lunes, 29 de agosto de 2016

EDUCAR EN TIEMPOS DE CRISIS

En Venezuela, nos sentimos rotos, divididos, terriblemente polarizados. Donde las palabras, en vez de ser puentes que nos unen, son muros que nos separan y alejan. Palabras convertidas en rumor que sobresalta, en grito que intenta ofender y destruir. Palabras, montones de palabras muertas, sin carne, sin contenido, sin verdad. Dichas sin el menor respeto a uno mismo ni a los demás, para salir del paso, para confundir, para ganar tiempo, para acusar a otro, sin importar que sea inocente, para sacudirse de la propia responsabilidad. Palabras con enfervorizados llamados al diálogo, sin verdadera disposición a encontrarse con el otro y su verdad. (Antonio Pérez Esclarín)
Visto el párrafo anterior que sirve como introducción al presente post, no queda duda alguna de la necesidad de abordar la crisis educativa, sus actores y el currículo para entender el futuro que le espera al país, la crisis económica y su efecto en el docente y el ejercicio profesional y las consecuencias que se derivan para nuestra sociedad, con miras a entender que es tarea de todos los actores, el establecimiento de la hoja de ruta que permita la superación de la situación histórica y poder volver a tener una educación de calidad acorde a las necesidades de país y de desarrollo.
La educación no sólo posibilita el desarrollo de las personas sino también el de las sociedades, por ello es un bien público y un derecho humano, del que nadie puede quedar excluido. La importancia del derecho a la educación radica, en que nos abre las puertas para el goce de otros derechos humanos permitiendo el pleno ejercicio de la ciudadanía. Pero a su vez, el derecho a la educación requiere hacer efectivos otros derechos como el de la salud, la nutrición, o el derecho de los niños a no trabajar. La indivisibilidad e interdependencia de los derechos exige el desarrollo de políticas intersectoriales y mecanismos de coordinación interinstitucional que permitan el ejercicio integral de todos los derechos humanos. (OREALC/UNESCO Santiago, 2007).
El Presidente de la República, aprobó el cambio curricular de la educación media: “He aprobado la propuesta que se me ha hecho para el cambio curricular de la educación media en general, que ha salido de las aulas de clase y del proceso consultivo”, informó el Primer Mandatario el 14 de junio de 2016.
Según los documentos del Ministerio de Educación, la educación por asignaturas -como está establecida en el currículo anterior, vigente desde 1969- es simplificador, reduccionista, mecanicista, fragmentada y atomizada, academicista. “El academicismo mutiló el trabajo, el hacer, la práctica y desvirtuó a saberes teóricos memorizados, con muy poca aplicación en la realidad, la vida y la cotidianidad; se convirtió en un ancla que detiene el proceso de comprender el mundo complejo”, dice el documento, titulado Adecuación Curricular en el nivel de Educación Media General. 
La propuesta de nuevo currículo no incluye asignaturas: son ejes de aprendizaje, que permitan “garantizar la continuidad durante los cinco años”, especificando que deben estar “transversalizados con los cinco objetivos históricos del Plan de la Patria en un tejido interdependiente”. Estos ejes son: Lenguas, Culturas y Comunicación (LCC), Memoria, Territorio y Ciudadanía (MTC), Matemática, Ciencias Naturales, Lenguas Extranjeras (LE), Educación para el Trabajo (EPT) y Educación Física.
Sobre la propuesta Noelbis Aguilar, directora nacional de Fe y Alegría, dijo que es “de cambio profundo” pero que falta afinar unos detalles de implementación, como infraestructuras adecuadas, contratación de los docentes y dotación de alimentación, pues implicaría un cambio de horario.
Materias de la educación media venezolana como el inglés, geografía, estudios de la naturaleza y educación familiar, entre otras, estarían saliendo de la programación académica de liceos y planteles con la implementación de un nuevo diseño curricular que plantea un cambio en la educación media adelantado por el Gobierno Nacional, según informó el presidente del colegio de Profesores seccional Táchira Javier Tarazona.
Explicó Tarazona que las materias antes mencionadas saldrían de la formación curricular para dar paso a otras asignaturas como Patria y ciudadanía, que más allá de educar y formar a la juventud venezolana, buscaría promover un modelo de gobierno y atentaría contra lo estipulado en la Constitución de la República sobre una educación libre, plural y democrática.
Sabemos que no basta con tener al alcance el mejor currículo del mundo, es necesario que el docente sepa cómo utilizarlo en el marco contextual de la realidad en la cual se desarrolla el proceso de enseñanza y aprendizaje, de allí que la formación de los docentes, la evaluación constructiva y oportuna del aprendizaje y el perfeccionamiento de los actos de acompañamiento a las aulas, son prioritarios para lograr lo que entendemos como calidad de la educación.
Es cierto que la transformación de la práctica pedagógica requiere del soporte de los procesos administrativos, como son el diagnostico, la planificación, la organización, la ejecución, el control, el acompañamiento y la evaluación, los cuales necesitan ser revisados y transformados para hacer más eficiente la labor escolar. En el caso de las escuelas públicas, la titularidad de directivos y profesores, la concentración del personal en las escuelas, la creación de un sistema de bandas para la evaluación de la gestión administrativa y académica y la creación y mantenimiento de la planta física, son asuntos que requieren atención y negociación. Estamos conscientes que estos procesos son muy complejos y conllevan tiempo sin embargo y afortunadamente, pueden perfeccionarse con voluntad, políticas coherentes y trabajo. (cerpe.org.ve)
Abordar el proceso de transformación de la educación no es un proceso aislado ni es potestad de un solo grupo, cualquiera que este sea, debe ser un proceso integral, que asuma las distintas aristas del mismo y que convoque a los mejores, con una visión definida del futuro, inmersa en un proyecto de país y con metas inmediatas, mediatas y a largo plazo para que pueda realimentarse basado en su operatividad y que permita ir corrigiendo los desajustes que se vayan presentando.
A esto, debe sumarse el manejo de la crisis económica actual, ya que la espiral inflacionaria poco a poco y de manera continua, va ejerciendo su efecto asfixiante sobre todos los actores inmersos en el proceso, comenzando por la familia. Los ingresos familiares de 2, 3 y hasta 4 miembros de una familia, se hacen insuficientes para cubrir la cesta básica y por tanto comienzan a cambiar las prioridades ante la exigencia del modelo educativo. Si el dinero no alcanza para la comida, pues entonces no habrá útiles escolares ni uniformes y la rigidez inexplicable del sistema que atenta contra los derechos del niño, no permite en líneas generales las excepciones, se deben cumplir las normas establecidas so pena de las sanciones estipuladas, incentivándose la deserción escolar, muy bien vista en algunas familias ya que entonces el niño, el joven o el adulto se puede incorporar al mercado de trabajo, generando ingresos adicionales que permitan paliar la insuficiencia monetaria.
Las instituciones privadas se ven en la necesidad de incrementar el costo de la matrícula y la mensualidad a objeto de poder cumplir con los decretos de aumentos salariales y de bonificaciones correspondientes. Todo aumento o incremento salarial o bonificador, ordenado desde cualquier ámbito, será automáticamente trasladado al usuario final, en nuestro caso particular, la familia, trayendo como consecuencia, que la educación privada se torne elitesca y esto sucede desde el maternal hasta la universidad con una tendencia irreversible, impidiendo a muchos estudiantes el logro de los objetivos personales. Esto es discriminatorio, aunque algunos podrán alegar la gratuidad de las instituciones oficiales. Esto es materia para otra discusión.
Nuestros dedicados docentes y hablaremos por supuesto de manera generalizada, con salarios de hambre y en algunos caos de miseria, inalcanzables para cubrir necesidades primarias y ni pensar en las secundarias o terciarias, que deben dedicar hasta 12 horas o más para cumplir sus labores, en muchos caso en 2 o más centros de trabajo para poder redondear ingresos que le permitan comprar o adquirir solo algunos rubros de la cesta básica, con imposibilidades generalmente económicas para poder especializarse o doctorarse, impidiéndose así la actualización correspondiente según lo especificado en CRBV, que conlleva a la obsolescencia prematura y por consiguiente pérdida de la calidad educativa, son los primeros afectados por las consecuencias de la crisis económica actual. Esta situación se equipara, para el resto de los trabajadores del sistema educativo, es decir, administrativos, obreros, jubilados y contratados.
Edificaciones educativas sin mantenimiento, instituciones sin dotación, aulas diseñadas con conceptos educativos del siglo pasado para atender las necesidades de la población del siglo XXI, un currículo tantas veces modificado y apuntando a una infraestructura incapaz de soportar los cambios indicados en el mismo pero que además, tiene que lidiar con un modelo incongruente entre la teoría y la acción, ya que en su deber ser y de acuerdo a la constitución, tiene que ser inclusivo pero en la praxis se convierte en excluyente y segregador, además de discriminatorio: cómo explicarle a nuestros niños y jóvenes las palabras de algunos representantes políticos incluidos los del área educativa, cuando por ejemplo, expresan que las bolsas de comida distribuidas por los CLAP, no deben llegar a manos de los mal llamados “escuálidos”, lo cual a su vez también es violatorio de la dignidad humana, ya que los estamos condenando a la hambruna o desnutrición.
Como podemos conjugar la educación para la paz con el verbo guerrerista, bélico, agresivo de nuestros representantes gubernamentales y explicárselo al pueblo venezolano en aras de lograr la calidad educativa. Este comentario viene al caso, para entender los factores exógenos que influyen de manera directa e indirecta sobre el hecho educativo y entender las incongruencias que impiden el logro de los objetivos. ¿Cómo enseñar a nuestros niños y jóvenes una educación para la paz y sin exclusión, contrastando con las imágenes y discursos que transmiten en nuestras radios y televisoras incitando a la discriminación y la agresión?, ¿Cómo compaginar el verbo y la acción de manera coherente? Es una ardua tarea para nuestros docentes y para la educación de cualquier nivel o modalidad. Al final, la educación pierde la credibilidad y con ello la excelencia y continuidad, favoreciéndose la deserción y la crítica destructiva.
En cuanto al aspecto social, se hace evidente cada vez más, la tendencia a la deserción escolar por factores ya abordados, pero debemos entender, que este fenómeno se cumple en todos los niveles de nuestra educación, por lo que no se puede avizorar un futuro inmediato que conlleve a niveles de calidad educativa que nos haga competentes y permita que seamos punto de referencia ni en el subcontinente.
Pero que dicen algunos expertos para salir delante de la coyuntura que amenaza con convertirse en estructura. PÉREZ ESCLARIN expresa su opinión al respecto: FORMAR PERSONAS AUTÓNOMAS Y CIUDADANOS SOLIDARIOS En un país en que nos encontramos completamente divididos y rotos, y en un mundo que, como acabamos de señalar, nos propone el individualismo consumista como medio para lograr la realización plena y pretende limitar la vida a un mero pasarlo bien, la finalidad de la educación (considero una tautología hablar de educación en valores; si no se educa en valores, no se educa, se instruye y posiblemente se deseduca), debe ser (Pérez Gómez, 1998), la emergencia y el fortalecimiento del sujeto, lo que supone la defensa de la libertad personal y el desarrollo de convivencia y la comunidad. Uno se hace sujeto en la medida en que va tomando las riendas de la propia vida y se va liberando de las dependencias y ataduras.
LA CONQUISTA DE LA LIBERTAD Enseñar a vivir plenamente es, en definitiva, enseñar a ser libres. La tarea más importante de la vida debe ser la conquista de la libertad. Pero la libertad, que es autonomía responsable y superación de caprichos y ataduras, se viene confundiendo cada vez más con la capacidad de responder a las seducciones del mercado y a la satisfacción del instinto continuamente estimulado por él. Se confunde, con su contrario: la total dependencia, la esclavitud al mercado o los caprichos. Cuanto más se llenan las personas de cadenas, más libres se sienten.
JUDITH AULAR DE DURÁN, VICERRECTORA ACADÉMICA DE LUZ, expresa que el desafío de la educación de la educación de  calidad, es una de las metas pendientes del Modelo  Educativo Bolivariano es ampliar el Sistema de Formación Continua del Docente que incluya la formación inicial, el desarrollo profesional, la capacitación en servicio y las oportunidades de calificación superior. Un sistema que integre la formación de grado, el perfeccionamiento y los estudios de postgrado, con currículos flexibles que permitan la circulación de los graduados por distintos programas de formación.
Para CAVEP: Estamos frente a un momento crítico y significativo desde el punto de vista educativo y curricular. Es propicia la oportunidad de escuchar las opiniones de todos los sectores que hacen vida educativa, social, política y económica en nuestro país, tanto a nivel público como privado. Queremos ser participes de la construcción de un mejor país que considere las diferentes perspectivas, sin apasionamientos políticos, sino con consideraciones académicas donde se consideren las recomendaciones de los organismos internacionales y asumiendo experiencias exitosas de otros países que sean pertinentes a nuestro contexto en la búsqueda permanente del bien para todos, de vivir en una sociedad segura, basada en el amor, en el trabajo en equipo y en la libertad de expresión.
Es muy importante que el trabajo de construcción curricular se haga en conjunto o en conversación con los docentes y directivos de la escuela para involucrarlos en la toma de decisiones sobre las acciones a desarrollar y crear un clima de confianza que permita un trabajo conjunto en las aulas.
El tema es sumamente amplio y complejo y no se pretende en estas pocas líneas abordarlo con la debida profundidad ni establecer propuestas sin discusión. Solo se pretende iniciar una disertación que coadyuve en la concienciación sobre la grave problemática que enfrentamos para diseñar propuestas articuladas que permitan superar la coyuntura que vivimos. 

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