En ocasiones se confunden los términos
gnoseología y epistemología o no se tiene claridad en el uso de los mismos y
para entender un poco más acerca de ellos, revisaremos algunos autores y
realizaremos una aproximación a sus similitudes y diferencias.
Frecuentemente,
cuando se trata el “problema del conocimiento” se piensa que es una tarea de la
gnoseología, mientras que, para otros es una tarea de la epistemología. Parece,
que hay cierta confusión en el manejo de estos términos ya que se utilizan como
sinónimos, aunque tienen sus diferencias.
El término
Gnoseología proviene del Griego Gnosis y logos. Etimológicamente, tratado o
ciencia del conocimiento. La reflexión filosófica sobre el conocimiento ha sido
titulada con varios nombres y concebida desde diferentes criterios, los nombres
más conocidos son: teoría del conocimiento, Epistemología, Metafísica crítica,
Noética y otros. Los dos primeros son los más empleados.
Según el
Diccionario Filosófico, la Gnoseología general, se orienta hacia la
determinación de una idea general de ciencia para estimar el grado de
cientificidad característico de una disciplina determinada. Conlleva dos
trámites:
(1)
Analítico (Gnoseología general analítica), destinado a determinar «anatómica» o
estructuralmente las partes formales constitutivas de todas las ciencias.
(2)
Sintético (Gnoseología general sintética): estudia la constitución dinámica o
«fisiológica» de las ciencias en funcionamiento.
Como epistemología se denomina la disciplina cuyo objeto de estudio es la
naturaleza, el origen y la validez del conocimiento. La palabra se compone con
las voces griegas ἐπιστήμη (epistéme), que significa ‘conocimiento’, y λόγος
(lógos), que traduce ‘estudio’ o ‘ciencia’.
La epistemología, como tal, es una rama de la filosofía que estudia los
fundamentos y métodos del conocimiento científico. Para ello, procura dar
respuestas a interrogantes tales como: ¿qué es el conocimiento?, ¿cómo se
produce el proceso de razonamiento en la mente humana?, ¿cómo determinamos que
aquello que hemos entendido es, en efecto, verdad?
Así, la epistemología también se encarga de estudiar el grado de certeza
del conocimiento científico en sus diferentes áreas, con el objetivo principal
de estimar su importancia para el espíritu humano. Como tal, la epistemología
también se puede considerar parte de la filosofía de la ciencia.
La epistemología surgió con Platón, quien oponía el concepto de creencia u
opinión al de conocimiento. De este modo, mientras la opinión es un punto de
vista subjetivo, sin rigor ni fundamento, el conocimiento es la creencia
verdadera y justificada que se ha obtenido luego de un riguroso proceso de
comprobación y validación. Así, según la teoría de Platón, el conocimiento es
el conjunto de todas las informaciones que describen y explican el mundo
natural y social que nos rodea.
La epistemología, además, provoca dos posiciones, una empirista que dice
que el conocimiento debe basarse en la experiencia, es decir, en lo que se ha
aprendido durante la vida, y una posición racionalista, que sostiene que la
fuente del conocimiento es la razón, no la experiencia.
Por otro lado, la
epistemología, desde el punto de vista de la filosofía, también puede referirse
a la teoría del conocimiento o gnoseología. En este sentido, vendría a
referirse al estudio del conocimiento y del pensamiento en general. No
obstante, hay autores que prefieren distinguir la epistemología, que se enfoca
fundamentalmente en el conocimiento científico, de la gnoseología.
Tanto gnoseología como epistemología, significan teoría o tratado del
conocimiento y ambas tratan sobre el problema del conocimiento. Pero mientras
la gnoseología “lo hace desde la perspectiva de los grandes sistemas
filosóficos (Platón, Kant, Hegel por ejemplo) y de la crítica filosófica en
relación a ellos (el caso de los empiristas ingleses del siglo XVII), la
epistemología lo hace desde la perspectiva de la ciencia.”
Desde el punto de vista gnoseológico, el proceso de conocimiento debe
comprenderse en la relación que existe entre sujeto-objeto y su resultado que
es el conocimiento mismo. El sujeto, ente cognoscente, es decir, el ser humano;
el objeto de conocimiento, es el universo, es decir, la naturaleza, la sociedad
y el pensamiento humano. Por lo que en términos generales, la gnoseología
establece para el proceso cognoscitivo, los siguientes elementos:
1.
El sujeto cognoscente,
2.
El objeto del conocimiento.
3.
La relación de conocimiento entre el sujeto y el objeto,
4.
Los conceptos y categorías,
5.
El medio ambiente en que se da el conocimiento y situación socio histórica
en que se produce.
El conocimiento es por lo tanto, una
interrelación dinámica entre sujeto-objeto mediada por los conceptos y
categorías, y por supuesto inmerso dentro de un medio ambiente y un contexto
socio histórico.
La gnoseología, aborda el problema del conocimiento a través de los siguientes
aspectos centrales:
La teoría general del conocimiento, que intenta despejar incógnitas como:
¿es posible el conocimiento? ¿Sí? ¿No? ¿Hasta qué punto?; ¿Cuál es la fuente
del conocimiento? ¿La Razón? ¿La experiencia? ¿Ambas?; ¿Cuál es la esencia del
conocimiento? ¿Cuál es el origen de las categorías? ¿Sujeto? ¿Objeto? ¿Una
relación entre ambas?; ¿Cuáles son las especies de conocimiento? ¿La razón
lógica? ¿La intuición?
La teoría especial de las categorías, que procura dar respuesta a las
siguientes preguntas: ¿Cuál es la naturaleza de la verdad? ¿Cuál es su
criterio? ¿Qué son las categorías? ¿Cuál es su naturaleza? ¿Cómo se originan?
¿Son inmutables, universales y necesarias como lo quiere el racionalismo o por
el contrario, son particulares, mutables y contingentes al modo del empirismo?
Por el otro lado, está la epistemología que centra su atención en “la
reflexión crítica de la construcción de las teorías científicas
específicamente, analizando su estructura, su naturaleza interna, sus
principios generales y, cosa muy importante, la relación de estas teorías con
los hechos y fenómenos que pretenden describir, explicar o predecir. También
trata de establecer los criterios lógicos que se emplearán para aceptar como verdadera
o falsa una Teoría.”
Se puede decir entonces, que la epistemología trata sobre el proceso de
construcción del conocimiento específicamente científico, de la validez de las
categorías y conceptos, y la correspondencia con la realidad. Es así que esta
teoría o filosofía de la ciencia tiene como tareas las siguientes:
·
determinar la naturaleza de los conceptos científicos,
·
investigar la forma y la naturaleza de las teorías científicas,
·
analizar el método científico,
·
determinar los tipos de explicaciones,
·
diferenciar los tipos de razonamientos,
·
analizar los conceptos de la realidad y de la verdad y su relación con la
ciencia,
·
discutir el problema del desarrollo científico,
·
reflexionar sobre el rol práctico, social y político de la ciencia,
·
realizar una reflexión crítica confrontando distintas posiciones acerca de
la lógica de la construcción de las teorías, de su naturaleza, de sus
principios generales, de las relaciones entre estos y los hechos o fenómenos
que intenta describir,
·
explicar si es posible predecir,
·
establecer los criterios para aceptar como verdadera o falsa una teoría.
Aunque ambas
tratan de lo mismo, resulta importante hacer una diferenciación: en el caso de
la gnoseología, aborda el problema del conocimiento a través de los dos
aspectos centrales ya indicados:
·
La Teoría
General del Conocimiento y
·
la teoría
especial de las categorías,
Es decir,
tiene por objeto el conocimiento en general.
Mientras
que, la epistemología aborda el problema del conocimiento desde el punto de
vista científico, es decir, que tiene por objeto la ciencia.
La
gnoseología, trata sobre el problema del conocimiento en general, cualquier
tipo de conocimientos sea o no científico, y la epistemología, únicamente el
conocimiento científico, aquel que se ha obtenido sobre la base de métodos.
Es así, que
la epistemología trata únicamente el problema del conocimiento científico.
Dicho conocimiento, surge del conocimiento de sentido común, como un
perfeccionamiento, ampliación y profundización del mismo.
Por esa
razón, el conocimiento científico se haya ligado a otro tipo de conocimientos,
desde científicos, ideológicos hasta míticos o mágicos. Eso, hace que durante
su construcción se incorporen categorías o estructuras que no son parte del
conocimiento científico, sino del conocimiento en general. Tal situación,
determina que sean tareas de la epistemología como ciencia del conocimiento, establecer
leyes que rigen el proceso de construcción de la ciencia, evitar que se altere
por la incorporación de conocimientos comunes o precientíficos, estar pendiente
que los conceptos o categorías que se establecen para enunciar una teoría
científica, sean respaldados por evidencia empírica, así como, demostrar su
validez y objetividad.
Etimológicamente, epistemología y gnoseología
significan lo mismo, pero, tienen diferencias de contenido y aplicación que
todo investigador debe conocer. De esa manera, sabrá con mayor precisión cuándo
está frente a un proceso de construcción de conocimiento común y cuándo ante
uno de conocimiento científico o ciencia.
Generalmente se utiliza el título de teoría
del conocimiento para referirse al estudio del conocimiento en general y el de
Epistemología para el estudio del conocimiento y los métodos propios de las
ciencias de la naturaleza, dónde intervienen dos elementos fundamentales: El
primero un sujeto que conoce, también llamado conciencia cognoscente. El
segundo es el objeto a conocer.
El
conocimiento se presenta como una relación entre estos dos miembros, que
permanecen en ella separados el uno del otro. Esta relación es a la vez una
correlación; el sujeto, solo es sujeto para un objeto y viceversa. Pero esta
correlación no es reversible, ser sujeto es distinto a ser objeto. La función
del sujeto es aprehender al objeto y la función del objeto es ser aprehensible
y aprehendido por el sujeto.
Vista desde
el sujeto esta aprehensión se presenta como una salida del sujeto fuera de su
propia esfera, una invasión en la esfera del objeto y una captura de las
propiedades de este. Surge entonces, una imagen del objeto, que contiene sus
propiedades.
Visto desde
el objeto, el conocimiento se presenta como una transferencia de las
propiedades del objeto al sujeto. Pero en este acto, el objeto tiene el
predominio sobre el sujeto. El objeto es el determinante, el sujeto es el
determinado.
Puesto que
el conocimiento es una determinación del sujeto por el objeto, queda dicho que
el sujeto se conduce receptivamente frente al objeto, esta receptividad no es
pasiva, por el contrario puede hablarse de una actividad del sujeto, en el
conocimiento, esta actividad no está referida al objeto, sino a la imagen del
objeto, lo cual contribuye a engendrar la conciencia.
Al
determinar al sujeto, el objeto se muestra independiente de él. Todo
conocimiento se refiere a un objeto, que es independiente de la conciencia
cognoscente.
Los objetos
de dividen en reales e ideales. Llamamos real todo lo que nos es dado en la
experiencia externa e interna. Los objetos ideales, por el contrario, se
presentan como irreales, como meramente pensando, por ejemplo los objetos de
las matemáticas, los números, las figuras geométricas. Lo singular es que estos
objetos ideales, también poseen un ser en sí, es decir, trascendencia en
sentido epistemológico.
Aparentemente
parece que existiera contradicción entre el carácter trascendente del objeto y
la correlación entre sujeto y objeto, antes señalada. El objeto solo se
encuentra en esa correlación, en cuanto es objeto de conocimiento, pero no en
sí, es decir, el objeto deja de ser objeto, cuando sale de la correlación, de
igual manera ocurre con el sujeto.
El trabajo del objeto es determinar, influir,
mover el sujeto; en cambio, el oficio del sujeto es ser determinado por el
objeto, es como recibirlo en sí, salir a su encuentro.
Frente a la
pregunta: ¿Es realmente posible una relación cognoscente entre el sujeto y el
objeto, o se trata simplemente de una ilusión, un engaño?
Algunas
respuestas que se han presentado por corrientes del pensamiento son:
El
Dogmatismo: la posibilidad del conocimiento radica en la relación que se
establece entre sujeto y objeto, es decir, el sujeto está en capacidad de
percibir y captar al objeto. Este conocimiento adquirido es absoluto, de una
vez para siempre. Para ellos las verdades son dogmas, tesis eternas e
inmutables, dadas de una vez para siempre. La aparición del dogmatismo está
unido al desarrollo de las creencias religiosas, a la exigencia de que se
acepten por la fe de los dogmas establecidos en calidad de verdad indiscutible,
no sujeta a críticas, y obligatorios para todos los creyentes.
El Escepticismo:
es opuesto al dogmatismo y niega la posibilidad que el sujeto pueda aprehender
al objeto. “Esto es imposible, por lo que debemos abstenernos de juzgar”. El
Escepticismo se fija únicamente en el sujeto, en la función que este cumple en
el proceso de conocimiento e ignora la significación del objeto. Todo
conocimiento depende del sujeto y sus órganos de conocimiento. Pirrón, su
fundador, negaba que las cosas pudieran captarse para los sentidos, como para
el raciocinio. Expresaba la libertad de pensar cada uno lo que quiera,
contradiciendo las leyes lógicas del pensamiento.
El
Relativismo: no existe una verdad universalmente válida. La validez de la
verdad está limitada al sujeto que conoce y juzga o a la humanidad entera, pero
es dudoso que valga para seres con otra forma de organización. Un juicio que sea
válido para el género humano, puede ser falso para otros espacios. La validez
de cualquier juicio también está limitada por factores externos, como la
influencia del medio y del espíritu del tiempo, la pertenencia a un círculo
social o cultural etc.
El
Agnosticismo: los Agnóstico niegan totalmente la posibilidad de conocer la
realidad. El hombre no puede tener una representación auténtica del mundo, es
decir, conocerlo. El Agnosticismo tiende a limitar la ciencia, a renunciar al
pensamiento lógico, a marginar el conocimiento de las leyes objetivas de la
naturaleza y la sociedad.
El
Pragmatismo: determina el significado de la verdad, a la utilidad práctica, lo
útil, lo valioso. Para el Pragmatismo el hombre es un ser práctico, destinado a
actuar. Considera que el hombre no es un ser pensante, sino de voluntad y de
acción; su intelecto no está íntegramente al servicio de su voluntad. El
intelecto no le es dado al hombre para investigar, sino para orientarse en la
realidad, siendo verdadero todo aquello que resulta útil y provechoso para la
vida humana.
El
Materialismo: comprende la conciencia como un producto de la materia y la
concibe como un reflejo del mundo exterior, con lo cual afirma que la
naturaleza, es cognoscible. Sin conocimientos es imposible realizar la obra más
simple, si no se supiera lo que ocurre en el mundo, no podríamos trabajar y
vivir en él.
El hombre no
es un simple espectador del mundo, sino actor, creador. En la actividad
práctica y en el trabajo, dispone de todo lo necesario para puntualizar las
indicaciones de los órganos de los sentidos, para llegar hasta la esencia del
asunto, para penetrar en la profundidad de los fenómenos que se estudian. En el
proceso del trabajo y la actividad productiva, el hombre penetra en la esencia
del mundo circundante, lo conoce.
El Positivismo: cree que el hombre debe
renunciar a conocer el ser mismo de las cosas y contentarse con verdades
sacadas de la observación y de la experiencia. El Positivismo quiere ser una
posición neutral entre el idealismo y el materialismo. Considera que el
objetivo de la ciencia es la descripción estricta de los hechos suministrados
por las sensaciones, investigar los hechos a partir de lo que es el mundo, ya
que, existe independientemente del hombre; es el hombre quien depende del
mundo.
Son claras entonces, las diferencias y es
importante tenerlas presentes, para entender mejor cual es el campo de la
gnoseología y el de la epistemología y por lo tanto el proceso de construcción
de la ciencia como la forma en que se acuerpa el conocimiento científico.
Fuentes consultadas:
Diccionario filosófico. Manual de
materialismo filosófico (prólogo de Gustavo Bueno)