Para Joan Cornet Consejero
de Política Social de la Comisión Europea, los seres humanos tenemos una
característica compleja: la de ser capaces de organizarnos. Los animales
también lo hacen. En su caso es el propio instinto, en el nuestro es fruto de
un largo proceso de hominización y a pesar que no siempre podemos estar
orgullosos de la forma en que nos organizamos, no podemos negar que nuestra
sociedad ha evolucionado extraordinariamente, en especial en los últimos
siglos.
En nuestra sociedad actual, donde
prima una cierta distancia respecto a lo público, mejor dicho respecto a lo que
es común, y donde el lema es "cada uno a lo suyo", nos vemos
arrojados a una cierta mediocridad que no tardará en impactar en el progreso de
esta sociedad. Vamos hacia una sociedad sin proyecto, en la que nos estamos
convirtiendo en espectadores pasivos, hábiles críticos pero temerosos de tomar
riesgos. La seguridad es la meta. Lo dramático es que en toda la historia de la
humanidad nunca ha habido seguridad al cien por cien. Hagamos lo que hagamos,
tengamos lo que tengamos, nuestro destino es desaparecer.
En nuestra sociedad, quizás más
que nunca se hace necesario el liderazgo de personas que asuman
responsabilidades, que hagan lo que piensan y que provoquen que las cosas se
hagan. Desde una asociación de vecinos, la asociación de padres de la escuela,
la Junta del equipo de fútbol local hasta la dirección de equipos de trabajo o
la organización de actividades. Prácticamente no podemos encontrar actividades
que no requieran el trato entre personas, y finalmente el éxito o el fracaso de
estas actividades depende en gran medida de las personas y de la forma en que
se organizan. Líder es aquella persona que tiene en cuenta su entorno y lo sabe
animar y dinamizar.
El liderazgo es la forma en que alguien dirige, anima y apoya a un equipo de personas. El mero hecho de ser jefe no significa ser líder. El hecho de ocupar un puesto de responsabilidad no produce automáticamente liderazgo. Se puede quedar en lo estructural, es decir, en ejercicio de poder. Y aunque el poder es una parte del liderazgo, no es suficiente para llegar a ser líder.
El liderazgo es la forma en que alguien dirige, anima y apoya a un equipo de personas. El mero hecho de ser jefe no significa ser líder. El hecho de ocupar un puesto de responsabilidad no produce automáticamente liderazgo. Se puede quedar en lo estructural, es decir, en ejercicio de poder. Y aunque el poder es una parte del liderazgo, no es suficiente para llegar a ser líder.
La historia nos ha mostrado
excesiva cantidad de líderes y vamos a encontrar para todos los gustos y con multiplicidad
de estilos. Valga decir, proactivos y reactivos, positivos y negativos,
democráticos y autocráticos, en fin, a lo largo de la historia vamos a
encontrar los que construyeron y los que destruyeron, los que queremos seguir y
a los que vamos a rechazar.
Por tanto la polémica y la discusión
nunca estarán ausentes cuando abordamos este tema. Incluso tenemos que analizar
nuestro propio estilo de liderazgo, que al final, todos somos líderes y
buscamos trascender y para ello, haremos lo que tengamos que hacer según sea
nuestra necesidad.
Para ayudar un poco en esta
discusión, vamos a ver tres elementos fundamentales en el liderazgo como lo
son: el carisma, la creatividad y el optimismo. Investigaciones recientes
arrojan como resultado que las personas que utilizan eficazmente estos tres
factores se convierten en lideres más eficaces y por ello, dado el complejo
número de factores que intervienen en el liderazgo y que haces de su estudio un
tema de nunca acabar, es que considero fundamental contribuir a la discusión,
abordando estos 3 factores anteriormente enunciados.
Carisma: para wikipedia: (del griego χάρισμα [járisma], y este de χαρίζεσθαι [jarídsesthai], ‘agradar’, ‘hacer favores’) es la capacidad de ciertas personas de motivar y suscitar la admiración de sus seguidores gracias a una supuesta
cualidad de “magnetismo personal”.
Max Weber definió el carisma
como una cierta cualidad de una personalidad individual, que en virtud de la
cual "es considerada aparte" de las personas ordinarias y tratada
como dotado con poderes o cualidades sobrenaturales, sobrehumanas o al menos
excepcionales para sus seguidores. Estas no son accesibles a las personas
ordinarias, y pueden verse como de origen divino o al menos ejemplares, y sobre
la base de ellas el individuo en cuestión es tratado como un caudillo por sus
adeptos. Y a la autoridad carismática como una de las tres formas de autoridad,
las otras dos eran la autoridad tradicional (consuetudinaria) y la legal o
autoridad racional.
Para Vladimir Gessen, carisma
"es la especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar"
a otras. Desde un punto de vista religioso es un don gratuito que Dios
concedería a determinadas personas para que ayuden a los demás de acuerdo a
algunos cultos. El vocablo carisma proviene del griego y traduce "regalo
de Dios" o "presente". En psicología, reconocemos a una
persona carismática cuando tiene la habilidad de motivar o de entusiasmar a
quienes les rodean con el objeto de alcanzar objetivos. Son personas admiradas
y queridas por sus seguidores o por el contrario, odiadas por sus adversarios.
Una persona carismática puede caerle bien a la gente que confían en ella y aceptan y defienden sus propuestas radicalmente. No obstante, poseer carisma no significa por ello ser "buena persona", ya que muchos dictadores y déspotas crueles y sanguinarios a través de la historia han sido carismáticos.
Una persona carismática puede caerle bien a la gente que confían en ella y aceptan y defienden sus propuestas radicalmente. No obstante, poseer carisma no significa por ello ser "buena persona", ya que muchos dictadores y déspotas crueles y sanguinarios a través de la historia han sido carismáticos.
Cuando se le pregunta a la gente
qué es ser carismático desde un punto de vista político, habitualmente se
entiende como líder, "tener personalidad" o "magnetismo".
Las personas carismáticas se
encuentran en las actividades públicas o de relaciones humanas. Son dirigentes
políticos, sociales, militares y empresariales, vendedores, artistas, estrellas
del espectáculo, periodistas, entre otros. Sin embargo, es bueno destacar que
no todos los líderes son carismáticos ni toda persona carismática es un líder.
Muchos autores plantean que se nace con carisma. Otros tantos, defienden la tesis de que el carisma se aprende como toda habilidad. Nosotros pensamos que el ser humano como ente bio-psico-social requiere de un componente genético, de la predisposición mental y psicológica y de un aprendizaje social para desarrollar la condición carismática así como el liderazgo.
Muchos autores plantean que se nace con carisma. Otros tantos, defienden la tesis de que el carisma se aprende como toda habilidad. Nosotros pensamos que el ser humano como ente bio-psico-social requiere de un componente genético, de la predisposición mental y psicológica y de un aprendizaje social para desarrollar la condición carismática así como el liderazgo.
Para John Maxwell (EXPERTO
LIDERAZGO), el liderazgo carismático desarrolla siete cualidades a saber:
Partiendo del hecho que carisma
es “la habilidad para inspirar entusiasmo, interés o afecto en los demás a
través del encanto personal o la influencia”. Los líderes que
tienen esta habilidad comparten siete características entre ellos.
1-. Sienten amor por la
vida
Aquellos líderes que
generan seguidores son apasionados respecto de la vida. Son personas a quienes
les gusta celebrar, no quejarse. Destacan por su alegría y empatía. Son
energéticos y lo irradian de una forma contagiosa. No hay que mirar mucho más
allá de la sonrisa para darnos cuenta del poder de su carisma. Cuando las
personas reciben una sonrisa responden con lo mismo. Si eres escéptico,
inténtalo. Sonríe a las cajeras, a los camareros, a los compañeros de trabajo,
etcétera. Verás cómo tu sonrisa recibe, de forma recíproca, otras sonrisas. Los
líderes con carisma transmiten energía positiva. Como decía Henry
Van Dyke, “no hay mayor encanto personal que el de aquellos que tienen un
temperamento alegre”.
2-. Valoran el potencial
de las personas
Para convertirte en un líder atractivo,
has de esperar lo mejor de tu equipo. Los líderes ven a las personas no como
son, sino como pueden llegar a ser. Desde su altura ayudan a los demás a
construir puentes que les faciliten el paso desde el presente al futuro que
desearían. Benjamin Disraeli comprendió esta realidad, llegando a ser un
experto en aplicarla. Dijo una vez: “El mejor favor que puedes hacer a otra
persona no es compartir con ella tus riquezas, sino ayudarla para que las suyas
se revelen”. Cuando se invierte en las personas ayudándolas a crecer en
relación a su potencial, se crean vínculos potentes y positivos.
3-. Dan esperanza
Todos deseamos mejorar nuestras
fortunas y futuro. Los líderes carismáticos llegan a enganchar con
las personas a través de pintar un mañana mejor que el presente. Para ellos, el
futuro está lleno de maravillosas oportunidades y sueños por realizar. Napoleón
Bonaparte dijo una vez que “los líderes son negociadores de esperanza”. Aportan
optimismo a la cultura empresarial al tiempo que mejoran la moral general.
Aunque siempre están atentos a la realidad inmediata, no se resignan a
gestionar exclusivamente las circunstancias del presente.
4-. Comparten con
los demás
Los líderes carismáticos añaden
valor a las personas al compartir su sabiduría, recursos y tiempo. Consideran
que el poder de la inclusión es esencial y por ello invitan a otros a unirse a
él en el proceso de compartir y aprender de las experiencias, realizar tormentas
de ideas o, sencillamente, para tomar una taza de café. Los líderes
carismáticos abrazan el espíritu del trabajo en equipo y valoran la compañía de
una forma positiva. Por ello, los líderes carismáticos no están solos en la
cúspide. “El carisma es una chispa que ciertas personas tienen y que no se
puede comprar con dinero. Es una energía invisible cuyos efectos son visibles”,
nos recuerda Marianne Williamson.
5-. Piensan continuamente
en los demás
Para los líderes carismáticos, no
existe mayor satisfacción que aquella de servir a los demás. Encuentran gran
placer en las celebraciones de los éxitos de sus compañeros y de quienes les
siguen. Lo que más les gusta es el triunfo de un equipo. ¿Cómo puedes tener
carisma?, pregunta Dan Reiland. Él mismo responde: “Preocúpate más por hacer
que los demás se sientan bien consigo mismos que por hacer que los demás se
sientan bien contigo”.
6-. Descubren y utilizan
su estilo propio, su voz
Uno de los argumentos más
utilizados por los comentaristas políticos se refería a “encontrar su propio
estilo” (finding their voice). La comentarista política del Time Magazine, Ana
Marie Cox, escribía refiriéndose al senador Barack Obama, que encontró su voz
en la convención del Partido Demócrata. David Gergen decía, en la cobertura
del debate que previamente se había celebrado en la CNN que: “John McCain se
había reencontrado con su voz”. Stephen R. Covey nos dice: “Una palabra
describe el camino hacia la grandeza: la voz. Aquellos que en su camino
encuentren su voz, aquella que les sirva para inspirar a otros a encontrar la
suya, habrán encontrado el camino hacia el liderazgo carismático”.
7-. Utilizan su carisma
como una forma de incrementar su influencia para hacer el bien
El carisma es una parte esencial
de la capacidad de influencia de un líder. Sin él, estos tienen
dificultades para inspirar pasión y transmitir energía a sus equipos. Con él,
los líderes son capaces de conseguir lo mejor de quienes les siguen, haciendo
que estos rindan y se sientan plenos. El carisma no es una energía manipuladora
o un regalo mágico dado a ciertas personalidades, sino una atractiva mezcla de
cualidades que se puede aprender.
Creatividad: La creatividad nos impulsa en nuestro actuar
y es decisional por naturaleza (se decide ser creativo). El líder es aquel
que se atreve a ser creativo e impulsar un cambio en busca nuevos rumbos para
transformar y mejorar una situación.
Según el Human Education &
Leadership Projects, el líder creativo es “aquella persona capaz de asumir la
responsabilidad de dirigir a otros al libre logro de sus fines”. Por tal razón,
el líder creativo tiene su visión puesta en el futuro y dirige sus energías
hacia un cambio positivo con una actitud proactiva y optimista; es capaz de
enfrentar problemas complejos, ante los cuales no se muestra atemorizado, y
tiene éxito al enfrentar los diferentes tipos de crisis (familiares,
económicas, políticas, espirituales, etc.). Además de esto, es valiente,
demuestra integridad y compromiso, busca el bien de todos y no solo el propio,
se deja llevar por sus principios y valores, es emprendedor y aprendiz de por
vida. Aunque, frecuentemente, ser creativo implica ir en contra del pensamiento
convencional, un líder necesita de esta característica, además de inteligencia
y sabiduría, para alcanzar el éxito.
Para Comunidad de liderazgo e innovación 2.0.
Humannova, La creatividad es buena, y más imprescindible que nunca en los
negocios. ¿Por qué entonces las empresas que eran innovadoras caen en la
desidia con el paso del tiempo y el pensamiento original se vuelve la
excepción? Jennifer Mueller, profesora de Gestión de Wharton y sus
colegas de la Universidad de Cornell y de Indian School of Business, han
analizado con detenimiento las razones de que esto suceda.
En un trabajo de investigación
titulado "El reconocimiento del liderazgo creativo: ¿La expresión de la
idea creativa puede influir de forma negativa en la percepción del potencial
para el liderazgo?" [Recognizing Creative Leadership: Can Creative Idea Expression
Negatively Relate to Perceptions of Leadership Potential], que fue
publicado en marzo de 2011 en el Journal of Experimental Social Psychology,
Mueller y los demás autores del estudio, Jack A. Goncalo, de Cornell, y Dishan
Kamdar, de ISB, analizan en tres estudios de qué manera las personas creativas
son percibidas por sus colegas. Lo que descubrieron es preocupante: se
consideraba que aquellos que tenían más ideas creativas tenían menos potencial,
en lugar de más, para el liderazgo. La excepción, según quedó constatado,
ocurría cuando se decía a las personas que se fijaran en los líderes
carismáticos. En ese caso, las personas creativas salían mejor paradas. La
conclusión, sin embargo, es que en la mayoría de los casos, ser creativo parece
ser una desventaja para aquellos que piensan en subir en la escala directiva.
"No es fácil escoger líderes creativos", dice Mueller.
"Reconocer un líder creativo toma más tiempo y exige más esfuerzo de lo
que imaginábamos".
Esa realidad y las conclusiones
deberían ser un motivo de preocupación para los consejos de administración de
todo el mundo.
En una encuesta reciente entre 1.500 consejeros delegados llevada a cabo por el Institute of Business Value de IBM, la creatividad aparece como la principal cualidad para conseguir el éxito futuro de una empresa. Ese descubrimiento no es ninguna sorpresa para Mueller. "Algunas investigaciones muestran que los mejores líderes son personas de ideas creativas", dice ella. "Son personas que reconocen una idea buena, están abiertas a ella y saben cómo esparcirlas por la empresa. La elección de líderes creativos es el principal desafío de cualquier empresa".
En una encuesta reciente entre 1.500 consejeros delegados llevada a cabo por el Institute of Business Value de IBM, la creatividad aparece como la principal cualidad para conseguir el éxito futuro de una empresa. Ese descubrimiento no es ninguna sorpresa para Mueller. "Algunas investigaciones muestran que los mejores líderes son personas de ideas creativas", dice ella. "Son personas que reconocen una idea buena, están abiertas a ella y saben cómo esparcirlas por la empresa. La elección de líderes creativos es el principal desafío de cualquier empresa".
Pero comprender que la
creatividad es necesaria dentro de una gran empresa no es lo mismo que
cultivarla. En realidad, el trabajo de Mueller muestra que quien razona de
forma distinta a los patrones tradicionales puede ser penalizado por eso. En el
primer estudio llevado a cabo, Mueller y sus compañeros analizaron esa
tendencia en la división de una gran refinería multinacional en la India. Un
total de 346 empleados participaron en el estudio: de éstos, 291 fueron
evaluados por otros 55 respecto a su potencial para el liderazgo. Se pidió a
los evaluadores que rellenaran los cuestionarios de evaluación de esos 291
individuos dándoles notas según el grado de apertura para aceptar ideas nuevas
y útiles y en qué medida podrían "convertirse en líderes eficaces" y
"alcanzar posiciones de liderazgo".
Al analizar los datos, Mueller y su equipo tomaron en cuenta la posibilidad de que algunos individuos creativos simplemente no tenían interés alguno en escalar en la jerarquía de la empresa.
El grupo identificó una correlación significativa entre ser creativo y ser poco apto para actividades de gerencia. "Por definición, las personas dicen que la creatividad es algo positivo", dice Mueller. "Es prácticamente imposible lograr que alguien admita que está en contra de la creatividad. Sin embargo, cuando alguien presenta una idea creativa, la reacción es casi siempre de rechazo. La creatividad incomoda a las personas".
Al analizar los datos, Mueller y su equipo tomaron en cuenta la posibilidad de que algunos individuos creativos simplemente no tenían interés alguno en escalar en la jerarquía de la empresa.
El grupo identificó una correlación significativa entre ser creativo y ser poco apto para actividades de gerencia. "Por definición, las personas dicen que la creatividad es algo positivo", dice Mueller. "Es prácticamente imposible lograr que alguien admita que está en contra de la creatividad. Sin embargo, cuando alguien presenta una idea creativa, la reacción es casi siempre de rechazo. La creatividad incomoda a las personas".
Optimismo: Para Raúl Morales, un liderazgo optimista
mejora la productividad. Varios estudios constatan que este estilo de dirección
aumenta el compromiso del trabajador
Pese a que pocas organizaciones
han explicado a sus directivos cómo impregnar a sus trabajadores de
pensamientos positivos, muchos estudios ya han puesto de manifiesto que el
“optimismo en acción” repercute directamente en una mejora de la productividad
y el compromiso del trabajador. Este estilo de dirección pone siempre el
énfasis en los aspectos positivos y las fortalezas de los trabajadores.
Asimismo, los directivos optimistas centran su gestión en crear las
circunstancias en las que los empleados puedan prosperar. Una comunicación
abierta y relaciones interpersonales fluidas también caracterizan al directivo
optimista.
Según una encuesta sobre
productividad elaborada por el Institute for Corporate Productivity, el 76% de
las empresas afirman que un buen liderazgo hace que la productividad de la
compañía suba. Quienes respondieron también constataron que es necesario que
los líderes se centren en el compromiso de su mano de obra si se quiere
conseguir una productividad óptima. Pero, ¿cómo un directivo puede conseguir
ese compromiso y, al mismo tiempo, una buena productividad?
Según Carol Morrison, los directivos pueden echar mano a un modelo al que llama “optimismo en acción”. Los líderes que toman como pauta este optimismo se centran en factores positivos y reconocen el esfuerzo que hacen los trabajadores, animándoles para capitalizar ese esfuerzo. En definitiva, los directivos positivos hacen lo necesario para crear unas circunstancias en las que los trabajadores pueden prosperar. Peter Drucker ya habló de este concepto hace cuarenta años en su famoso libro “El Ejecutivo Efectivo”.
Según Carol Morrison, los directivos pueden echar mano a un modelo al que llama “optimismo en acción”. Los líderes que toman como pauta este optimismo se centran en factores positivos y reconocen el esfuerzo que hacen los trabajadores, animándoles para capitalizar ese esfuerzo. En definitiva, los directivos positivos hacen lo necesario para crear unas circunstancias en las que los trabajadores pueden prosperar. Peter Drucker ya habló de este concepto hace cuarenta años en su famoso libro “El Ejecutivo Efectivo”.
En este sentido, otro famoso estudio llevado
a cabo por Margaret Greenberg y Dana Arawaka examinaba la premisa de que ese
compromiso del trabajador se da cuando el directivo aplica técnicas de
liderazgo positivo. Estas investigadoras condujeron el estudio entre empleados
y directivos en una empresa tecnológica y descubrieron que “el liderazgo
positivo está ligado al optimismo, el compromiso y el rendimiento del
empleado”. Asimismo, documentan que los equipos de trabajo son más productivos
cuando son dirigidos por un jefe optimista, “lo que habla de la importancia del
optimismo en el lugar de trabajo”.
El trabajo de estas dos investigadores no es el único que ha constatado este hecho. Otro estudio, de este mismo año, elaborado por el National Research Centre for the Working Environment en Dinamarca, llega a conclusiones parecidas. El informe, titulado “Healthy at Work-Positive Factors Working” muestra los resultados de un extenso repaso de estudios sobre los factores asociados a “mejorar la salud e incrementar la productividad”. La principal conclusión es que el estilo de liderazgo influye de manera determinante en el bienestar y la productividad del trabajador.
El trabajo de estas dos investigadores no es el único que ha constatado este hecho. Otro estudio, de este mismo año, elaborado por el National Research Centre for the Working Environment en Dinamarca, llega a conclusiones parecidas. El informe, titulado “Healthy at Work-Positive Factors Working” muestra los resultados de un extenso repaso de estudios sobre los factores asociados a “mejorar la salud e incrementar la productividad”. La principal conclusión es que el estilo de liderazgo influye de manera determinante en el bienestar y la productividad del trabajador.
Para Morrison, los programas de
desarrollo del liderazgo se centran mucho en ayudar a los directivos a afinar
ciertas competencias que las organizaciones han identificado como claves para
gestionar un reto en particular. Otras veces se focalizan en esas destrezas que
se supone son buenas para desarrollar visión para los negocios.
Sin embargo, muchos expertos ya
han manifestado que sería muy importante incluir en la formación de directivos
una dosis sobre cómo un actitud positiva repercute en la buena marcha de la
organización.
En su estudio, Greenberg y Arawaka, listan aquellas características específicas que identifican a un líder optimista y positivo. Estos directivos gestionan desarrollando las fortalezas que los empleados tienen. En esencia, siempre ponen el acento en lo positivo. Asimismo, en momentos adversos, se centran en resolver problemas. Finalmente, los líderes positivos animan y reconocen el buen trabajo con habitualmente.
En su estudio, Greenberg y Arawaka, listan aquellas características específicas que identifican a un líder optimista y positivo. Estos directivos gestionan desarrollando las fortalezas que los empleados tienen. En esencia, siempre ponen el acento en lo positivo. Asimismo, en momentos adversos, se centran en resolver problemas. Finalmente, los líderes positivos animan y reconocen el buen trabajo con habitualmente.
El concepto de liderazgo positivo
ha influido ya en organizaciones de todos los ámbitos. El mismísimo FBI
estadounidense ha llevado a cabo un plan de acción para mejorar la
productividad de los empleados y la efectividad en el liderazgo. Este plan
incluye elementos de liderazgo positivo, como la gestión basada en los puntos
fuertes o relaciones interpersonales positivas.
Está claro que el liderazgo
positivo no es una receta mágica para incrementar la productividad y conseguir
el compromiso de los trabajadores. Sin embargo, cada vez más investigadores se
refieren a su importancia. En contraste con esta tendencia, Morrison admite que
muy pocas organizaciones han hablado a sus directivos de cómo transmitir en su
lugar de trabajo esta energía positiva.
Con la opinión de varios
especialistas he tratado de aportar de manera concreta un poco más a esta
importante discusión, la cual debe seguir en nuestras aulas y fuera de ellas,
en los foros o en las reuniones informales, ya que es sumamente importante la
postura y los aportes de cada uno para encontrar el modelo o estilo de
liderazgo que más fruto nos rinda y en el cual todos se encuentren contentos
porque logramos el ganar, ganar-ganar.