Según Wikipedia: En lógica, una falacia (del
latín: fallacia, ‘engaño’) es un argumento o un postulado que parece válido,
pero no lo es. Algunas falacias se cometen intencionalmente para persuadir o
manipular a los demás, mientras que otras se cometen sin intención debido a
descuidos o ignorancia. En ocasiones las falacias pueden ser muy sutiles y
persuasivas, por lo que se debe poner mucha atención para detectarlas.
http://falaciaslogicas.com/
https://profesorabelen.wordpress.com/2009/05/06/nm3-falacias-argumentativas/
http://www.xtec.cat/~lvallmaj/preso/fal-log2.htm
El que un argumento sea falaz no implica que
sus premisas o su conclusión sean falsas ni que sean verdaderas. Un argumento
puede tener premisas y conclusión verdaderas y aun así ser falaz. Lo que hace
falaz a un argumento es la invalidez del argumento en sí. De hecho, inferir que
una proposición es falsa porque el argumento que la contiene por conclusión es
falaz es en sí una falacia conocida como argumento ad logicam.
El estudio de las falacias se remonta por lo
menos hasta Aristóteles, quien en sus refutaciones sofísticas identificó y clasificó
trece clases de falacias. Desde entonces, cientos de otras falacias se han
agregado a la lista y se han propuesto varios sistemas de clasificación.
Para Irving Copi, una falacia es un
razonamiento lógicamente incorrecto, aunque psicológicamente pueda ser
persuasivo aunque no necesariamente posee una conclusión falsa; así como un
razonamiento correcto o válido no necesariamente tiene una conclusión verdadera.
Los razonamientos falaces no son "falaces" por arribar a una
conclusión falsa, sino por un error en su procedimiento. Podría decirse que una
falacia es un razonamiento en que la conclusión no se deriva estrictamente de
las premisas, aunque parece hacerlo.
Según Juan de Santo Tomás, las falacias son
defectos de la consecuencia. Se distingue entre falacias por parte de la
dicción y falacias por parte de la cosa significada. En el fondo, podríamos
decir que las falacias por parte de la dicción son las falacias formales. Según
Juan de Santo Tomás: "Todas las falacias que resultan por parte de la dicción,
las reducimos a la equivocación".
La palabra falacia es usada a veces, como
equivalente al término sofisma. La significación de falacia o sofisma alude a
un argumento aparente o a una forma de argumente no válida. Para que haya una
falacia es necesario que estemos en presencia de un argumento aparente. Desde
el punto de vista lógico, no existe un argumento o un razonamiento, pero aunque
incorrectos a la luz de la lógica, suele llamarse falacias a los razonamientos
que son psicológicamente persuasivos. Es un modo de argumentar en que hay un
error en la estructura del razonamiento, que pasa inadvertido.
Falacias lógicas son un patrón de
razonamiento que casi siempre conduce a un argumento incorrecto. Esto es debido
a un defecto en la estructura del argumento que lo conduce a que este sea
inválido. Los argumentos sirven, como sabemos, para sostener la verdad
(verosimilitud, conveniencia) de una conclusión. Con frecuencia, sin embargo,
los construimos mal, con lo que su finalidad no se alcanza. También con
frecuencia, empleamos argumentos aparentes con el fin de engañar, distraer al
adversario o descalificarlo.
Todas las falacias son razonamientos que
vulneran alguna regla lógica. Así, por ejemplo, se argumenta de una manera
falaz cuando en vez de presentar razones adecuadas en contra de la posición que
defiende una persona, se la ataca y desacredita, se va contra la persona sin
rebatir lo que dice o afirma. Las falacias lógicas se suelen clasificar en
formales y no formales.
Una falacia formal es aquella en que el
argumento viola una norma del sistema lógico del que el argumento es parte. Las
falacias formales pueden producirse por distintos motivos. La lógica
tradicional aristotélica se centra en los razonamientos silogísticos siendo una
forma de argumentos deductivos que constan de una premisa mayor, otra premisa
menor y una conclusión.
Las falacias formales son razonamientos no
válidos pero que a menudo se aceptan por su semejanza con formas válidas de
razonamiento o inferencia. Se da un error que pasa inadvertido. Así, por
ejemplo, a partir de dos premisas como "Si llueve, tomo el paraguas"
y "Se da el caso que llueve", puedo concluir con validez formal que
"tomo el paraguas". Ahora bien, de las dos premisas: "Si llueve,
tomo el paraguas" y "tomo el paraguas", no puedo concluir con
validez formal "Llueve": si he tomado el paraguas puede ser porque lo
llevaba a arreglar. Éste es un ejemplo de la falacia formal conocida como
afirmación del consecuente.
Las falacias no formales son razonamientos en
los cuales lo que aportan las premisas no es adecuado para justificar la
conclusión a la que se quiere llegar. Se quiere convencer no aportando buenas
razones, sino apelando a elementos no pertinentes o incluso, irracionales.
Cuando las premisas son informaciones acertadas, lo son, en todo caso, por una
conclusión diferente a la que se pretende.
Las falacias informales o no formales, no son
en la práctica errores en la estructura formal de un argumento. Se basa un
fallo evidente que resulta relevante en la conclusión o bien en alguna
ambigüedad lingüística. Entre las falacias informales cabe mencionar las que defienden
la validez de una conclusión apelando a la fuerza, a la piedad, a la autoridad
o a las creencias populares. Inquirir por lo que se pregunta o asumir en las
premisas lo que hade ser demostrado es también una de las falacias informales
que deben destacarse. Las falacias de ambigüedad incluyen conclusiones erróneas
basadas en un uso equívoco del lenguaje
Tipos de falacias lógicas:
a) Anfibología.
El argumento puede tener múltiples significados distintos. Al realizar una
afirmación de múltiples sentidos, se crea una confusión, al no saber cuál de
ellos es el que está intentando transmitir el emisor.
b) Apelación a
la Autoridad. El argumento se da por cierto ya que es defendido por una
autoridad.
c)
Apelación a
la Multitud. El argumento se da por cierto porque "todo el mundo lo
hace".
d) Causa Falsa.
Se confunde correlación con causalidad, debido a que dos fenómenos han ocurrido
a la vez o en secuencia se ha asumido que uno es causa del otro.
e) Continuo. No
se pueden distinguir casos extremos cuando hay casos intermedios de
clasificación ambigua. Se asume que no se puede distinguir entre dos
situaciones extremas cuando hay casos intermedios que no pertenecen a ninguno
de los extremos y cuya clasificación es ambigua.
f) Contra el
hombre. Se ataca a la persona en lugar de al argumento. Se intenta atacar o
desacreditar a la persona que defiende el argumento, de forma directa o
indirecta, sembrando la duda sobre su carácter o sus cualidades personales.
g) Falsa
Dicotomía. De todas las opciones posibles, se tienen en cuenta sólo dos. Se reducen
el número de opciones a dos, siendo normalmente las más extremas, así, el
atacante acota el argumento y oculta las demás posibilidades, consiguiendo que
no se tengan en cuenta otros factores.
h) Inconsistencia.
Los argumentos no pueden ser ciertos todos a la vez. No se aplican los mismos
criterios por igual a todas las afirmaciones y si se aplicasen no podrían ser
ciertas todas a la vez, por lo que la proposición resulta inconsistente.
i) Por la
ignorancia. Se da el argumento por cierto debido a que no se puede demostrar
que sea falso. Se afirma que un argumento es verdadero porque no se puede
demostrar que sea falso y viceversa.
j) Tautología. La
veracidad del argumento ya se incluye entre sus premisas. La proposición a ser
demostrada ya se encuentra entre las premisas del argumento, ya sea implícita o
explícitamente. Es usada a menudo en forma de pregunta, incluyendo la respuesta
en ella misma, además, se suele alargar su duración para que le dé tiempo al
receptor a olvidar que la conclusión ya estaba en la premisa.
Falacias argumentativas: son razonamientos erróneos
que tiene poder persuasivo. Son incumplimientos de las reglas que deben guiar
una discusión crítica, son errores que cometemos, voluntaria o
involuntariamente, al argumentar.
Tipos de falacias argumentativas:
a) Argumentum
ad baculum: Recibe este nombre, la argumentación compuesta por enunciados que
aluden a medios de coacción; dichos enunciados son formulados para fundamentar
el punto de vista que se pretende hacer aceptar.
b) Argumentum
ad hominem –Ofensivo- (Contra el hombre). Se la comete cuando, en vez de tratar
de refutar la verdad de lo que se afirma, se ataca al hombre que hace la
afirmación. No hay conexión lógica entre el enunciado que ataca al autor de una
proposición y la proposición cuya verdad se pretende refutar. No se trata de
disputar acerca de la verdad o falsedad de la proposición en cuestión, sino
arrojar dudas acerca de la plausibilidad y/o de la consistencia de la persona
que defiende esta proposición y contra la cual se argumenta ¨ad hominem¨.
c) Argumento ad
ignorantiam. Se comete esta falacia cuando se sostiene que una proposición es
verdadera argumentado solamente que no se ha demostrado que sea falsa, o bien
que es falsa porque no se ha probado lo contrario. La incapacidad de probar la
verdad o falsedad de una proposición carece de conexidad lógica con la
afirmación de su falsedad o su verdad, según el caso. Esta falacia suele
cometerse con mucha frecuencia en temas relativos a los fenómenos
extrasensoriales.
d) Argumentum
ad misericordiam El argumentum ad misericordiam constituye un claro ejemplo de
la utilización del lenguaje en sentido emotivo como también la falta de
atinencia lógica entre los enunciados que constituyen la argumentación y la
conclusión que se pretende aceptar. Mediante esta falacia se pretende que se
acepte una argumentación apelando a la piedad. Se encuentra con frecuencia este
tipo de argumentación en los tribunales de justicia, cuando un abogado defensor
deja de lado los hechos que atañen al caso y trata de lograr la absolución de
su cliente despertando piedad o lastima en los miembros del jurado.
e) Argumentum
ad verecundiam. Un argumentum ad verecundiam, es un argumento que se funda en
la superioridad de hombres cuyo saber, eminencia y poder en unos aspectos les
concede, o supone que les concede, autoridad suficiente para formular juicios y
llegar a conclusiones en otros aspectos. En pocas palabras, se comete esta falacia
cuando para validar un argumento, se citan palabras de una autoridad, pero que
posee relevancia en otro campo o no constituye una autoridad para la persona
con quien se discute.
f) Falacia de Accidente
consiste en aplicar una regla general a un caso en particular cuyas
circunstancias ¨accidentales¨ hacen inaplicable la regla. Lo que es verdad ¨en
general¨ o en muchos casos, puede no serlo universalmente, porque las
circunstancias modifican los casos, relativizándolos.
g) Non causa
pro causa (Causa falsa) Se refiere a la confusión existente entre lo que no es
causa con una causa. Es decir, No es causa pero se lo trata como una causa. Por
ende, se podrá decir, que la falacia non causa pro causa consiste en tomar por
condición suficiente de un acontecimiento, algo que no lo es.
h) Argumentum
ad crumenam. Es la falacia de creer que el dinero es un criterio de corrección.
Aquellos con más dinero son más proclives a tener razón. Lo opuesto al
Argumentum ad Lazarum. Por ejemplo: “El software de Microsoft es indudablemente
superior. ¿Por qué otra razón podría Bill Gates volverse tan rico?”
i) Argumentum
ad Lazarum. Es la falacia de asumir que los pobres son más íntegros y virtuosos
que los que tienen más dinero. Esta falacia es la opuesta a la del Argumentum
ad crumenam. Por ejemplo: “Los monjes son más propensos a poseer una percepción
del significado de la vida, ya que han renunciado a las distracciones de la
riqueza.”
j) Argumentum
ad antiquitatem. Es la falacia de decir que algo es mejor o más correcto
simplemente porque es más viejo, porque hace mucho tiempo que ocurre o se hace.
k) Argumentum
ad novitatem. Es lo opuesto al argumentum ad antiquitatem; es la falacia de
decir que algo es mejor o más correcto simplemente porque es más nuevo.
l) Argumentum
ad numerum. Esta falacia está cercanamente relacionada con la de argumentum ad
populum. Consiste en decir que cuanto más gente sostenga o crea en una
proposición, más posibilidades de ser cierta tiene.
m)
Argumentum
ad populum. También conocido como recurso al pueblo. Se comete esta falacia si
se intenta ganar aceptación de una afirmación apelando a un grupo grande de
gente. Frecuentemente este tipo de falacia se caracteriza por usar un lenguaje
emotivo.
Otras fuentes consultadas:
https://es.scribd.com/doc/52003943/falacias-formales-y-no-formales-clasificacionhttp://falaciaslogicas.com/
https://profesorabelen.wordpress.com/2009/05/06/nm3-falacias-argumentativas/
http://www.xtec.cat/~lvallmaj/preso/fal-log2.htm
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