El presente post toca la realidad
que vivimos sin pretender politizarla, pero es necesario abordar los aspectos
de gobernabilidad por los cuales hoy se rigen los destinos de país y esto hace
prácticamente imposible el deseo de no politizar la discusión. Algunos estarán
de acuerdo, otros criticarán y negarán lo que a continuación se reseñe, pero la
intención de este, no es otra que la reflexión para lograr el futuro soñado, ya que la
obligación moral contraída, como ciudadanos, padres, hijos, hermanos,
estudiantes, trabajadores y/o Doctores, nos exige. No pretendo ser dueño ni
siquiera de mi propia verdad, ya que esta queda subsumida en los avatares de
estos tiempos difíciles y contradictorios, solo quiero contribuir a la
reflexión.
Para wikipedia (2013): Decadencia puede
referirse a:
- Un colapso social (la quiebra a gran escala o un declive a largo plazo de la cultura, las instituciones civiles o de otras características principales de una sociedad o civilización):
- Los periodos intermedios del antiguo Egipto (primer periodo intermedio, segundo periodo intermedio, tercer periodo intermedio).
- Los periodos finales de cada ciclo dinástico tal como son interpretados según la interpretación tradicional de la historia china.
- El helenismo, periodo de decadencia de la civilización griega.
- La decadencia del Imperio Romano
- La decadencia europea del siglo XX: desde la Primera Guerra Mundial, el período de entreguerras (1918-1939), la Segunda Guerra Mundial y la posguerra de ésta (con los procesos de descolonización y la política de bloques). Véase La crisis de los veinte años y Edad Contemporánea#La "crisis de los treinta años" (1914-1945).
Ahora corresponde el estudio de la
Venezuela decadente y para ello debemos revisar algunos antecedentes, los
cuales desde la colonia nos colocaron en minusvalía respecto a otros países
como Colombia y que han sido nuestro destino, al ser designados como Capitanía
General y ellos (Colombia) como Virreinato, a partir de allí, nuestros
gobiernos y gobernantes han hecho todo lo posible y a veces hasta lo imposible
por destruir lo que nos queda, se han entregado franjas de tierra y de mar en
disputas limítrofes mal negociadas, se ha atentado contra las instituciones,
los gobiernos y el pueblo mismo, se ha institucionalizado la conjura y la
conspiración como arma política.
Frente a esos fracaso, los
militares, en infinidad de veces han intentado hacerse del poder político, en
ocasiones lo han logrado, otras veces han fracasado, el pueblo la más de las
veces los ha rechazado, lo cual implica que el modelo educativo militar hasta
el presente ha sido un fracaso, ya que si los hombres formados en esas
instituciones, no han podido entender y asumir a cabalidad su papel, pues entonces,
no nos queda otra opción que entender que el modelo no es el adecuado.
Cada vez que un militar intenta
hacerse del poder político, demuestra el fracaso de ese modelo, ahora bien, eso
no le quita sus válidas aspiraciones como ciudadano, de competir para lograr el
voto de las mayorías para la conducción del destino del país, pero debe hacerlo
como ciudadano civil y no como militar y menos aún prevalido del poder de las
armas legítimamente entregadas para la defensa del país que su misión.
El bienestar de los pueblos vine
dado por una sencilla ecuación: bienestar = democracia + libertad + trabajo +
seguridad + salud + educación de calidad + productividad + armonía, es decir
países en líneas ascendente hacia la prosperidad, pero la ecuación que hoy
vemos es la antítesis de la anterior:
Decadencia = populismo +
autoritarismo + negación de libertades y derechos fundamentales + inseguridad +
destrucción de instituciones y del modelo productivo + inflación + devaluación
+ ideologización + estanflación + falta de salud + perdidas de puesto de
trabajo + valoración de la flojera y ausentismo laboral + entrega de la
soberanía.
Es triste la situación que nos
lleva a escribir este artículo, pero es la realidad que vivimos, unos
intentarán negarla o minimizarla, otros intentarán explotarla y a muchos, la
indolencia les impedirá analizarla, creando con ello una trampa democrática. El
fascismo llama fascistas a sus enemigos, los aludidos llaman fascistas a
quienes les aluden, otros miran la situación desde la comodidad de la zona de
confort y con los claros designios del entreguismo y creo que todos los actores
involucrados, deben, así sea por un momento dejar de lado su actitud su actitud
egocéntrica y megalómana y pensar en aquellos que nos heredarán.
Los resentimientos sociales,
impropios del venezolano hasta el final del siglo XX, han hecho irrupción con
una fuerza desconocida que nos lleva a preguntarnos: ¿de dónde surgió?, ¿dónde
estaba acechando?, ¿será cierta esa fuerza o es la manipulación del momento
socio histórico político que vivimos?
Hasta dónde nos conocíamos, nunca
habíamos sido xenofóbos ni resentidos sociales, éramos un pueblo jovial,
dicharachero, dónde convivíamos todos sin mayores problemas, con todas nuestras
diferencias y ahora, hasta familias enteras se han separado, ofendido y hasta
agredido, produciendo brechas difíciles de superar a menos que sea por las
generaciones venideras.
Se ha intentado la aplicación de un
modelo económico político a todas luces inviable, fracasado en otras latitudes
y nadie, ni los que lo propugnan ni los que lo objetan, han logrado demostrar por
qué y para qué.
La entropía, propia de toda
institución y de los organismos, ha hecho ya su aparición, todo tiende a su autodestrucción,
en ocasiones más temprano, otras más tarde y para quienes hoy llevan las riendas del
país, llegó la hora de desprenderse de la figura que mantenían con fines propagandísticos.
Llegó el momento de ver los errores cometidos y estos ya no pueden ser
endosados a otras épocas, instituciones o personas sino que deben ser asumidos
con el costo político que ello implica. Los beneficios del modelo impuesto, son
negados por la historia y la realidad abrumante, no se ven, no aparecen, no
terminan de llegar, mientras que la realidad si llegó, el hambre se ha hecho
presente y esta no puede ser negada ni evadida.
Llegó la ocasión y ahora se debe
revisar la estructura que soporta el modelo y porque se ve que las
instituciones no son eficientes, que la corrupción nos ha corroído y que los
personeros del régimen son iguales políticamente hablando a los del pasado tan criticado,
justa o injustamente. Ya se hace necesario el sentarse a hablar con los
empresarios, hecho negado a ultranza hasta hace escasamente pocas semanas, los
ministerios deben ser revisados y no solamente para cambiarles el nombre sino
para atender las necesidades del pueblo y del país, y quién los diseñó de esa manera queda ahora
en entredicho, la política interna y la exterior comienzan ya su proceso de
revisión por la necesidad de adecuación a tiempos, dónde el hambre mata toda
popularidad y fanatismo, la devaluación es una realidad que en conjunto con la
inflación y la falta de producción del aparato productivo, nos está llevando aceleradamente
a la estanflación.
El rumbo, en este momento se hace
incierto, el conflicto educativo y más aún el universitario ha obligado a una
revisión, ¿profunda o superficial?, no lo sabemos, pero se hace impostergable y
con ello la necesidad de adecuación del modelo y el entendimiento de la
necesidad de validar los nuevos modelos, basados en el uso de la tecnología o
en las necesidades de la gente, pero también en el hecho globalizador, el cual
no puede ser negado aún cuando se intente (alba, caricom, mercosur, unasur, son
simples ejemplos de la imposibilidad de negación de la globalización), así como la necesidad de
flexibilizar el rígido estamento universitario y permitir las adaptaciones a
los cambiantes tiempos que hoy atravesamos. Hasta hace poco tiempo atrás fuimos
modelo en el subcontinente, ahora ya no somos ni referencia lejana.
Sin embargo a pesar del sombrío
panorama, debemos ver el horizonte matutino y su brillante luz, ya que de
nosotros depende el rumbo que tome nuestro amado país, algunos han decidido
abandonar el barco, otros seguimos siendo parte de la tripulación, las brújulas
no son las mismas pero todas apuntan hacia el norte y otros muchos anhelan con
fruición un nuevo amanecer. No se trata
ya de posturas personales, se trata de la patria grande, la que soñaron quienes
dieron su vida por la libertad, todos ellos, nuestros libertadores, no uno solo.
La educación, vista como la única arma, poderosa por lo demás, que tienen los pueblos para salir de los estados de atraso, explotación y oprobio, debe tener apresto para reimpulsarse y salir del estado de postración al que ha sido sometida, actualizándose y flexibilizándose, colocándose a la par de sus pares en el subcontinente y asumiendo las realidades como elemento originario para los diseños curriculares. Tenemos el talento humano, las herramientas, la oportunidad y aun cuando nos falte el presupuesto, debemos saber contrarrestar ese elemento y convertirlo en ocasión para la construcción del país, que con orgullo debemos legar a nuestros herederos.
La educación, vista como la única arma, poderosa por lo demás, que tienen los pueblos para salir de los estados de atraso, explotación y oprobio, debe tener apresto para reimpulsarse y salir del estado de postración al que ha sido sometida, actualizándose y flexibilizándose, colocándose a la par de sus pares en el subcontinente y asumiendo las realidades como elemento originario para los diseños curriculares. Tenemos el talento humano, las herramientas, la oportunidad y aun cuando nos falte el presupuesto, debemos saber contrarrestar ese elemento y convertirlo en ocasión para la construcción del país, que con orgullo debemos legar a nuestros herederos.
Si reflexionamos y dejamos de lado
nuestros intereses propios y asumimos el interés colectivo como lo ulterior,
estamos a tiempo para cambiarle el título a este artículo y la realidad que nos
espera. El pasado y el presente no pueden ser cambiados (leyes físicas) pero si
podemos construir en lo inmediato, lo mediato y en el largo plazo, una realidad
distinta, un país ascendente que no decadente y un futuro promisorio para todos
aquellos que heredarán nuestros tiempos y nuestra única riqueza, inmaterial por
cierto, la capacidad de soñar con ese gran futuro la contribución para hacerlo
posible.
Todo depende de
nosotros....................
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