Comenzando el arqueo de fuentes relativas a las Crónicas de la Ultramodernidad, obra de José Antonio Marina (2000), me he topado con la imperiosa necesidad, de abordar este interesantísimo tema de la relación entre biosfera y noosfera, el cual se relaciona de manera directa con el objeto de la obra de Marina y por tanto con la ética gerencial, para dar luz a un conocimiento flexible y traspasado por la realidad y valoración de los temas en su sentido más amplio.
En primera instancia, diré que dichos términos no son nuevos, aunque si desconocidos para muchas personas y por tanto, desconocida también la relación que entre ellos existe y como consecuencia de ello, la imposibilidad de entender la importancia que tienen para comprender lo que algunos autores han dado en llamar la vieja sociedad y la nueva sociedad. A la inmensidad de posibilidades de la sociedad del pensamiento, se contrapone aun, la sociedad del trabajo obrero y de la explotación, de las limitaciones y las carencias.
Por biosfera podemos entender el conjunto total de todos los ecosistemas que tienen lugar en el planeta tierra y que lo conforman. Incluye no sólo a la totalidad de los seres vivos, sino también al medio físico en el cual habitan y a los fenómenos que en él se dan. Muchos especialistas la definen, como el espacio donde toma lugar la vida, y es lo que hace incomparable a la tierra como planeta, dentro del sistema solar ya que, conocido hasta hoy, es el único lugar donde se sabe de la existencia de vida. Además, la noción de biósfera también incluye todas las relaciones que pueden darse entre los diferentes seres vivos y entre ellos y el medio ambiente.
En el siglo 20 el hombre, por primera vez en la historia de la tierra, conoció y abarcó toda la biosfera, completó el mapa geográfico del planeta y colonizó toda su superficie. No hay ningún lugar de la tierra donde no podamos vivir si así lo queremos. Parafraseando a Brentano, puede decirse que, la totalidad de la humanidad junta, representa una masa insignificante de la materia del planeta y su fortaleza no deriva de la materia, sino del uso que se haga del cerebro. Si llegamos a entender esto y no usamos el cerebro y su trabajo para nuestra propia autodestrucción, entonces se abre un futuro inmenso en la historia geológica de la biosfera.
Se le conoce como la vieja sociedad por el hecho que, es allí donde se da el trabajo mecánico de la economía movida por las máquinas, el esfuerzo manual y la producción industrial, la gran cantidad de desechos tóxicos vertidos a la atmósfera y los ríos y además organizada socialmente de manera jerárquica y desigual, lo cual ha sido aprovechado por algunas personas en distintas partes del planeta, para proponer cambios societales que lleven a la igualdad y el desmontaje de las jerarquías, aunque generalmente, los resultados son inversamente proporcionales al esfuerzo invertido y los resultados esperados.
Para Vladimir I. Vernadsky, el proceso histórico cambia de forma radical ante nuestros propios ojos. Por primera vez en la historia de la humanidad los intereses de las masas, por un lado, y el libre pensamiento de los individuos, por el otro, determinan el curso de la vida, del crecimiento de la humanidad y brindan las pautas para las meras ideas de justicia. La humanidad en su conjunto está convirtiéndose en una fuerza geológica poderosa. Ahí surge el problema de la reconstrucción de la biosfera en el interés de la humanidad librepensante como una sola totalidad. Este nuevo estado de la biosfera, al cual nos acercamos sin percatarnos, es la noosfera.
Por otro lado, Wilber denomina noosfera, a la sociedad unida por el pensamiento, y esta resulta ser a la sociedad actual o la nueva sociedad, caracterizada por el uso de las tecnologías emergentes y un universo interminable de posibilidades y de exploración que tardará, más que años, siglos, para lograr develar en esencia lo que esto traduce y cuál será su efecto en la sociedad que hasta ahora conocemos. Todavía es un mundo virginal de bosque y selva, con ríos de información y de territorios a los que podemos acceder y poblar, pero sabiendo lo que actualmente sabemos y sintiéndonos responsables por no afectar a la biosfera.
Para Vernadsky, el hombre deviene en una fuerza geológica a gran escala, por lo que puede y debe reconstruir la esfera de su vida mediante su trabajo y pensamiento, reconstruirla de forma radical en comparación con el pasado, ya que se abren ante él posibilidades creativas cada vez más amplias, que probablemente permitan que la generación de nuestros nietos se acerque a su florecimiento.
Para Noosfera.Edu en www.noosfera.cl, La aceptación universal del Calendario de 13 lunas, el 26 de Julio de 1995, será el primer paso en el avance consciente de la humanidad hacia su próxima fase evolutiva, esto es, la transición de la Biosfera a la Noosfera. El Tiempo es la función de una matriz radial. La Tierra es una función de tiempo, un conjunto de anillos concéntricos desde la densidad de corazón de cristal hasta la magnetósfera etérica.
Los ciclos de vida de la tierra según ellos son:
26.000 años -HOMO SAPIENS
260 años -TECNOSFERA HUMANA
26 años- EL TIEMPO DE TRANSICION BIOSFERA-NOOSFERA
Esto implica, que asistimos al inicio de una nueva era y lo más importante es, que en esta nueva era, la gerencia debe asumir su cuota parte de responsabilidad por acción u omisión, frente al daño hecho a la biosfera y procurar que a través de la noosfera podamos evitar la destrucción total del planeta. La ética y los valores son fundamentales en el desarrollo de este proceso, pero también debemos acudir a la responsabilidad social tanto individual como empresarial, para entender que naturaleza y gerencia son indivisibles y la acción de una repercutirá directa e indirectamente en la otra y viceversa.
En el CIDEC y en la CIU, nos preocupamos por ello y por tanto debemos abordar esta discusión para aportar nuestro grano, en el intento de no perecer mientras formamos gerentes en diversas áreas del saber y ayudamos a la conservación de nuestro hogar planetario. Por ello la invitación a profundizar en el tema y a involucrar a nuestros participantes en esta titánica lucha.
Coincido totalmente con que el tema es muy pero muy interesante y yo creo que fundamental en estos tiempos. ¿has leido el libro de Bianca Atwell sobre la noosfera? te lo recomiendo, es muy esclarecedor de todas estas cuestiones.
ResponderBorrar