Desde tiempos inmemoriales hemos escuchado historias, cuentos de camino,
anécdotas y muchas otras cosas más del ideario popular y entre otros se nos ha
machacado la idea que el venezolano es flojo, reposero, conformista, pedigüeño,
igualado, entreguista y otra serie de epítetos con los cuales hemos sido
etiquetados. Es cierto que algunos compatriotas pueden entrar en estas
categorías y otros en la de enchufados, sindicaleros y reposeros. Puede ser
verdad porque de todo hay en la viña del señor y hay que estar en los zapatos
de los demás para entender porque, a veces el precio es una bolsa de comida o
una dádiva cualquiera. No soy juez natural de nadie para criticarle sus
acciones y/o decisiones tomadas y tengo amigos en todos los bandos que se
identifican y actúan en la realidad socio, histórica y política de la Venezuela
actual.
Pero indudablemente tengo que renegar de las generalizaciones que nos
quieren tildar de manera errónea como un pueblo sin futuro y sin destino
labrado con base en el esfuerzo propio, la lucha diaria y el temple forjado de
nuestros hombres y mujeres, representados por jóvenes, adultos y ancianos que
salieron en masa y sin temor, a demostrarle al mundo entero que si podemos forjarnos
un futuro mejor, sin la intervención armada o económica de ningún otro país. Demostrarle
al mundo que no necesitamos tutelaje de ninguna potencia de cualquier
continente, ni de ningún ejército enviado desde alguna isla del caribe.
Hemos logrado demostrarle al mundo que conocemos nuestra constitución, la
que alguna vez nos vendieron como la mejor constitución del mundo pero que
resultó no ser así, ya que si en realidad lo hubiese sido, no hubiese habido
necesidad de reformarla a los tan pocos años de haber sido promulgada, tampoco
habría sido necesario violarla tantas veces como el mundo entero lo ha visto y
de paso las violaciones han sido cometidas desde las más altas esferas. Aunque
no nos guste, tenemos que concluir que esa gran constitución se nos convirtió
en una simple entelequia.
La imagen que se ha querido vender de un pueblo doblegado por el hambre y
la doctrina política que ha aplicado estrategias ya vistas en otros tiempos y
otras latitudes por gobiernos totalitarios, para hacernos arrodillar y
agradecer las migajas alimenticias que se nos quieren brindar, ha sido
contundentemente derrotada por la actitud asumida por millones de compatriotas,
que en uso de los derechos constitucionales han cumplido todos los legales e
ilegales pasos que se han impuesto para activar el referendo revocatorio.
Hemos visto como en contravención a la “mejor ley y sistema electoral del
mundo” que consagra el sistema automatizado para nuestras elecciones, los pasos
para activar un derecho constitucional, son manuales y amañados: vaya a firmar
y coloque su huella digital en un papel (primer obstáculo superado), que
después le haremos verificaciones manuales y anularemos las solicitudes basados
en tecnicismos ridículos, como el hecho que se escribió de manera incorrecta el
nombre del presidente o el cargo del mismo, o su huella tenía mucha o poca
tinta, sin embargo, finalizada la fase de las triquiñuelas, (segundo obstáculo
superado), incorporaron a manera de magos, es decir, sacado de la chistera, un
lapso de arrepentimiento para que la gente “asustada por las presiones
ejercidas”, procediera a retirar su firma. Tremenda sorpresa, solo algunos
pocos compatriotas a los cuales si los afectó la presión (nuestro sincero
respeto a ellos), fue a retirar la firma (tercer obstáculo superado).
Ahora, vuelva a repetir el proceso pero esta vez automatizado (cuarto
obstáculo superado), que aunque utilicemos la tecnología, no podemos saber en
tiempo real, si de verdad su huella, es su huella y por lo tanto, después
tendremos que aplicar procesos manuales para la revisión de los procesos
tecnológicos automatizados previstos en la mejor ley electoral que la historia
y la galaxia hayan podido ver o imaginarse, esa misma tecnología que logró
validar 10.000.000 de firmas en tiempo record y sin error alguno para
solicitarle a Obama la derogación de su decreto (que por cierto, ¿Qué efecto
habrán tenido estas firmas?), sin embargo nosotros, los venezolanos, tendremos que
esperar hasta el 26 de julio, más de 1 mes, para saber el resultado de la validación
de tan solo algo más de 400.000 firmas, gracias a la aplicación de procesos
manuales subjetivos sobre los procesos automatizados objetivos que son los que
le dan validez y fiabilidad al proceso y poder saber si se superó el quinto
obstáculo. ¿Libro Guinness?
¿Será que alguien en su sano juicio puede entender como es un sistema
automatizado basado en procedimientos manuales subjetivos, impuestos por mentes
retorcidas que demuestran falta de apego al juramento alguna vez realizado?,
¿Valdrá tanto el poder que se coloca en juego la estabilidad de un país y la
vida de sus ciudadanos por unas cuantiosas prebendas pero que los colocan al
margen de los derechos humanos con sus lógicas consecuencias?, ¿Será que la
estupidez de los estúpidos cree que en realidad vamos a estupidizarnos para
creer tantas estupideces?
Ante todos los obstáculos colocados, los diseñadores del proceso y sus
asesores, jamás se imaginaron que se encontrarían con un pueblo organizado,
harto de las ofensas, lenguaje soez, imposiciones, violaciones
constitucionales, autoritarismos, corruptelas, saqueo del patrimonio público,
entreguismos a potencias y países extranjeros, endeudamiento del futuro del
país, hambre, muerte, falta de seguridad, escasez, falta de medicamentos, pérdida
de puestos de trabajo, cierre de empresas, desaparición de las reservas monetarias
y del oro que antes existió (porque ya desapareció), narcotráfico, cadenas
inútiles para tratar de vendernos un país de comiquitas y un sinfín de
etcéteras no menos importantes pero dignos de otros escritos y escritores.
La “mejor ley electoral de la galaxia” y las normas y procedimientos
derivados, establece que para los procesos propios manejados por su ámbito de
acción y en este proceso de validación de ese 1% que permita hacerles entender,
que es verdad que queremos activar un proceso que conlleve a la realización de
un referendo revocatorio consagrado en nuestra constitución, se debe colocar
una máquina captahuellas por cada mil habitantes, pero solo se colocaron 300 máquinas
cuando correspondía instalar 1350, pero esto no fue impedimento para alcanzar
el logro previsto. El venezolano se armó de paciencia, tomó su botellita de
agua, envolvió su pedacito de pan junto con su chuchería y se fue a hacer su
cola, a buscar una colita que lo trasladara en turismo interno a otro sitio de
validación menos saturado de compatriotas y de esta manera administrar el
tiempo para lograr la meta necesaria. El “blindado mejor sistema del orbe
terráqueo”, no permite que un proceso nacional sea cumplido en el territorio
nacional sino en el territorio regional, es así como la pequeñez y estrechez de
esas mentes “prodigiosas”, establece en un ejercicio de minimalismo, el sitio
donde debe cumplirse un proceso nacional que al parecer no es nacional, porque
el Presidente no es Presidente de Venezuela, sino de los Municipios que
conforman los Estados que a su vez conforman a Venezuela.
Además, las captahuellas y sitios de validación fueron colocados de
manera discrecional por parte del ente encargado, en los sitios más recónditos e
inhóspitos, alejados de los centros dónde la recolección de firmas fue mayor, dónde
se pudiese percibir una sensación de poca seguridad o dónde los servicios
públicos tengan mayor porcentaje de inestabilidad (sinónimo además de la mala
gestión realizada por los entes públicos dedicados a tales menesteres). Hasta
ahora ningún obstáculo, ninguna triquiñuela, ninguna decisión tomada en contra
del proceso iniciado, ha podido doblegar ni va a doblegar la voluntad del
venezolano.
Trancaron las vías utilizando el brazo armado, nos vamos a pie, pedimos
cola, nos vamos en camión, pasamos por la trocha, atravesamos el río.
Realizaron ecocidios al talar de manera indiscriminada árboles cuyo único
pecado fue ayudar a la conservación del ambiente en el mejor país del mundo, se
apartan los troncos con el esfuerzo unido de los ciudadanos que van a hacer
respetar sus derechos constitucionales y se denuncia el delito. Prendieron
fuego a la basura y a neumáticos en desuso en medio de las vías por donde
debíamos transitar, se apaga el fuego con tierra, con agua, con nuestras
camisas o lo que podamos usar y se limpia el camino para continuar la marcha
hacia el alejado centro de validación.
Llegaron en carros, autobuses, camiones, mototaxis, en curiaras, en
canoas y hasta a lomo de mula, caminando, en sillas de ruedas, en camillas, con
sus sondas, cargados, apoyados, con bastones, con muletas, con hambre, con sed,
con frio, bajo la lluvia, bajo el sol, soportaron horas de pie, descansaron y
durmieron en el piso, viajaron a ciudades distantes, se apoyaron sin conocerse,
se hicieron amigos, durmieron en el sitio de validación y amanecieron en la
cola, pero no desfallecieron, se mantuvieron incólumes, sacaron fuerzas de la
rabia y la impotencia y se convirtieron en los héroes de esta Venezuela que hoy
libra una nueva batalla por su liberación. Ejemplos para sus familias, amigos,
compañeros de trabajo, vecinos, desconocidos que los vieron dar lo mejor de sí
y permanecer incansables en pos de la Venezuela que nos merecemos y con la que
soñamos para las nuevas generaciones. Las degeneraciones no pudieron con ellos,
no pudieron con el pueblo, no pudieron con la voluntad de cambio, no pudieron
con los sueños.
En este punto tenemos que ser coherentes con la acción y el pensamiento y
honrar a quien honor merece, gracias, muchas gracias a los genios diseñadores
del proceso de validación y ubicación de captahuellas, porque nos han permitido
conocer parajes, paisajes y personajes de una Venezuela que para muchos es
desconocida. Gracias por permitirnos conocer esos vastos territorios y la
hospitalidad y solidaridad del venezolano que algunos creían perdida. Gracias
por recordarnos porque somos el mejor país del mundo. Gracias por permitirnos
estrechar lazos y unirnos en una sola voz. ¿Será que el turismo como actividad
económica y social deberá ser asumido por el CNE?
La historia está en pleno desarrollo, pero la épica del venezolano quedó
totalmente demostrada en esta histórica y accidentada jornada, que no describe
la realidad de ese pueblo afable en contraposición de la violencia inducida por
algunos estratos alejados de la realidad y conoceremos el resultado de lo que
habrá de escribirse respecto a esta página de la historia en unas pocas semanas
y a riesgo del azar, estamos seguros que será favorable a Venezuela y a su
pueblo.
No se le puede pedir dignidad a quién antepone sus intereses personales a
los intereses del pueblo, pero nos queda la esperanza que prive el sentido
común y algo de la educación recibida, ya que mañana deberán explicar a sus
nietos porque fueron participes del intento de destrucción del mejor país del
mundo y la división del pueblo más alegre del universo pero además deberán explicar
de manera convincente, porque fueron tan incompetentes que fracasaron en el
intento.
Este pueblo noble, trabajador, este país honesto, solo quiere paz,
oportunidades de trabajo y la posibilidad de ir al mercado y comprar lo que
quiere y no lo que consigue o le imponen. Este pueblo alegre sabe y está
consciente que las arepas de yuca, de plátano, de ñame, de ocumo o de cualquier
otro tubérculo, son sabrosas y saludables, pero quiere comer arepas hechas con
harina PAN, Este pueblo incansable sabe que el aceite vatel y el diana son
buenos, pero quiere maceite para sus empanadas y ensaladas. Este pueblo
madrugador quiere tomase su café el peñón para ir a trabajar alegres y con
ganas de contribuir al desarrollo nacional.
Este pueblo no quiere ni cree en guerras económicas, ni militares, ni
estratosféricas, ni de las galaxias. Este es un pueblo de paz que quiere que
los dólares ¿donados? a los perros de la guerra en compra de equipos
inservibles para guerras imaginarias e inutilizables contra el pueblo, sean
invertidos en hospitales, medicinas y tecnología médica y educativa y seguirá
sorteando cuanto obstáculo sea colocado en su camino para conseguir la paz y la
felicidad de sus habitantes, aprenderá de sus errores y enviará al ostracismo
político a esos que intentaron, sin conseguirlo, destruir nuestra herencia libertaria
y entregar nuestro país como colonia a algún otro estado nación.
Viva Venezuela, mi patria querida y su pueblo honesto y trabajador, capaz
de reconocer y corregir los errores históricos cometidos y de relanzar la
nación hacia el destino correcto para el logro del futuro merecido. Honor a
todos los venezolanos de bien y con visión de futuro y valores familiares que
creen en esta tierra bendita y donde cabemos todos sin exclusión como lo era antes
del desafortunado proceso electoral de 1998. Saldremos victoriosos de esta
nueva gesta épica por la independencia.