los resultados
que arrojen. Por esto, se le llama "incertidumbre sin probabilidad".
Con base en lo anterior, hay dos clases de incertidumbre:
- Estructurada: No se sabe que puede ocurrir entre diferentes opciones,
pero sí se conoce que puede ocurrir entre varias posibilidades.
- No estructurada: No se sabe que puede ocurrir ni las probabilidades
para las posibles soluciones, es decir, se desconoce totalmente lo que
puede ocurrir en un caso determinado en la vida.
Decisiones en
condiciones de riesgo.
Se podría definir riesgo como la probabilidad de que suceda un evento,
impacto o consecuencia adversa. En el proceso de toma de decisiones bajo riesgo
el decisor tiene información completa para solucionar el problema, es decir,
tiene conocimiento del mismo, conoce las posibles soluciones, pero no es capaz
de diagnosticar con certeza el resultado de alguna alternativa, aun contando
con suficiente información como para prever la probabilidad que tenga para
llevarnos a un estado de cosas deseado.
En este tipo de decisiones, las posibles opciones de solución tienen
cierta probabilidad conocida de generar un resultado. En estos casos se pueden
usar modelos matemáticos o también el decisor puede hacer uso de la
probabilidad objetiva o subjetiva para estimar el posible resultado. La
probabilidad objetiva es la posibilidad de que ocurra un resultado basándose en
hechos concretos, puede ser cifras de años anteriores o estudios realizados
para este fin. En la probabilidad subjetiva se determina el resultado basándose
en opiniones y juicios personales e individuales de cada persona. Los
principales criterios de decisión empleados sobre tablas de decisión en
ambiente de riesgo son:
·
Criterio del valor esperado.
·
Criterio de mínima varianza con media acotada.
·
Criterio de la dispersión.
- Criterio de la probabilidad máxima.
La toma de decisiones es la asociación de un curso de acción o plan con
una situación determinada. El modelo generalmente aceptado, cumple los
siguientes pasos o supone:
1. Realizar un modelo de la situación actual o
una definición del problema.
2. Generar conductas alternativas posibles dentro del
modelo de la realidad que se ha creado. Es una fase que depende de la
creatividad del individuo. Se trata de imaginar las alternativas posibles. La
crítica y autocrítica juegan un papel que compromete de forma importante la
efectividad de este paso.
3. Extrapolar los resultados asociados a cada
conducta generada. con objeto de prever los resultados de ponerlas en práctica con los
cambios que se producirán en la situación. Es una parte de la resolución de
problemas que está muy sujeta a la incertidumbre, porque el resultado de
nuestras acciones no depende solo lo que hagamos, sino que son fundamentales
las reacciones de los demás que están involucrados en la situación.
4. Extraer las consecuencias de cada resultado, es decir, valorar
la situación generada de acuerdo con los objetivos que se pretenden alcanzar.
Para ello se valoran la probabilidad de que un resultado, es decir, su
incertidumbre; junto con los beneficios o perjuicios que pueden conllevar que
ocurra, es decir, las consecuencias de cada resultado.
5. Elegir la acción que se va a llevar a cabo entre las que
pueden producir el resultado que se busca. Una consecuencia inmediata de la
evaluación de los resultados es la elección de la conducta más adecuada para
resolver el problema.
6. Controlar el proceso cuando se lleva a cabo la
acción. Cuando
realizamos una acción entramos en el proceso de control de lo que hacemos, en
el que se va monitoreando si el resultado actual va en el camino que esperamos
o no.
7. Evaluar los resultados obtenidos. Es el momento de
repasar lo que se ha realizado con objeto de aprender para el futuro. Una
revisión rápida del proceso que se ha llevado y de las conductas de los demás
nos ayuda para mejorar nuestra toma de decisiones. La evaluación se ha de hacer
basándose en los hechos acaecidos y en los resultados reales y medibles
obtenidos.
A veces se considera
la toma de decisiones como la parte que se realiza desde que se tienen las
conductas alternativas generadas hasta que se realizan la elección de la acción
a llevar a cabo. Pero otras veces se considera que todo el proceso está
incluido en la toma de decisiones. (Tomado de El proceso de toma de decisiones
y de resolución de problemas, Dr. José Antonio García Higuera)