lunes, 16 de febrero de 2015

LA INVESTIGACIÓN CUALITATIVA. MITOS Y REALIDADES

Debidos a los cambios acaecidos en los últimos 25 a 30 años, ha habido necesidad de cambiar enfoques para la realidad que nos circunda, sobre todo, por la diversidad de enfoques y posturas de los distintos actores sociales para todas las áreas del saber. Ahora bien, esta diversidad, la cual aplaudimos, también trae contradicciones, ya que debe enfrentarse a los mecanismos reguladores y sus paradojas contraproducentes.
El surgimiento de nuevos actores en el mundo político mundial ha acarreado nuevas visiones y con ellas, nuevas concepciones para el enfoque investigativo y las consecuencias que de ello se derivan, con una gran diversidad de métodos, estrategias, procedimientos, técnicas e instrumentos, para abordar y enfrentar esta compleja realidad. Para muchos, esta diversidad se corresponde con la metodología cualitativa ya que busca sensibilizarse e identificarse con la complejidad de la realidad pero manteniendo procedimientos rigurosos, sistemáticos y críticos, que le permitan poseer credibilidad científica.
Según Miguel Martínez Miguelez, el modelo de ciencia que se originó después del Renacimiento sirvió de base para el avance científico y tecnológico de los siglos posteriores. Sin embargo, la explosión de los conocimientos, de las disciplinas, de las especialidades y de los enfoques que se han dado en el siglo XX y la reflexión epistemológica correspondiente, encuentran ese modelo tradicional de ciencia no sólo insuficiente, sino, sobre todo, inhibidor de lo que podría ser un verdadero progreso, tanto particular como integrado, de las diferentes áreas del saber.
El problema principal que enfrenta actualmente la investigación en las ciencias sociales, y en general las ciencias humanas y su metodología, tiene un fondo esencialmente epistemológico, pues gira en torno al concepto de “conocimiento” y de “ciencia” y la respetabilidad científica de sus productos: el conocimiento de la verdad y de las leyes de la naturaleza. De aquí, la aparición, sobre todo en la segunda parte del siglo XX, de las corrientes postmodernistas, las postestructuralistas, el construccionismo, el deconstruccionismo, la teoría crítica, el análisis del discurso, la desmetaforización del discurso y en general, los planteamientos que formula la teoría del conocimiento.
Esa teoría del conocimiento, nos enseñó a conocer y a buscar la diversidad, utilizando métodos rígidos, en ocasiones, excesivamente rígidos, tanto, que mutilaban la legitimidad de la gran riqueza humana y el poder de la mente para ver las cosas desde otros ángulos y perspectivas producto de la libertad de pensamiento y la creatividad.
A partir del último cuarto del siglo XX, la metodología de la investigación cualitativa ha tratado de llenar esos espacios mutilados por la vieja visión metodológica, dogmática y cerrada, pero para lograrlo, la nueva visión, debe estar investida de un gran rigor, sistematicidad y criticidad, como criterios básicos de la cientificidad requerida por los niveles académicos a objeto de evitar el libertinaje investigativo disfrazado de libertad metodológica.
Hoy, encontramos gran cantidad de intentos de investigación cualitativa, pero que no resisten el menor análisis y evaluación metodológica para verificar que el cuantitivismo persiste enquistado en la mente de los noveles investigadores y sus esfuerzos por dar respuesta desde distintas ópticas y perspectivas a la problemática socio humana y educativa.
Hay mucha confusión y contradicciones evidentes en cuanto al abordaje paradigmático y las posturas de los investigadores en estas investigaciones. Hay desconocimiento de las bases filosóficas y epistemológicas que deben proveerle al investigador un piso firme para abordad su investigación de manera segura y pertinente.
La fundamentación y posible salida exitosa de este problema nos la señala el mismo Aristóteles en su obra máxima, la Metafísica, donde nos advierte que “el ser no se da nunca a nadie en su totalidad, sino sólo según ciertos aspectos y categorías” (Metaf., libro iv).  En efecto, toda realidad, y más las realidades humanas, son poliédricas (tienen muchas caras) y sólo captamos, en un momento dado, algunas de ellas. El inculto tiene una captación muy pobre; la persona culta una mucho más diversificada. (Martínez 2006)
La nueva realidad se desenvuelve alrededor de diferentes orientaciones del pensamiento como lo son: la teoría crítica, la post, postmodernidad, el postestructuralismo y la deconstrucción del pensamiento, en conjunto con la hermenéutica y la dialéctica, entre otras, que permiten mostrar las transformaciones que han afectado las reglas del juego de la ciencia y que habían imperado por siglos.
Los autores considerados como cualititivistas, difieren en muchos aspectos, pero tienen muchas cosas en común, como el énfasis en la subjetividad y en la experiencia estética, la ruptura con la jerarquía de los conocimientos y de los valores tradicionales, el cambio de valoración de lo que constituyen los modelos, y su alta valoración por el racionalismo crítico de las diferentes lógicas, de la “verdad local” y de lo fragmentario.
El Diccionario de la Real Academia define la cualidad como la “manera de ser de una persona o cosa” y el Diccionario que acompaña a la Enciclopedia Británica dice que la cualidad “es aquello que hace a un ser o cosa tal cual es”.
Parafraseando a Martínez, puede decirse que esta acepción, es la que se usa en el concepto de “metodología cualitativa”. No se trata, por consiguiente, del estudio de cualidades separadas o separables, sino del estudio de un todo integrado que constituye una unidad de análisis y que hace que sea lo que es: una persona, una entidad étnica, social o empresarial. De esta manera, la investigación cualitativa trata de identificar la naturaleza profunda de las realidades y su estructura dinámica, es decir, aquella que da razón plena de su comportamiento y manifestaciones. De aquí, que lo cualitativo, que es el todo integrado, no se opone a lo cuantitativo, que es sólo un aspecto, sino que lo implica e integra, especialmente donde sea importante.
Partiendo de la idea original de Martínez Miguelez, podemos decir de manera sucinta que toda investigación cualitativa debe contener los siguientes aspectos mínimos:
1.    Un resumen inicial del proyecto. Este es importante y debe dar al lector-evaluador una idea general del fenómeno que se va a estudiar, señalando su problemática, la urgencia y relevancia para una determinada comunidad (nacional, regional, institucional, etc.), los objetivos que se espera alcanzar, el enfoque y la metodología que se van a emplear y otros elementos que se consideren importantes. Este resumen no debiera exceder de una página, ya que es suficiente para cumplir su misión.
2.    El fin principal de la introducción es "introducir" al lector-evaluador en la problemática que se desea investigar. Para ello, es necesario hacer una descripción de los rasgos fundamentales que configuran dicha realidad (el fenómeno en su contexto) y la necesidad de estudiar un sector descuidado o no atendido suficientemente hasta el momento o, también, un tema ya estudiado pero no en nuestro medio o con enfoque o metodología diferentes. La calidad de esta descripción es muy importante, ya que determinará el enfoque epistemológico y metodológico que se empleará para abordarla, los objetivos a lograr, la relevancia de la investigación y su posible originalidad. Su amplitud podría ser de 2 ó 3 páginas.
3.    Un marco epistemológico. El enfoque cualitativo de investigación es, por su propia naturaleza, dialéctico y sistémico. Los presupuestos epistemológico y ontológico, deben ser explícitos en toda investigación, un breve “marco epistemológico”, permite evitar los frecuentes malentendidos en los evaluadores de los mismos. Una epistemología de fondo es absolutamente necesaria, ya que es la que le da sentido a la metodología y a las técnicas que se utilicen, como, igualmente, a las reglas de interpretación que se usen.
4.    Los propósitos investigativos. En las investigaciones cualitativas se fijan unos propósitos a lograr: algunos son generales y otros específicos, pero todos deben ser relevantes para las personas interesadas en la investigación. A veces, es preferible fijar sólo propósitos generales, y determinar los específicos durante el desarrollo del proceso, para no buscar metas que quizá resulten triviales o imposibles. El propósito investigativo puede ser muy preciso, como, por ejemplo, clarificar tal o cual fenómeno o área problemática, aun cuando sus problemas específicos o dificultades propias estén todavía muy enredados y sólo se puedan plantear o formular expresamente cuando la investigación esté más adelantada.
5.    El Marco Teórico-Referencial. En una investigación cualitativa este “marco” no debe delimitar la búsqueda del investigador, pues sólo es “referencial”, es decir, sólo tiene por finalidad exponer lo que se ha hecho hasta el momento para esclarecer el fenómeno objeto de la investigación. Debe referir las principales investigaciones sobre el área o áreas cercanas: autores, enfoques y métodos empleados, conclusiones e interpretaciones teóricas a que llegaron y otros elementos de importancia. Es sólo “teórico-referencial”, es decir, fuente de información y nunca modelo teórico en el cual ubicar nuestra investigación. Servirá para contrastar, después (en la etapa decontrastación), nuestras conclusiones con las de esos autores y, así, entenderlas mejor, pero nunca para forzar e imponer una interpretación. Lamentablemente, todo esto es poco o mal entendido en muchos medios académicos, incluso por algunos “metodólogos” y se llega a confundir el marco teórico con los hallazgos de la investigación, desvirtuando así la investigación y con ella todo el esfuerzo del investigador. Esta parte pudiera extenderse por espacio de 5 ó 6 páginas.
6.    Metodología Como la metodología es, por definición, el camino a seguir para alcanzar conocimientos seguros y confiables y, en el caso que éstos sean demostrables, también ciencia, la elección de una determinada metodología implica la aceptación de un concepto de "conocimiento" y de "ciencia", es decir, una opción epistemológica (teoría del conocimiento) previa; pero esta opción va acompañada, a su vez, por otra opción, la opción ontológica (teoría sobre la naturaleza de la realidad). Lamentablemente, muchos académicos no toman suficiente conciencia de esto y ello conlleva una serie de consecuencias desorientadoras. La metodología cualitativa está muy consciente de estas dos opciones. Por ello, no debiera omitirse una breve referencia a las mismas exponiendo la idea central de cada una.
7.    El método cualitativo específico que se vaya a emplear depende de la naturaleza de la estructura a estudiar. La metodología cualitativo-sistémica dispone de una serie de métodos, cada uno de los cuales es más sensible y adecuado que otro para la investigación de una determinada realidad:
a.    El Método Hermenéutico-Dialéctico.
b.    El Método Fenomenológico.
c.    El Método Etnográfico.
d.    El Método de Investigación-Acción.
e.    El Método de Historias de Vida.
8.    Recolección de la información: Los instrumentos, al igual que los procedimientos y estrategias a utilizar, los dicta el método escogido, aunque, básicamente, se centran alrededor de la entrevista semiestructurada y la observación directa. Hay que describir los que se vayan a utilizar y justificarlos. Sin embargo, la metodología cualitativa entiende el método y todo el arsenal de medios instrumentales como algo flexible, que se utiliza mientras resulta efectivo, pero que se cambia de acuerdo al dictamen, imprevisto, de la marcha de la investigación y de las circunstancias.
9.    Las Categorías. No hay categorías preconcebidas, previas a la investigación. Si el investigador las tiene en su mente, es porque las ha tomado de otras investigaciones, de otras muestras, realizadas por otros investigadores en otros lugares. Las verdaderas categorías que conceptualizarán nuestra realidad deben emerger del estudio de la información que se recoja, al hacer el proceso de "categorización". No obstante, se podría partir de un grupo de categorías preestablecidas, con tal de que se utilicen con mucha cautela y como algo provisional hasta que no se confirmen, y no se deje uno llevar por la tendencia (cosa muy fácil y natural) de rotular la nueva realidad con viejos nombres.
10. La Categorización y la Teorización. Estos dos procesos constituyen la esencia de la labor investigativa. Una buena investigación no puede quedar al nivel empírico, pues no sería investigación propiamente dicha; "la ciencia consiste en crear teorías", solía decir Einstein. El fin de la teorización (y de la categorización que le precede) es lograr estructurar una imagen representativa, un patrón coherente y lógico, un modelo teórico o una auténtica teoría o configuración del fenómeno estudiado, que le dé sentido a todas sus partes y componentes. Hoy día, están disponibles más de una docena de programas de computación que facilitan la parte técnica de ambos procesos: programas que manipulan, ordenan, organizan y hasta tratan de interpretar y teorizar con los datos cualitativos.
11. Los Resultados (Informe Final). Los resultados de una investigación cualitativa se exponen en lo que se llama el "Informe Final". Este informe no se limita a exponer unos resultados aislados de la investigación como tal, sino que también ilustra el proceso por medio del cual se llegó a las estructuras particulares de los casos estudiados y a la estructura general, o estructuras generales, que los integran.
12. La bibliografía. Esta debe ser suficiente y actualizada para demostrar que se exploró el área respectiva en forma adecuada. En el estudio de las realidades humanas, deben figurar, sobre todo, los autores que han estudiado nuestra realidad, aunque no tengan la autoridad o renombre de los extranjeros que estudiaron su realidad. Esto es debido al hecho, ya señalado, que las realidades humanas están constituidas por un entramado tan complejo de relaciones y variables, que configuran entidades singulares y únicas y por lo tanto, las conclusiones de otras investigaciones lejanas no son extrapolables a nuestro medio.


Concuerdo en su totalidad con la conclusión de Martínez Miguelez: Hay muchas formas de hacer las cosas bien. Para lograr una de ellas, es necesario que el investigador, especialmente si es muy joven, no se sienta presionado en una determinada dirección que le impida usar su mejor dotación y la riqueza que lleva dentro de sí. El rasgo distintivo más fértil de proceder del científico ha sido el utilizar su mente de la mejor forma posible y sin freno alguno".

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